El Diablo celebró sus regresos

Escribe: Santiago Nievas

La tarde gris en la localidad de Playosa entregó un encuentro no apto para cardíacos.

Ambos equipos llegaban con necesidades distintas, pero un objetivo en común: sumar de a tres. Al Albo ganar lo seguía poniendo en carrera para la clasificación, mientras que Yrigoyen llegaba con dos empates consecutivos y la necesidad de triunfar para seguir en lo alto de la tabla de posiciones de una de las zonas más parejas.

Los primeros minutos entregaron un juego friccionado, con una mitad de la cancha muy disputada donde todos querían hacerse dueños de la pelota.

Los dirigidos por Ramallo tenían bien claro que era un partido clave y por eso intentaron neutralizar a los creativos del Rojo y salir rápido de contra para marcar. Esto se dio hasta el primer cuarto de hora, aproximadamente, donde de manera progresiva el buen pie y el juego asociado por el lado de Yrigoyen comenzó a ganarle la pulseada al local.

La primera chance clara de gol fue para el dueño de casa; Martín Ambrogio envió un pelotazo frontal a los 12 minutos, que lo dejó solo mano a mano frente a Pauletti a Albornoz. El delantero se demoró unos segundos de más y el arquero achicó bien para luego quedarse con el débil remate que el jugador ensayó.

El partido comenzó a hacerse de ida y vuelta, donde intentaban adelantarse en el marcador.

Fue así que llegó el primer grito de la tarde para la visita a los 23 minutos, cuando Rosales ejecutó un tiro libre al área grande, el arquero local salió de manera errónea y dejó un rebote suelto que encontró la zurda de Matías Piovano para marcar la ventaja. El central regresaba de la mejor manera luego de haber estado ausente por una lesión muscular.

Los de Tío Pujio se adelantaban en el marcador y empezaban a controlar un poco más la situación, aunque el local no desistiría y respondió de contra tres minutos más tarde en otro mano a mano donde Alexis Acosta la picó y su intento se fue apenas arriba del travesaño.

A los 32 minutos llegaría el segundo grito para los dirigidos por Burello, que empezaban aprovechar la tranquilidad de estar arriba en el marcador.

Mauro Fuente desde el sector derecho entregó la pelota de manera perfecta para Gabetta, quien remató de primera y puso el segundo grito del cotejo. El volante jugó un excelente primer tiempo, luego de cumplir su suspensión, acompañando a Fuente en la delantera y asociándose con Morre o Rosales para crear juego. Era la tarde de los regresos para Yrigoyen que recuperaba dos piezas claves en su equipo titular y ambos se llenaron la boca de gol.

Con el correr el tiempo, el vértigo del partido comenzó a disminuir, aunque el local tendría alguna chance más, pero no estuvo fino en la definición y no logró marcar.

Se cumplió el tiempo reglamentario, pero Richard Moyano dejó seguir un minuto más y allí llegó el tercer gol de los de la ruta 9, que tuvieron un excelente primer tiempo y se fueron tres goles arriba. La jugada nació desde la izquierda con la proyección de Esteban Oliva que ingresó al área, le pegó al arco, pero el arquero Garetto le negó el gol al lateral, dejando un rebote corto que aprovechó Lucas Morre y empujo a la red.

El segundo acto tuvo en los primeros diez minutos al local como principal protagonista, el Albo marcó dos goles en ese tiempo y se puso a tiro del empate en un abrir y cerrar de ojos, ilusionando a su público que en gran medida colmó las tribunas de la casa blanca en el Día de la Madre.

El primer tanto fue a los dos minutos de juego, mediante una pelota parada que ejecutó Ambrogio, el volante disparó en forma de centro desde 35 metros, aproximadamente, pero a la pelota no la tocó nadie y entre el tumulto de jugadores se le metió a David Pauletti en el palo derecho a media altura. Playosa encontraba el gol en el momento indicado e iría por mucho más.

En un avance por la derecha el local encontró un penal y la chance de estar a un solo gol de empatar. Mauro Fuente fue quien tocó la pelota con su mano, luego de un rebote en su pie cuando colaboraba en defensa y el árbitro no dudó en pitar penal. El encargado de patearlo fue Velasco, quien aseguró el remate fuerte y a la derecha cambiandolo por gol.

El resultado tomaba por sorpresa a Burello, que en el banco de suplentes se tomaba la cabeza con preocupación, mientras los locales festejaban el segundo gol.

El envión del Albo

Luego de esto Playosa renovaría su poder anímico, salió a buscar el empate de contra y con la pelota parada como principal opción. Los Rojos aguantaron el mal momento del partido y con el correr de los minutos se fueron acomodando mejor en el terreno de juego.

El partido era intenso y todos metían como si fuera la última pelota del partido en cada jugada, hasta que llegaría el momento en que el juez pitó la pena máxima en favor de Hipólito Yrigoyen, a los 32 minutos, por por un agarrón violento en el área de Roberto Aimar a Diego Gabetta. El encargado de disparar era Lucas Morre, pero antes de la orden del juez Anton Troxler le pegó en el rostro a Leonardo Chiappero, ganándose la expulsión directa por la conducta antideportiva sin el balón en juego.

Las malas noticias cortaron pronto la ilusión de lograr dar vuelta un resultado que hasta ese momento parecía más cercano. Un penal en contra y un hombre de menos eran un panorama desalentador para el Albo, cuando faltaba bastante para el final. El capitán de la visita tomó el balón y con un remate suave al palo izquierdo del arquero, puso cifras definitivas a un encuentro que tuvo todos los condimentos en una tarde particular.

LA FIGURA

Lucas Morre

Fue una pieza fundamental en el mediocampo. Manejó la pelota y colaboró en la marca. Fue autor de un doblete.

EL ARBITRO

Richard Moyano

Tuvo una muy buena tarde. Amonestó de manera correcta y expulsó con razón a Troxler. Cobró bien los dos penales en el segundo tiempo.