Durante 2021 - Si bien ya venía en auge, en el último tiempo creció todavía más

“De cabeza”: explotó la lectura de libros del género literario juvenil

Lo dijo Gustavo Caleri, librero de una de las librerías de la ciudad. Contó que la mayoría de los clientes son chicos y chicas de entre 13 y 19 años. Esas ventas representan entre el 35% y 40%. Además se refirió a la producción que están desarrollando autores y autoras locales
domingo, 23 de enero de 2022 · 08:01

A media mañana de un viernes caluroso de finales de enero, Gustavo Caleri está apoyado en el mostrador de Librelibro, la librería que cumplirá 15 años (se inauguró en 2007) durante 2022, que atiende con su hermana y que está ubicada en calle Mitre 280, en el centro sur de la ciudad.
Primero, no está de más recordar: a finales de 2020, Caleri contó que para el sector de los libros, ese año había sido complicado por la pandemia, que aterrizó implacable, y que “hubo mucha faltante de libros, porque las editoriales se vieron un poco comprimidas para seguir editando el mismo nivel que tenían”. 
Ahora, el escenario se revirtió, a pesar de que en ocasiones no haya algunos títulos por motivos que pueden tener que ver con que salen tiradas que “se quedan cortas” (y por ende hay que esperar a que se reediten) o por estrategias de las editoriales y aspectos contractuales.
Las ventas de 2021, por su lado, permanecieron “prácticamente iguales” que las de 2020 que, en ese momento, habían significado un repunte respecto de los años previos. Sin embargo, en este sentido, dijo que lo escolar continúa sin moverse. “Creo que no va a volver a ser lo que era por más que vuelvan las clases presenciales. Hay una dinámica de no utilizar libros en papel y hacer todo a través de PDF. No creo que el libro escolar (como el de matemática, por ejemplo) vuelva a posicionarse como en otros años. Creo que eso ya está en franca decadencia”, precisó. Luego, mencionó que, en lo que atañe a los demás libros, se siguen manteniendo las ventas, también un poco en función de la pandemia y de que la gente está más en su casa.

Manuales escolares
En relación a los manuales escolares tanto para niveles primario como secundario, el librero destacó que si bien las editoriales siguen con un plan de edición de novedades, ahora es mucho menor “y la venta es prácticamente nula”. Insistió en que, según su opinión, no cree que la comercialización de esos materiales vaya a reposicionarse. 
Asimismo, sostuvo que las editoriales ya venían trabajando con las aulas virtuales y comentó que en Villa María hay colegios a los que las editoriales les proveen los libros de manera digital para esas plataformas. “Entonces (los chicos) tienen el libro digitalizado”, describió. Y agregó: “Creo que con todo esto se ha acelerado, se va a acelerar y quizá todas las editoriales tengan que aggiornarse”.

Reconversión obligada
Hablando de actualizarse, desde Librelibro, a mediados del año pasado, “empujados por esta reconversión” abrieron una tienda online (www.librelibro.com.ar). “Estamos trabajando bastante bien. Funciona mucho con gente de acá, con el tema de ver los libros y saber los precios. Las ventas a otros lugares todavía no son importantes”, explicó.
La virtualidad, adaptarse a las nuevas tecnologías, “significó un trabajo muy arduo” que no solo consistió en poner en funcionamiento la página, sino que también conllevó cargar todos los libros. “Nos supone un trabajo extra en el tema del diseño de la página, de actualizarla y de cargar las novedades a medida que llegan. Y los precios y el stock hay que, constantemente, ir cambiándolo. Así que sí, en eso es como si tuviésemos una sucursal, no tan al extremo de una física, pero sí es un trabajo importante el que lleva”, comentó.

Explosión del género juvenil
A lo largo del primer año de la pandemia, Caleri registró un auge de la venta de libros de autoayuda como “El hombre en busca de sentido”, de Viktor Frankl; “Los cuatro acuerdos”, de Miguel Ruiz; o “El poder del ahora”, de Eckhart Tolle. A la vez, en aquella entrevista, Caleri dijo que reflotaron algunos clásicos como “La peste”, de Albert Camus. 
El año pasado, el panorama fue otro. “Explotó absolutamente el género que ya venía en ascenso, pero no al nivel en el que estamos hoy, que es el género juvenil. Diría que es el mayor porcentaje de los libros que vendemos hoy”, subrayó. En esta dirección, afirmó que el mayor ingreso de clientes son chicos y chicas que tienen desde 13 a 18 o 19 años. 
“Se han puesto a leer de cabeza en su gran mayoría. No sé si es una moda, no creo, pero sí el mundo editorial también está muy enfocado en eso”, dijo. Y agregó que las editoriales le ponen “mucha pila” a las novedades que salen en términos de difusión y eso, por lo tanto, repercute en las ventas: representan entre el 35 y 40 por ciento. “Es una cosa impresionante”, aseveró.

Los autores y autoras
En este plano, dijo que gran parte de los autores son nuevos y, entre ellos, se destacan argentinas y muchas norteamericanas, además de españolas. Entre ellas, se refirió a Magalí Tajes, nacida en Buenos Aires en 1988, y a Alice Kellen, nacida en Valencia, en 1989. Igualmente, el librero aclaró que hay escritores varones también. 
Estos libros tienen, fundamentalmente, “características románticas, de iniciación a la vida sexual, a la vida amorosa, y no solamente de parejas heterosexuales, sino muchas también de temática de identidad de género”. 
Además, el fantasy (fantasía), según Caleri, es otra de las líneas que tiene una significativa comunidad de lectores (en la que se construyen mundos fantásticos, en los que hay personajes como brujas y seres mitológicos), al igual que lo que se conoce como retelling (ocurre cuando se vuelven a narrar clásicos como “La Sirenita” o “Cenicienta” y se los transforma, se crean nuevos universos dentro de esa historia).
Los chicos y las chicas saben: el librero dijo que no solo tienen claro lo que van a buscar, sino que “saben más que uno”. Y añadió: “Saben cuándo va a salir el próximo, conocen absolutamente todo, están muy muy metidos. Las redes impulsan esto porque se expanden, digamos, de red en red, algunos títulos, lo que hace que también sea muy direccionada esa venta, porque casi todos buscan el mismo libro”. 
En diciembre, por ejemplo, se publicó “Antes de diciembre”, de Joana Marcús, nacida en Mallorca en 2000, y se agotó en dos días. “Ahora estamos esperando la reedición. Se hace como un boom de un título, todos lo buscan, se agota y cuando salga la reedición, quizás otro título suplantó a ese. Pero hay una cuestión de moda muy fuerte. Así y todo están leyendo muchísimo, las chicas sobre todo”, describió.

Los clásicos y la poesía
Los clásicos, por su parte, se siguen vendiendo. “Es el long-tail”, precisó. Y dijo: “Tenemos un catálogo bastante surtido y eso es lo que nos mantiene, digamos”. En este sentido, algunas obras a las que hizo alusión son “Los llanos”, de Federico Falco; “Las malas”, de Camila Sosa Villada y “Nuestra parte de noche”, de Mariana Enríquez. “Esos títulos son los que en cuanto a lo literario siguen vendiéndose”, contó y se detuvo también en otros libros como aquellas novelas de temática histórica/romántica o los thrillers de John Katzenbach.
La poesía también se vendió mucho, como dijo Caleri. Al respecto, hubo algunos libros que colaboraron en esta dirección como “Detente, instante, eres tan bello”, de la uruguaya Cristina Peri Rossi. Lo mismo sucedió con la poesía reunida de la riocuartense Glauce Baldovin o los libros del cordobés Vicente Luy. “Hay también una que están leyendo mucho las adolescentes: Elvira Sastre (española). Rupi Kaur (canadiense), también”, expresó.

La literatura local, “prolífica”
De acuerdo con lo referido por Caleri, los últimos años fueron “prolíficos” en cuanto a la edición de libros en la ciudad y la zona. “Hay libros de poesía, libros de novelas, libros de autoayuda que se han editado y que se están vendiendo. Hay libros infantiles, libros para pintar. Hay unas chicas que han sacado hace poquito uno para pintar con ilustraciones originales (“Mundos alienígenas. Libros coloreables, de búsqueda y un poco más”, de Zup). En fin, me parece que la edición de autores locales también se ha movido”, desarrolló.
Entre los títulos se encuentran “En busca de Otto Rahn”, de Iván Wielikosielek; “La pastilla que brillaba como una luciérnaga”, de Gustavo Borga; “Galgos de sol”, de Marcelo Dughetti; “Automovilismo. Mitos, verdades, curiosidades y anécdotas”, de Roberto Allasia; “La cajita de diez”, de Vanesa Sánchez con ilustraciones de Santiago Taccon y hasta libros de la psicóloga Rita Giordano.
Por último, Caleri habló sobre la manera en que comenzó este año y dijo que, a pesar de que hay mucha gente encerrada por COVID-19, no solo se está vendiendo mucho, sino que se están haciendo envíos. “Enero, normalmente, siempre es un mes bastante bueno porque la gente está de vacaciones, está con más tiempo. Por ahí, tiene el hábito de leer solamente en vacaciones, hay mucha gente de ese tipo, es un mes relativamente bueno”, cerró.

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