Area por área, cómo están los suelos en nuestra región

La necesidad de contar con información del recurso suelo de nuestro país ha impulsado desde hace más de 50 años el trabajo conjunto del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y los gobiernos provinciales.

Es por ello que desde 1968 y en el marco del Plan Mapa de Suelos de la Región Pampeana, se han inventariado de manera sistemática millones de hectáreas de suelo argentino.

Si bien hasta la década del 90 funcionó en todo el territorio nacional un equipo técnico experimentado llevando a cabo dicha labor, a medida que se fue completando la cobertura, la capacidad operativa se redujo de manera considerable.

Dando cuenta de esta situación, desde el año 2016 el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia de Córdoba retomó el proyecto y, conjuntamente con el INTA, puso nuevamente al territorio cordobés a la vanguardia en materia cartográfica.

Para qué y para quién

El conocimiento del suelo, de sus características y aptitudes, así como de su distribución geográfica dentro de un área, es fundamental para planificar racionalmente su uso. La finalidad de las cartas o mapas de suelos es, precisamente, divulgar conocimientos sobre las propiedades de los suelos y mostrar su distribución, clasificar cada tipo de suelo presente de acuerdo a su aptitud de uso y dar a conocer las normas generales para su manejo y conservación.

“El estudio difundido ayer está destinado principalmente al productor agropecuario, con el propósito de ayudarle a conocer mejor sus tierras y contribuir a que las maneje en forma adecuada, aumentando su nivel de aprovechamiento. También está dirigida a los extensionistas y agrónomos para que las utilicen en sus tareas de divulgación, asesoramiento y manejo de campos, a los ingenieros civiles e hidráulicos para sus proyectos de construcción de caminos, edificios y otras estructuras para las cuales deben poseer datos sobre propiedades de los suelos”, expresaron desde la cartera que tiene a Sergio Busso como titular.

En El Diario Rural tomamos la Carta de Suelos de nuestra región, que está separada en cuatro cuadrantes correspondientes a Arroyo Cabral, Villa María, Luca y Ausonia.

El área relevada cubre una superficie aproximada de 1.737 km2, abarcando parte de los departamentos General San Martín, Unión y Tercero Arriba.

Estas son las características generales de los suelos de nuestra región:

- Relieve muy plano con pendiente regional hacia el este no mayor del 0,5%.

- Potentes depósitos eólicos  de textura franco limosa que constituye el material originario de los suelos.

- Capa de agua subterránea o freática no muy profunda. Los suelos en estas depresiones presentan problemas de drenaje, sodificación, salinización y cementación en profundidad.

- El escurrimiento, en las lomas y planos en general es lento y muy lento a nulo en los pozos de infiltración y depresiones mayores.

g) Los fenómenos erosivos hidráulicos se manifiestan con muy poca intensidad, por falta de pendientes importantes. Por otra parte, las texturas medias de los suelos (franco limosa) con moderada estabilidad estructural, atenúan la acción erosiva del viento.

Area por área

Al informe general de las características del suelo, se agrega uno específico con la segmentación en series.

Damos a conocer algunas de las descripciones incluidas en la Carta de Suelos.

Alto Alegre: la serie Alto Alegre es un suelo fuertemente alcalino sódico e imperfectamente drenado, desarrollado sobre materiales redepositados de origen fluvial y textura franca, encontrándose en los sectores deprimidos.

Arroyo Cabral: son suelos profundos, con drenaje moderado, desarrollados sobre materiales fluvio eólicos redepositados, de áreas de derrame y paleocauces de textura franco limosa y vinculados a sectores planos a ligeramente deprimidos.

Ausonia: los suelos de esta serie son profundos, moderadamente bien drenados, desarrollados sobre sedimentos s de textura franco limosa, que ocupan los planos chatos, ligeramente deprimidos. El horizonte superficial o capa arable tiene aproximadamente 20 centímetros de espesor, está parcialmente degradado y escasamente provisto dé materia orgánica.

Ballesteros: es un suelo bien drenado y oscuro, ocupa las lomadas o planos altos en el sector oeste-sudoeste del área. Tienen un moderado contenido de materia orgánica en la capa arable y moderada retención de humedad. Se los usa tanto en agricultura como en ganadería, aunque presentan cierta limitación climática.

Etruria: es un suelo moderadamente bien drenado desarrollado sobre materiales eólicos de textura franca a franco limosa. Está vinculada a lomas aplanadas, áreas intermedias y líneas de escurrimiento poco manifiestas dentro de la transición entre la Pampa Limosa y la Pampa Arenosa Cordobesa.

Hernando: es un suelo profundo, bien drenado, desarrollado sobre materiales franco limosos. La capa arable está moderadamente provista de materia orgánica y bien estructurado en condiciones naturales. Dada su posición en el relieve, pueden tener exceso de agua en años lluviosos pero, en general, tienen una mejor provisión de humedad en los meses secos.

James Craik:  son mal drenados y vinculados a sectores muy deprimidos que impiden el escurrimiento superficial de las aguas. El horizonte superficial o capa arable muestra evidencias de degradación y lavado de materia orgánica y moderado contenido calcáreo. 

La Playosa: es un suelo moderadamente bien drenado, alcalino a partir de 32 centímetros de profundidad. Se ha desarrollado sobre sedimentos eólicos franco limosos en lomas planas o muy suavemente onduladas en el ángulo Noroeste del área de estudio. Se lo encuentra también en líneas de escurrimiento poco manifiestas en sus fases por anegamiento y acumulación.

Morrison: es un suelo imperfectamente drenado, desarrollado sobre materiales franco limosos y vinculados a las vías de escurrimiento bien manifiestos o bajos alargados de los planos levemente deprimidos.

Régimen térmico

16,5º C
Temperatura media anual

23,9º C
La media de enero, el mes más cálido del año

9,4º C
La media de julio, el mes más frío del año

212
La media de días sin heladas