Música - Un concierto de lujo

Baglietto - Vitale y compañía en una noche con mucho rock

La popular dupla se presentó en el Teatro Verdi, donde interpretó clásicos de todos los tiempos. La sorpresa de la noche fue un invitado especial: Jairo

La inoxidable dupla que conforman Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale se presentó el viernes por la noche en el Teatro Verdi con su espectáculo “Ahora rock”. Luego de 34 años de historia sobre los escenarios “con algunas interrupciones” (aclaró Lito durante el concierto) ambos músicos mostraron su nuevo proyecto, donde luego de abordar en la etapa anterior el tango y el folclore, ahora es el turno de los clásicos del rock nacional.

Baglietto -Vitale, que estuvieron acompañados por una sensacional banda de músicos, transformaron el escenario en un fogón peñero, donde una a una fue pasando aquellas canciones que “sabemos todos”, pertenecientes al repertorio del rosarino, como también otras de Charly García, Fito Páez, Luis Alberto Spinetta, Los Redondos, Divididos, Manal y varios más.

El concierto, que se prolongó por más de una hora y media, comenzó con la fuerza de clásicos como “Mirtha, de regreso” y “Dios y el Diablo en el taller”, para luego darle lugar a otros temas. 

El rosarino aclaró en este bloque de canciones que “en tiempos donde en el país no se podían decir ciertas cosas, nuestros artistas la decían por nosotros” y ahí sonó “Canción de Alicia en el país de...”, de Charly García.

Le siguieron canciones de Luis Alberto Spinetta (“Despiértate nena”), una de Divididos (“Par mil”) y hasta una reversión del tema “Mariposa Pontiac-Rock del país”, de los Redonditos de Ricota. “Para este tema de los Redondos, tenemos con nosotros al tecladista que estuvo en todos sus discos”, dijo Baglietto, cuando lo presentaba, en referencia a su compañero de dupla, Lito Vitale.

Ya con el “fogón” ardiendo a pleno, hubo espacio para tres tangos “que elegimos especialmente, porque siempre en nuestras presentaciones elegimos algunos tangos”, aclaró el creador de la joya televisiva de décadas atrás “Ese amigo del alma”. Allí sonaron “Naranjo en flor”, “La última curda” y “Pasional”. También hubo lugar para el folclore, pero para eso llegó una gran sorpresa para una noche sensacional. Así fue que invitaron a compartir este fogón (con un coro de cientos de voces) a “un cordobés que está entre el público”; y allí subió Jairo, para compartir una tradicional de nuestro folklore: “Tonada del viejo amor”.

Ya en otro momento del espectáculo, la dupla, sin el acompañamiento de su banda, recordó temas que se hicieron populares con Baglietto en su etapa solista: “La vida es una moneda” y “Dios y el diablo en el taller”.

Ya de regreso, los músicos tuvieron mayor protagonismo y así pasaron otros inolvidables. Allí el cantante hizo referencia a “este rock nacional o rock argentino, esa mezcla de sonidos y ritmos que inició un rosarino, Litto Nebbia, que le puso letras en español, mucho antes que lo hicieran en España y México.

“Una de El Eternauta”, dijo sin mayores presentaciones Baglietto y no hizo falta explicar que se trataba de “Jugo de tomate”; luego pasaron otros clásicos como “Eclipse de mar”, “Carta de un león a otro” y “Un loco en la calesita”.

Ya sobre el cierre, llegó el “último tema” con el infaltable “El Témpano”, para que la dupla y sus músicos saludaran al frente del escenario.

Por supuesto que hubo un bis, para hacer sonar “Las cosas tienen movimiento”, para que, posteriormente, cayera el telón.

Pero el público se resistió a marcharse así como así y esperó una vuelta más. Se levantó el telón y (ahora sí), cantaron la última de la noche: “Tratando de crecer”.

Los músicos que lo acompañaron fueron la baterista Rocky Fernández, el bajista Juan Pablo Rufino y el ensamble “Vientos del Sur”, que conforman Víctor David Carrión (saxo tenor, quena y flauta), Julia Di Paolo (trombón), Clara Lodi (trompeta) y Marcela Galván (saxo alto).

Un rato más tarde, elDiario dialogó brevemente con Baglietto y, ante la referencia de la curiosidad de la paridad de género de cuatro hombres y cuatro mujeres sobre el escenario, descartó eso con “no es algo intencional; las cuatro están porque son extraordinarias músicas”.

“El Ensamble hace base en este proyecto, pero también tienen otros, ya que tocan junto a Karina la Princesita, o Abel Pintos”, destacó.

“En estos recitales nos acompaña Rocky Fernández (batería), que también tiene sus propios proyectos. No están en esta etapa mi hijo Julián, que luego de 12 años tocando con nosotros decidió iniciar un proyecto personal; tampoco Jano Vitale, que también nos acompañaba y ahora está estudiando historia”.

Pasaron otra vez Baglietto-Vitale, esta vez con clásicos del rock nuestro (de la mano del productor local Tato Bertorello), que nos dejaron el calor del “fogón” que generaron sobre el escenario y la emoción de volver a escuchar letras que siguen siendo himnos de resistencias en tiempos difíciles.

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