El tango volvió a tener su noche y el público le puso el cuerpo

Se formó un pasillo a lo largo de la explanada del monumento al Libertador General San Martín y, a ambos lados, en sillas de plástico negras, el público -la mayoría gente grande, de más de 50- se preparó para disfrutar de un clásico en la ciudad: el Festival de Tango.

Como estaba previsto, el encuentro comenzó a las 20.30 y la locutora aprovechó el momento para recordar a uno de los íconos de la música ciudadana: Renato Sansinanea, un hombre que murió el sábado 25 de junio del año pasado y que, entre otras tantas cosas, organizó actividades, condujo programas radiales del género, fue el animador histórico de la orquesta típica “A Puro Tango” e impulsó las ediciones de “La noche de Carlos Gardel”.

Luego, mientras la noche se acentuaba cada vez más hasta derramarse por completo sobre la ciudad, quedó el fulgor del escenario Oscar Lucarelli donde los músicos ofrecieron su repertorio para el público que aprovechó, además, para filmar y sacar fotos, desde una explanada iluminada apenas, como un murmullo.

“Tú/ Con la magia de tu amor y tu bondad// Tú/ Me enseñaste a sonreír y a perdonar// ¡Ves/ Yo era un grito de rencor/ En el trágico final/ De mi desesperación”, es una de las canciones con letra de José María Contursi y música de José Dames que sonó en el comienzo, interpretada por la Orquesta Municipal Alberto Bacci.

Con el final de este tema, siguió “Un momento”, con pasajes como:?“Adiós// Qué raro fue tu adiós/ De espina y de jazmín/ Como una cruz y una caricia// Tal vez no presentí/ Ni comprendí/ Que las estrellas tienen que morir/ Con los rayos del sol”.

Así continuó la velada con un sonido que se oyó claro a pesar del grán tránsito que se registró en los alrededores. Y, en este sentido, también se llevaron las miradas las actuaciones de artistas y grupos de gran nivel como Dúo por la vida (integrado por Emiliano Kándico y Diego Hernán González), Clave de Tango, Carlos García, Ivana Gabetta, el dúo Gastón Eloy y Elena Portolesi, y En?Guardi, que fueron potenciadas con parejas que se animaron a bailar al compás de los bandoneones y pianos en la pista.