Entrevista - Noelia Benedetto, licenciada en Psicología (MP 8136), sexóloga
El discurso de Milei y el impacto en la sociedad
Noelia Benedetto señaló que no hay vínculos entre la homosexualidad y la pedofilia. Presentó datos y definiciones para entender las consecuencias de las “palabras que hacen mal”“Cuando digo abusos no es un eufemismo, porque en sus versiones más extremas, la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil”, sostuvo el presidente argentino Javier Milei en el Foro Económico de Davos (Suiza), donde se reúnen dirigentes del mundo para analizar el futuro del planeta.
Milei, para fundamentar su expresión puso como ejemplo un reciente caso en el estado de Georgia, en Estados Unidos, donde una pareja homosexual fue condenada a 100 años de cárcel por abusar de sus dos hijos adoptivos.
La asociación entre homosexualidad y delito, que hasta el mismo presidente trató de minimizar después, causó rechazos en todo el mundo. Para interiorizarnos en el tema, consultamos a la psicóloga, especialista en Sexología y comunicadora villamariense Noelia Benedetto.
Sobre las expresiones de Milei consideró que “son profundamente desinformantes y dañinas, porque asociar la homosexualidad a la pedofilia es una falacia que no tiene ningún tipo de respaldo estadístico ni científico. Lo que hace, es perpetuar un estigma histórico ya conocido que ha sido utilizado para justificar la discriminación y la violencia contra la comunidad LGBTiq”.
La especialista, en una entrevista concedida a laRadio del Centro del País (90.1), aportó la definición de algunos términos. Primero, aclaró que “la pedofilia no es ninguna orientación sexual”. “Es un trastorno parafílico, según los manuales de diagnóstico, y está definido como la atracción sexual hacia las infancias. Repito: no guarda relación alguna con la orientación sexual de las personas. La pedofilia es la atracción sexual que una persona adulta siente por las infancias, aunque no haga nada con ellas, aunque no pase al acto”.
Y aquí suma la definición de otro concepto: pederastia, que es “cuando se comete un abuso contra las infancias”.
En función de esas definiciones, reiteró que “la homosexualidad no tiene nada que ver con ninguno de estos dos conceptos”.
“De hecho, hay diversos estudios que muestran que la gran mayoría de los casos de abusos en las infancias son perpetrados por varones heterosexuales en entornos intrafamiliares”, precisó.
Sobre el particular, hay que señalar que en Argentina, según un informe elaborado por Unicef y el Ministerio de Justicia, entre octubre de 2020 y septiembre de 2021 se registraron 3. 219 niñas, niños y adolescentes (NNyA) víctimas de violencia sexual. Sus agresores fueron en un 56,5% familiares y los abusos se dieron en un 36,2% en el hogar.
Sobre el perfil de los agresores, Unicef, en el informe “Abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes. Una guía para tomar acciones y proteger sus derechos” señala: “Las estadísticas indican que la mayoría de los abusadores son varones heterosexuales adaptados socialmente”.
Por eso Benedetto afirma que inducir que los homosexuales son abusadores por un caso como el de Georgia, “es una información falsa que invisibiliza las verdaderas situaciones de abuso; y además, obstaculiza su prevención. De hecho, hasta hace una semana habían dado de baja a una canción de Canticuénticos (Hay secretos) que tuvo mucha participación al momento de transmitir la enseñanza para identificar situaciones de abuso”.
-¿Cuál es el impacto que estos discursos provocan en la sociedad?
-La verdad es que no podemos hacer futurología, pero sí te puedo hablar de lo que vengo escuchando en la clínica por estos días y en los espacios de activismo a los que tengo acceso. Este tipo de declaraciones no son para nada ingenuas, tienen un impacto muy profundo. En primer lugar, lo que hacen es legitimar discursos de odio y discriminaciones a los colectivos LGBTiq, y esto puede traducirse en una habilitación indirecta o más o menos directa, de violencias de todo tipo: físicas, psicológicas, simbólicas, institucionales.
Además, lo que hacen es reforzar prejuicios y estigmas y obviamente que dificultan el acceso a los derechos y a los servicios básicos para todas las personas del colectivo.
Por otra parte, genera angustia, ansiedad y malestar al momento de exponerse, salir a la calle, al trabajo y a los espacios de salud, porque pueden quedar expuestos o expuestas a situaciones estigmatizantes.
Ya en el ámbito educativo estamos viendo una resistencia a la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI), que es una clave para poder identificar y prevenir abusos, promover la igualdad o al menos, la equidad.
En definitiva, perpetuar un clima de intolerancia va afectando a las personas y genera divisiones y multiplicación de violencias.
Trump y su mirada binaria
El presidente Donald Trump dijo en un discurso solo reconocen dos géneros “hombre y mujer”. Al respecto, Benedetto dice que esa afirmación “es reduccionista y obsoleta”. “Si bien hacemos una distinción entre sexo (más vinculado a lo biológico) y género (a lo construido), hay que señalar que todas las categorías que desarrollamos son construcciones”, expresó.
Citó investigaciones que arrojan más de 126 estados intersexuales estudiados y comprobados en las personas.
“El sexo no es solamente esta división de macho y hembra, sino que se plantea desde varias perspectivas: el sexo genital, la parte cromosómica, la gonadal, la parte hormonal y entonces, lo que va haciendo es complejizar estas posibilidades que a priori se muestran como binarias”, informó.
Una de esas complejidades se expresa en las personas intersex, un término que refiere a quienes nacieron con ciertas características corporales que, de una u otra manera, varían respecto a los cuerpos femeninos o masculinos típicos. “Estas declaraciones quieren invisibilizar esas trayectorias vitales y lo que hacen, en definitiva, es promover políticas regresivas que niegan derechos fundamentales a las comunidades trans e intersex y buscan perpetuar un modelo jerárquico que prioriza a varones y mujeres heterosexuales y, por otro lado; deshumaniza y pone del lado de la monstruosidad, del lado del que tiene que ser corregido, a quienes no encajan en ese molde”, concluyó.