Mateo Bajamich

De Unión de Morrison a goleador nacional

El joven atacante, con 20 años, saltó del club de su pueblo a Instituto de Córdoba, donde hoy es uno de los máximos artilleros del actual certamen de la segunda división del fútbol argentino
jueves, 19 de septiembre de 2019 · 11:55

En estos días, hay un nombre que suena en todos los rincones de Alta Córdoba, que genera expectativa, ilusión. No es casualidad. Todo delantero que surge de La Agustina, esa fábrica inagotable de “cracks”, enseguida es visto con ojos expectantes.

El es Mateo Bajamich (foto), autor de cuatro goles en cinco partidos en estás primeras fechas de la Primera Nacional (ex-B Nacional) para un Instituto de Córdoba que, después de un comienzo adverso, se entonó en los últimos compromisos y se prepara con marcado entusiasmo para lo que será el cotejo frente a Tigre, el próximo martes.

Con apenas 20 años, la “rompió” días atrás en la goleada (3-0) de Instituto sobre Brown de Adrogué, con un golazo por encima del arquero, elegido el mejor tanto de la fecha de la Primera Nacional, y que en las redes sociales circuló por todos lados.

Más allá de la marcada “popularidad” que le llegó a Bajamich en las últimas semanas, a casi 200 kilómetros o prácticamente dos horas de viaje de La Docta, ya se presagiaba que el Gordo, cuando tuviera continuidad, la iba a romper.

Así fue tres años atrás, en la Liga Bellvillense. Con apenas 16 años, Mateo se convirtió en goleador del ascenso en su primer campeonato como titular fijo en Unión de Morrison, en el Apertura 2016.

En el club de sus amores, del pueblo, debutó a los 15 y “de nueve, su puesto natural”. Empezó, como todo pibe, ingresando algunos minutos, bajo el mando de Gerardo Giannone. Semanas después, y con José Luis Pisaroni en el banco, tuvo su debut como titular y, al torneo siguiente, explotó. Marcó nueve goles en 12 partidos y llegó la oportunidad de sumarse a las inferiores de Instituto.

Empezó en el equipo de la Liga Cordobesa, subió a cuarta de AFA y casi dos años después llegó su estreno en Primera, en la última etapa de Darío Franco. Vivía, y vive, en la pensión, jugó seis partidos, anotó un gol y a partir de allí arribaron todas buenas noticias: firmó su primer contrato profesional (tiene como representante a José Scozzari, exvolante central de Alumni) y con la confirmación de César Zabala como técnico de la Gloria se asentó en el once titular del Albirrojo, desenvolviéndose en un puesto “diferente”, como extremo derecho, pero que no lo privó de explotar sus cualidades.

El retribuyó con su poder de gol la confianza y continuidad que le brindó un “técnico de la casa”, concretando números que lo igualan a otras grandes figuras de Instituto y, sin dudas, las siempre odiosas como gratificantes comparaciones, con los últimos “goleadores” que dejaron su sello en Instituto (Dybala, Chino Romero y Wanchope Abila).

El, por lo pronto, piensa en el próximo partido ante el poderoso Tigre, luego de haber jugado “su mejor partido” en estos primeros pasos de carrera profesional, mientras se alegró por el reciente título de Unión y sueña con “un futuro europeo”.

 

Camada reconocida

Bajamich integró la clase 99 de Gimnasia de Ballesteros en la Liga Villamariense de Baby Fútbol, que animó recordadas finales por el título con All Boys. Mateo, en lo particular, figuró seguido en la tabla de máximos artilleros de la categoría, junto a otros dos jugadores que en la actualidad también están realizando una expectante carrera

profesional: Juan Manuel Requena (All Boys), actual jugador de Newell’s, y Adolfo Gaich (El Porvenir), atacante de San Lorenzo de Almagro y que tuvo su debut recientemente en la selección mayor luego de sus destacadas

actuaciones en el

Sub-20 de AFA

75%
Satisfacción
25%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

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