El trabajo comenzó en abril del año pasado y se extendió durante ocho meses

Son historias que cuentan “siempre la situación de precipicio, de abismo”

Lo dijo Andrea Farchetto, una de las diez autoras del libro “Historial de la cuerda floja”. Ella contó el proceso de producción de la obra y habló de la experiencia que compartió con sus compañeras y a la que llaman “tallerear”
miércoles, 26 de julio de 2023 · 08:30

Laura Moreno, cordobesa nacida en 1962 y ganadora del primer premio del certamen de poesía “Luis de Tejeda” en 2021, una noche escuchó una frase como esta: “Las mujeres escriben, más bien, poesía”.

La mañana de un martes de julio, la licenciada en Letras, Andrea Farchetto Ferreyra, nacida en Colazo y radicada en Villa María, dice:?“No vamos a decir que le molestó porque ella misma no refiere una molestia, sino una inquietud”.

Laura Moreno conocía a muchas mujeres que escribían -y escriben- narrativa, cuentos, por ejemplo, más allá de las conocidas, conocidísimas, como Mariana Enríquez, Selva Almada, Dolores Reyes y etcétera, etcétera.

Lo que sucedía, tal vez, era que no publicaban. Lo que se daba por sentado, al menos en Córdoba, era que había muchas voces poéticas. Farchetto hace algunas excepciones: Lily Chávez tiene un grupo con el que trabaja la microficción y, por otro lado, hay dos Patricias, una que se apellida Dagatti y la otra Nasello, que se vinculan con gente de España y Chile, y que también trabajan narrativa y micronarrativa.

De todos modos, cuenta Farchetto, Moreno se siguió preguntando si el interior estaba “acallado en voces narrativas”, hasta que dejó de preguntarse y convocó a un grupo de mujeres.

Arte de tapa

Maria Svarbova es una fotógrafa eslovaca, conocida por una de sus series, llamada “In the Swimming Pool”, y es una de sus imágenes la que se eligió para el diseño de tapa de “Historial de la cuerda floja” (ver nota principal).

 

Ellas, además de Moreno y Farchetto, son: las cordobesas Ana Sofía Rey, Patricia Ávila, Viviana Barrionuevo y Silvina Laura Nicolini, la carrilobense María de los Ángeles Fornero, la riojana Déborah Leonor Barrionuevo, la mendocina Susana Roitman y la bellvillense Soledad Galván.

“Historial de la cuerda floja” es el nombre del libro de cuentos que juntas, las diez, publicaron -editadas por Alejo Carbonell- por Lago Editora en 2022 y que presentaron, primero -el 15 de diciembre del año pasado y con casi todos los libros vendidos-, en el espacio cultural Puerta 276, de Córdoba, luego, una segunda edición, en el “Espacio Temática de Género” de la Biblioteca Central de la Universidad Tecnológica de Córdoba y después en la Feria del Libro de Buenos Aires -en el stand cedido por el Gobierno de La Rioja-.

El viernes 16 de junio de este año se presentó recién en la Biblioteca y Medioteca?Municipal Mariano?Moreno de Villa María, con un show acústico en vivo, y recientemente hubo una nueva presentación, el 15 de julio, en la Feria del?Libro de La Rioja, adonde viajaron algunas de las autoras.

 “Así va navegando el ‘Historial de la cuerda floja’”, dice Farchetto, y cuenta que la obra se editará por tercera vez.

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Las autoras, prácticamente, no se conocían: Moreno era la referencia.

Farchetto, por su lado, recuerda que recibió un llamado de ella para participar y recuerda, además, que ambas pertenecían a un colectivo de poetas que se reunían en pandemia, los sábados a la tarde, a “degustar poesía”, a leerse producciones propias, pero también de otros.

“Inclusive, en ese momento estaba leyendo filosofía moderna y me gustaban algunos fragmentos y nos poníamos a charlar”, comenta, y de pronto, como quien sabe que está a punto de no poder detener su digresión, regresa y habla del llamado que recibió de Moreno: ella le preguntó si tenía cuentos y Farchetto le respondió que sí, que algunos ya tenían?“un tiempo” y que otros eran nuevos.

“Pero como que nunca me animaba a seguir con la narrativa, porque lo que a mí me sale de manera más sencilla es la poesía”, dice.

Está escribiendo una novela y, en ese sentido, añade:?“Estaba más entrenada y había hecho talleres de narrativa”.

Se sumó al proyecto, no solo por eso, sino porque es entusiasta: “Para mandada no me falta ni un ratito”.

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Cuando Farchetto habla, pretende -y lo remarca- que se entienda que lo que está contando, de algún modo, es como si lo estuviera contando, ahora, con todo su grupo, con sus compañeras al lado, entre las que hay archiveras, artistas, sociólogas, antropólogas y comunicadoras.

“Empezamos a hablarnos y a hacer los famosos grupos de WhatsApp”, dice después. Y cuenta que, entonces, nadie se animaba a “romper el hielo”. Ella, recuerda, fue una de las primeras en enviarlo.

Era principios de abril de 2022 y se preguntaron: “¿Por qué no armamos un drive?”.

No hubo mejor idea: a eso que hicieron durante ocho meses lo llaman?“tallerear”.

“Leímos vertical y transversalmente; es decir, todas tuvimos la apertura de la lectura a ojo ciego casi, porque no nos conocíamos. Había un ida y vuelta y hacíamos reuniones por Zoom también”, comenta y asegura que las sugerencias que se hacían se dieron “siempre en el mejor de los climas”. Por eso, además, dice: “Siempre era para sumar, porque terminamos siendo un hermoso grupo de compañeras de escritura”.

Y destaca el hecho de haber escuchado “voces muy jóvenes”, como la de Barrionuevo, nacida en 1994. “Fue maravillosa la experiencia. A mí me trajo una frescura increíble”, resalta.

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La mayoría de las historias de los cuentos tienen colocada “una voz femenina”.

“Por eso le pusimos ‘historial’ y no le pusimos antología. Y ‘de la cuerda floja’ porque las historias cuentan siempre el riesgo, siempre la situación de precipicio, de abismo; no siempre negativa, pero sí de riesgo, salvo algunos casos muy puntuales”, explica Farchetto.

Y ahonda: “El libro, en general, habla de algunas cosas que tenemos para contar las mujeres. Eso me parece que es lo más certero que puedo decir. Y creo que de ahí, desde diferentes voces narrativas, desde lo que puede contar la niñez hasta una adultez, pero que es observable desde la femeneidad”.

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“Historial de la cuerda floja” es un libro, como escribe Cecilia Pagani en el prólogo, con personajes que “se perciben destemplados y solos y se definen por gestos aparentemente inocuos”.

Son cuentos con atmósferas donde “lo cotidiano se impregna de desconcierto”, donde se mira el detalle.

Son narraciones donde hay narradoras que, ante todo, toman decisiones y asumen riesgos: hacen literatura.

 

Cuentos que evocan un “equilibrio precario” Los nombres de los diez

“Historial de la cuerda floja” está compuesto por los siguientes cuentos:

-Sábado, de Ana Sofía Rey.

-El Familiar, de María de los Ángeles Fornero.

-Shibuya Tears, de Déborah Barrionuevo.

-Tigres, de Patricia Ávila.

-Zelde, de Susana Roitman.

-Príncipe?Batracio, de Soledad Galván.

-Sin ceremonia, de Andrea Farchetto.

-Golpes animales, de Laura Moreno.

-La bailarina y el Karateca, de Viviana Barrionuevo.

-Alebrijes, de Silvina Laura Nicolini.

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