AAPRESID
Malezas cada vez más resistentes
En Tandil se confirmó el primer caso mundial de resistencia a un herbicida que se suma a las ya registradasHay dos términos claves para entender en esta nota: uno es el de Brassica rapa o nabo silvestre; y el otro, la flurocloridona.
El primero se refiere a una maleza que ya se había declarado resistente al glifosato; y el segundo, a otro herbicida que resultó también insuficiente para esa maleza.
Los relevamientos de la Red de Manejo de Plagas (REM) de Aapresid venían evidenciando un franco aumento de la presencia de una maleza específica: Brassica rapa. Se desarrollaba especialmente en el sudeste y centro de la Provincia de Buenos Aires, donde llegó a estar presente en el 100% de los partidos, y avanzando hacia el centro del país.
En este escenario se generalizó el uso de flurocloridona como herbicida residual de presiembra o preemergencia en lotes destinados a trigo, cebada, girasol y, en algunos casos, maíz, e incluso para tratar escapes dentro de los cultivos invernales en postemergencia.
La flurocloridona es un herbicida residual y selectivo de preemergencia que paradójicamente tiene una moderada peligrosidad para desarrollar resistencia, principalmente por ser un modo de acción poco frecuente en comparación con otros grupos, lo que la posiciona como una buena herramienta para diversificar el esquema de control y disminuir la presión sobre grupos de herbicidas más problemáticos, como las ALS.
Pero ya en 2021 y 2022 comenzaron a reportarse controles parciales con este herbicida, con nacimientos cada vez más frecuentes. Esta falencia a nivel de campo se intentó compensar con aumentos de dosis, lo que aumentó también la presión de selección.
Y la amenaza de una nueva resistencia no tardó en hacerse realidad.
Los investigadores Víctor Juan, Lucía Ledesma y Federico Núñez Fré, de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, realizaron los ensayos correspondientes de respuesta a aplicaciones de flurocloridona sobre un biotipo de Brassica rapa proveniente de Tandil, que ya presentaba resistencia a glifosato, inhibidores de la ALS y hormonales, y comprobaron la resistencia múltiple también a cuatro mecanismos de acción: flurocloridona, glifosato, inhibidores de la ALS y hormonales.
Momento de repensar el manejo
Desde la REM aseguran que esta nueva resistencia representa un desafío significativo para el manejo de las crucíferas, en el centro y sur de Buenos Aires.
Dado el historial de resistencia en la especie y la creciente presión de selección, es fundamental adoptar estrategias de manejo integrado para mitigar la propagación de biotipos resistentes. En este sentido, se recomienda:
-Alternar y combinar herbicidas con diferentes mecanismos de acción, evitando la aplicación reiterada de una estrategia.
-Rotar cultivos con especies que permitan diferentes herramientas de control.
-Realizar seguimientos periódicos en los lotes para detectar fallas en el control y actuar de manera preventiva.
-Complementar el control químico con prácticas agronómicas como la siembra en fechas estratégicas, aumento de densidad de cultivos y eliminación mecánica cuando sea posible.
-Sobre la maleza y su historial de resistencias.