Playosa pasó en lo más alto

Escribe: Daniel Cerutti

Playosa Sportivo Club llegó a la aspirada clasificación hacia los cuartos de final derrotando 3-1 al Deportivo Silvio Pellico, en partido sumamente disputado y que mantuvo en tensión a ambas parcialidades hasta que el árbitro Diego Ortega marcó el final de la brega.

Interesante disposición y concepto táctico mostraron ambos equipos en el comienzo, cada uno asumiendo la función con motivaciones y voluntad de arribar a las posiciones defensivas del adversario.

Silvio Pellico, más presionado por las exigencias, intentó progresar más seguido, prefiriendo el equipo albo una actitud más expectante y menos arriesgada en su proceder.

La rígida marcación establecida en zona de gestación, impidió a los organizadores de cada elenco aportar claridad en las cargas; por ello hasta los 15m iniciales no hubo mayores preocupaciones para los “cuida palos”.

Solo hubo algún lanzamiento aéreo esporádico, que no arrojó riesgo para la estabilidad de ambas vallas. Buen trabajo de Guillermo García y Jorge Servetti  en el conjunto local y correcta respuesta contra los intentos playosenses por parte de Mauricio Margaría e Iván Moyano: ellos fueron los componentes más destacados hasta la primera media hora, que no ofreció alternativas de riesgo significativas.

A los 30m un remate de Albornoz fue bien controlado por Pedernera, en la primera acción de peligro. Respondió Silvio Péllico con un intento de Moyano que cubrió bien Garetto antes del disparo. Influyó mucho en la temática de juego la centralización de los intentos, aspecto que facilitó el accionar defensivo y la supremacía sobre la labor de los atacantes. 

Golazo

A los 33m el árbitro sancionó falta una carga sobre Guillermo Piva de un defensor visitante, a 25 metros del arco. El disparo espectacular de Jorge Servetti hizo una comba indescifrable para el arquero Pedernera y se introdujo en el ángulo superior derecho, haciendo inútil el vuelo del guardavallas canario, convirtiendo una verdadera “joya” de gol; aplaudido y festejado largamente por la parcialidad local. 1 a 0 que marcaba la mejoría de Playosa, que con un estilo más coherente y homogéneo comenzó a fijar pretensiones.

A partir de la conquista, la labor colectiva e individual del anfitrión fijó un estilo difícil de soportar por la estructura del Canario. En estas instancias fue cuestionable el temperamento de algunos jugadores, que hablaron demasiado; determinando que el correcto árbitro Diego Ortega decidiera utilizar las tarjetas para calmar los ánimos de ciertos integrantes que estuvieron al borde de la expulsión.

En el período complementario, lejos de disminuir la línea de juego, ambos se exigieron al extremo, convirtiendo al partido en un ida y vuelta imparable. A los 5m Playosa amplió su ventaja, con conversión de penal por José Ledesma, cuando este mismo jugador fue trabado ilícitamente al ingresar al área por Bernardi.

De allí en adelante Playosa conformó sus mejores momentos y fue enriqueciendo su estilo con utilización de un toque y rotación constante, que le posibilitaron otras acciones de riesgo bien controladas por Pedernera y defensores.

Silvio Péllico llegó algunas veces; una increíble donde Javier Margaría marró su disparo a dos metros y con el arco a su disposición; mientras que Garetto tuvo dos atajadas estupendas ante dos envíos consecutivos de delanteros canarios que estaban solos frente al arco y con pleno panorama para convertir.

Sobre los 22m, en una rápida incursión promovida en sector derecho por Guillermo García y Piva, culminó con el certero disparo de éste, que penetró contra el primer palo de Pedernera, poniendo un 3-0 que aparentaba goleada por el destacable concepto de juego de Playosa.  Sin embargo, sobre los 30m en una escapada por andarivel izquierdo, Facundo Menegotto sorprendió a Garetto con disparo de emboquillada, marcando un pasaje de elogiable reacción por parte del huésped, que no  se dio por vencido hasta el final, vendiendo cara su derrota.

Esa elogiable reacción hasta pudo proveerle algún gol más, exigiendo hasta el último momento un esfuerzo extremo a los defensores albos para salvar esos apremios. El pitazo final del árbitro marcó la conclusión de un partido intenso, dotado de riqueza futbolística por momentos; con un ganador inobjetable que hizo bien su trabajo, frente a un rival que ofreció elogiable resistencia hasta la conclusión del cotejo.

El árbitro

Diego Ortega

Cumplió aceptablemente, sin influir con su actuación sobre el resultado final de la brega. Cometió errores de apreciación en algunas jugadas que merecían sanciones más drásticas; acertando en aquellos que fijaron la característica del resultado, como las del tiro libre de Servetti y el penal a Bernardi por full contra Ledesma. No facilitaron su gestión algunos jugadores que se pasaron en sus exigencias para favorecer al equipo propio; en esto es válido reconocer que siempre prevaleció el temperamento y hubo pasajes de mala intención.

La figura

Jorge Servetti

Tuvo un primer tiempo donde mostró todo su talento e inteligencia para desplazarse hacia los sectores del campo más descuidados por la defensa canaria. Exigió siempre a sus marcadores y coronó la actuación en dicho período con un golazo de tiro libre “a lo Messi”. En el  complementario sintió un poco el cansancio por el ritmo impuesto y fue remplazado por Beltramo.