ENTREVISTA - Carlos Seggiaro, economista y asesor de proyectos productivos, analiza el panorama para el campo

Lo que viene: “Dólar alto, con control cambiario y alta presión impositiva”

El dólar alto puede convenir a sectores exportadores, dijo Seggiaro; pero entiende que habrá una alta presión impositiva. El especialista analiza las variables de la economía en esta entrevista con El Diario Rural

El economista Carlos Seggiaro analizó el escenario para el sector agropecuario en medio de la presente inestabilidad económica y proyectando hacia el año 2020.

“Más allá de quien gane las elecciones, lo que hoy pareciera estar bastante claro, la situación macroeconómica de la Argentina trasladada a 2020, va a tener, gane quien gane, un dólar alto. ¿Por qué? Porque los compromisos de pago de deuda, tanto la del Fondo Monetario como la deuda en bonos, aun si es reprogramada, exige que Argentina genere las divisas necesarias para pagarla. Y para eso necesita un dólar alto.

Esto aparece como una buena noticia para el sector agropecuario y particularmente para el agrícola y todos los segmentos vinculados a cadenas de valor de exportaciones.

Lo que pasa es que mirando hacia adelante, es muy probable que haya un sistema de control de cambio, una revisión de lo que fue el cepo cambiario o un mecanismo parecido, porque es inevitable que el futuro gobierno modifique en serio la tasa de interés. El sistema productivo no puede funcionar con esta tasa de interés. Pero al bajarla puede generar un nuevo golpe devaluatorio. ¿Cómo hacés para bajar la tasa de interés sin tener otro golpe devaluatorio? Controlando el tipo de cambio.

En ese punto, también está claro que va a haber una alta presión impositiva. Porque si ves que por un lado tenés que pagar una deuda onerosa y tenés la necesidad de generar divisas y por el otro, tenés una problemática social que pone en riesgo la gobernabilidad si no ponés recursos, está claro que el margen para aflojar la presión impositiva es muy bajo. Incluso, el Fondo Monetario ha venido a presionar a este Gobierno para que no aplique un valor fijo en pesos para las retenciones, porque la estaba licuando. Y en los últimos días volvió a suceder, si hasta tuvieron que salir a desmentir el rumor de la suba de retenciones.

Ahora, está claro que más allá de los detalles (retenciones a la exportación u otros mecanismos), la presión impositiva para el campo va a ser fuerte. Gane quien gane”.

-Pero Mauricio Macri dijo que en el año 2020 iban a eliminar las retenciones.

-En este punto hay que decir que Macri no resiste el archivo, porque fue él quien terminó aumentando las retenciones, incluso, en algunos segmentos productivos, por encima de lo que había hecho el kirchnerismo, porque las aumentó generalizadamente. Pensá en el sector lácteo, que  sufrió un incremento en las retenciones y una baja en los reintegros, lo que no había ocurrido nunca antes.

 

Sobre el nivel del dólar

Mostrando un gráfico sobre el tipo de cambio “real y multilateral”, es decir, que está vinculado a la inflación y por eso es real; y multilateral porque está comparado con la canasta de monedas de países con los que Argentina tiene comercio significativo, Seggiaro explicó que si nos ubicamos en la última devaluación -octubre de 2018-, cuando el dólar estaba a 44 pesos, “el dólar de hoy debería estar a 56 pesos, es decir, 56 pesos es un nivel alto. Con esto te digo que un dólar arriba de 60 es recontraalto”, planteó.

“Y hoy estamos acá, de nuevo, como en la corrida de octubre del año pasado, con la claridad de que, más allá del nivel que tenga la moneda estadounidense, debemos saber que el nivel será alto porque hay que pagar la fiesta de la deuda”, planteó.

Finalizó diciendo que aún con el mejor de los gobiernos “la recuperación del próximo año será muy discreta”.

 

El caso de la carne

Mostrando un gráfico sobre el crecimiento de las exportaciones cárnicas, el economista Carlos Seggiaro señaló que la recuperación tiene que ver con un tema externo, que es la peste porcina en China, sumado a la retracción del mercado interno, lo que hace crecer los volúmenes exportables.

Pero, siempre hay un pero, aún en un buen escenario para el sector, Argentina presenta sus complicaciones. “En el caso de la carne de cerdo, es muy poco eficiente la cadena de valor, porque no hay la cantidad necesaria de frigoríficos aptos para poder exportar”, indicó. Además, “si los argentinos dejáramos de comer cerdo por un año y exportáramos toda la producción, abasteceríamos por cinco días a China. No estamos en condiciones de entrar en ese juego, como sí está Brasil”.

Por otro lado, en lo que hace a la exportación de carne vacuna detecta, mirando los datos estadísticos, que “es crítico el nivel de faena de hembras, dado que estamos en un porcentaje que expresa liquidación de vientres, lo que hará que falten cabezas en el corto plazo”.

“Esto pasa porque el productor es heterogéneo. Un  ganadero bien parado retiene vientres porque proyecta al futuro, pero hay una gran cantidad de productores que están endeudados y cuando sube el precio venden todo lo que tienen porque van a cubrir el banco. Esa es la consecuencia de estas tasas destructivas, que están provocando la concentración de la producción”.

 

“Me gustaría ver planes estratégicos”

“Como dije, me preocupa el proceso de concentración que va a continuar”, dijo Carlos Seggiaro. Es por eso que le consultamos cuál es, a su criterio, la alternativa. “Me gustaría ver planes estratégicos sectoriales. Para el sector lácteo es imprescindible, porque no hay país que no tenga alguna regulación para la lechería y Argentina no lo tiene. También me gustaría ver acuerdos entre el sector público y privado, para que ofrezcan líneas de crédito y algún nivel de subsidio para desarrollar las cadenas productivas. Argentina es agroalimentaria y hay oportunidades que requieren estrategias. Pero no tengo grandes expectativas de que eso pase, gane quien gane”, expresó Carlos Seggiaro.

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