El SUM del Favio evoca a Rüedi
Todos unidos... por Rubén
Representantes de la cultura y de los diferentes sectores del justicialismo local, entre ellos media docena de candidatos a intendente, abrazados por la historia de uno de los suyosEl acto comenzó como mandan los usos y costumbres del protocolo. José Álvarez, como portavoz del Concejo Deliberante, trazó una semblanza de Rubén Santiago Rüedi y, a través de ella, señaló los motivos que llevaron a los ediles a imponer su nombre al Salón de Usos Múltiples del Centro Cultural Comunitario: “fue escritor, poeta, docente e historiador. Se desempeñó como director de Cultura municipal durante las gestiones de Eduardo Accastello y Nora Bedano, presidente regional de Cultura dependiente de la Agencia Córdoba Cultura, miembro activo de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) filiales de Villa María y Córdoba capital. Fue miembro fundador y presidente de la Junta de Historia de Villa María, miembro del Centro de Estudios Históricos, Políticos y Sociales `Felipe Varela´, creador y director del Museo Arqueológico de Yucat, integró la comisión directiva de la Federación de Entidades Argentino Árabes de la Provincia de Córdoba, presidente del Centro de Estudios Geopolíticos `José Martí´, autor y director de la Cantata a Villa María, obra magna que narra la historia de la ciudad a través del arte, compartida y compuesta junto a Bernardino Calvo y la música Graciela Yessín”.
A partir de allí, se sucedieron las evocaciones del secretario de Cultura de la ciudad, Rafael Sachetto, el ministro de Industria de la provincia, Eduardo Accastello, la compañera de vida de Rubén, la intérprete Yessín, y el titular del Legislativo, Pablo Rosso.
El primero valoró “la pasión y el humor” de quien “fue capaz de descubrir hechos y personas de nuestra historia para enriquecerla y alentarnos a seguir adelante, porque concebía a Villa María como una continuidad, más allá de los gobiernos”.
El segundo dijo que a “Rüedi le importaba más la felicidad de la gente que su propia felicidad” y emocionó cuando relató el viaje que compartieron a Bolivia, para cumplir con el sueño que tenía el historiador de recorrer el camino del Che Guevara. Y brindó detalles desconocidos de ese periplo, que llenaron la sala de emoción.
Yessín agradeció la nutrida concurrencia, evocó al hombre “que cantó y celebró cada día como si fuese el último”, con quien hizo realidad “el sueño de ser juglares contemporáneos”.
Destacó la literatura “comprometida” de Rubén, así como sus libros y su “militancia por las causas justas”.
Citó un párrafo que el presidente de la SADE, Eduardo Belloccio (presente en el lugar) dedicó al escritor en la contratapa de uno de sus libros. Otra semblanza y nuevas emociones calaron los rostros.
Finalmente, hizo un pormenorizado relato de la que fue una obra emblemática: la Cantata a Villa María, cuyos pasajes, en la voz del propio Rüedi y su canto, volvieron a estremecer.
El último orador, antes que se descubriera la placa con el nombre del poeta, Rosso, supo convertir en palabras el aire que se respiraba en el amplio espacio: “estamos celebrando los 40 años desde la recuperación de la democracia... y la memoria nos lleva a escuchar la voz de Rubén, pidiéndonos que nos juntemos y que charlemos para comprender que son más las cosas que nos unen, las coincidencias, que las diferencias”.