Julio Benítez presentó “¿Te acordás hermano? Volumen V”

“Un libro me fue llevando a otro”

El escritor lanzó el quinto volumen de una obra que recorre anécdotas, personas y personajes de nuestra ciudad
martes, 23 de noviembre de 2021 · 08:58

Julio Benítez (86) es un gran contador de historias. Hace más de diez años, cuando todo parecía indicar que el hombre ya había dejado su impronta sellada en su tarea relacionada a la contabilidad, Benítez se reconvertía y daba a luz su primera obra: “¿Te acordás hermano? (Eduvim 2001)”, luego vinieron tres entregas más y este año la quinta. 
Con éste último lanzamiento ya son cinco los volúmenes donde el autor reúne lugares, historias, personas y personajes de la ciudad -y también de otros meridianos-. De algún modo se hace justicia con aquellas instituciones, hombres y mujeres que marcaron el paisaje de nuestra ciudad y quedaron fuera de los libros que cuentan “la historia”. 
Los memoriosos adoran tales relatos, y también aquellos que están lejos del terruño. Por eso mismo hay villamarienses que han comprado sus libros desde Canadá o Israel, por ejemplo.
En diálogo con El Diario, el autor recordó cómo inició su travesía por el mundo de las letras y de qué manera reúne cada historia.
“Esta quinta parte nació este año. No se hizo la presentación oficial por la pandemia, aunque yo tenía un lugar elegido. Hace un par de días atrás una persona me consultó por la presentación, pero me quedan poco porque he vendido bastantes y también he obsequiado… ya estaría hecha o, podemos decir, que ahora la hace El Diario”, inició Benítez.
Consultado por su tarea creativa y cómo fue surgiendo la misma, reconoció: “Yo no era un gran lector, pero en esto una cosa me fue llevando a la otra”.  
“Soy bachiller de la Academia Alberdi -que estaba ubicada sobre calle San Juan al 1.030- y ahí estudié contabilidad, si bien no me recibí, me encantó y me sirvió para trabajar en grandes negocios”, recalcó.
Las buenas amistades, esas que te apoyan y tiran para adelante, fueron algo que lo marcaron en su tarea a posterior, y así lo subrayó: “Tuve varios trabajos con la contaduría, y muchos me ayudaron, uno de ellos fue el contador Horacio Cabezas (quien más tarde fuera intendente de la ciudad). Cuando él terminó su mandato y se dedicó a la historia nos juntábamos una vez por semana y conversábamos”. 
“Cuando llegó el momento de mi jubilación me pregunté ¿Y ahora qué hago? Ahí, hablando con mi amigo Elvio Omar Toscano de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), él me propuso escribir sobre la ciudad”. 
Si bien había mucho material respecto al proceso fundacional, la dimensión política y los quehaceres institucionales, había algo que faltaba y hacia allí fue Julio.
“Excavando hay personajes, historias, anécdotas o negocios que cerraron. También hay una serie de factores que me ayudaron: yo tenía buena ortografía y linda letra”, recalca el escritor, que diariamente toma su computadora en busca de nuevas historias. También se dedica al maquetismo: mientras se desarrollaba esta entrevista, a la izquierda de la mesa había una representación a escala de un ferrocarril.

El inicio
“Cuando yo era niño, a los 10 años, era vecino de Tito Suárez – uno de los impulsores del Festival de Peñas-. Éramos compañeros de la “barra” y seguimos siendo amigos. Un día fui a su casa y él me prestó dos libros: uno de Bernardino Calvo y otro de la Sociedad Italiana. Más tarde me recomendó a tres personas. Esas tres personas me entregaron un montón de material que terminó siendo valiosísimo.
Así, tirando de un hilo, una charla fue llevando a la otra. Vinieron las recomendaciones y también la recolección.
Por esta misma cuestión las obras de Julio no son sólo un conjunto de papel y tinta, sino que atrás hay horas de investigación, visitas, consultas y redacción. “Trato de ser lo más sencillo posible cuando escribo”, aseguró.

El alemán de la isla
Entre tantas publicaciones, tanto en la versión papel de El Regional, como en sus libros, a Benítez le quedaron anécdotas, y una de ellas se trata de un alemán que vivía en una isla.
Haciendo memoria, Julio explica: “Don Emilio Dellavedova, 20 años atrás, me contó que donde estaba el correo -actualmente en el Museo de Ramos Generales- supo estar un hombre que vivía en una isla. Yo una vez cuando vine de Bell Ville, lo vi con una moto que había desarmado y estaba arreglando”.
“Con el tiempo me puse a buscar su historia y tuve suerte. Un día, charlando con Carlos “El Gitano” Ortega un recorredor de la Feria, le consulté y me dijo: “Yo era pequeño e íbamos con mi papá donde el señor vivía” y me contó toda la historia”.
“Desde esa historia el hombre me habló de seis o siete familias que lo conocían y conseguí todo... hasta la partida de defunción. La gente me ha ayudado mucho”.
“Cuando salió publicado un hombre me abordó en la calle y me preguntó si yo había hecho esa nota. Le dije que sí y me comentó que había una mujer molesta porque no hablé con ella y ella sabía mucho”.
“Fui a la casa de esta mujer, llamé y me dijeron que estaba enferma. Más tarde, ya estaba en un geriátrico y después me enteré que falleció. Es increíble todo lo que mueve una historia”, redondeó.

Los interesados en conseguir “¿Te acordás hermano? Volumen V” puede hacerlo en las librerías Expolibro y LibreLibro.
 

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