INVENTARIO/San Antonio de Areco (Buenos Aires)

Embanderado en tradición

Capital Nacional de la Tradición”: cuna adoptiva de Ricardo Güiraldes (el autor de la mítica obra literaria “Don Segundo Sombra”) y referente del espíritu campestre, San Antonio de Areco luce con orgullo el mote de “Capital Nacional de la Tradición”.

Si bien hay algo de ficción en los laureles (a muchos la falsa pose de supuestos “gauchos” se les nota a la legua, muy distinto a lo que ocurre en sitios más auténticamente “criollos” de las provincias de Salta o Santiago del Estero, por ejemplo), cierto es que la ciudad cobija un aura especial en ese sentido.

Parte de la fama hay que buscarla en su arquitectura de época, sus bares, restaurantes, calles y plazas y otros espacios públicos siempre abiertos a la realización de peñas y demás espectáculos folclóricos, y a las múltiples fiestas a tono desarrolladas durante todo el año (sobresale la “Fiesta de la Tradición”, en octubre).

Rico patrimonio edilicio: hablamos antes de patrimonio, y ahí está el centro de San Antonio de Areco para defender su cartel. Entre casonas, bares con gusto a pulpería, templos y edificios públicos de todo tipo, son alrededor de 40 los inmuebles que traen al siglo XIX y al amanecer del XX al presente.

La oficina de turismo local organiza tours guiados y gratuitos durante todo el año, oportunidad en la que se pueden apreciar construcciones claves como el Almacén “Los Principios”, la Iglesia Parroquial, la Biblioteca Popular Belgrano, El Fogón de Güiraldes, la Estación del Ferrocarril y la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, por sólo nombrar algunas.   

Naturaleza y turismo rural: en términos de naturaleza, San Antonio de Areco también guarda lo suyo. El río Areco, que pasa bien cerquita del centro, regala una bella costanera adornada por arboledas copiosas. Cercana al Parque Criollo, su bosquecillo y “La Matera” (referente de las peñas populares), y al “Puente Viejo”, la postal resulta ideal para el picnic o el asado.

Más alejados, los campos de los alrededores ofrecen jornadas de turismo rural (en estancias, donde se aprenden algunos secretos de la vida del campo). Pueblo vecinos como Vagués (a 3 kilómetros), Duggan (17) o Villa Lía (18), potencian la propuesta urbana y rural de Areco.

Actividades recreativas y museos: siguiendo con la vida al aire libre, vale la pena aprovechar la invitación de los operadores locales y de la zona y realizar actividades como cabalgatas, paseos en bicicleta (se alquilan en el centro), en Kayak (por el Río Areco, guiadas o por libre) y en carreta (muy bien conservadas ellas), jornadas de polo y/o equitación, golf y hasta parapente.

Ya bajo techo, se recomienda volver a viajar en el tiempo recorriendo los nada más y nada menos que 11 museos de la ciudad. Entre ellos, el Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes y Pulpería La Blanqueada (se brindan charlas de usos y costumbres todos los sábados al mediodía), el Museo y Centro Cultural “Los Rostros de La Pampa” y el “Centro de interpretación Ferroviaria”.

Artesanías de primera: menos conocida puertas afuera es la lunga tradición en materia de artesanías que sobrevive en la ciudad. Son decenas los trabajadores que con sus propias manos elaboran productos de renombrada calidad, los cuales se  exhiben y venden  en distintos comercios del centro.

Allí, el viajero podrá encontrar bienes de la más variada gama, hechas en talleres de rubros como los siguientes: platería, talabartería, textil, cerámica, muebles rústicos, calzado, pintura, joyería y herrería.

Los miércoles (16 horas) y sábados (11 horas), se realiza el circuito guiado gratuito “Artesanos Arequeros”.

 

MINI GUIA

Ubicación: norte de la provincia de Buenos Aires.

Distancias: 460 kilómetros al sureste de Villa María, 120 al oeste de la Capital Federal.

Población: 25.000 habitantes.

Valorar noticia

0%
Satisfacción
0%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios