Básquet / Alejandro Alloatti

“Hay que seguir creciendo en la tabla”­­­

El pivote del equipo villamariense dialogó con El Diario de este buen momento del equipo, del partido que se viene, de la importancia de los juveniles y también de lo bien que le hizo venir a Ameghino
sábado, 25 de enero de 2020 · 10:34

Escribe / Fotos Gustavo Ferradans / Roberto Zayas

Alejandro Alloatti es, seguramente, uno de los fichajes más importantes de los realizados por Ameghino. El pivote nacido en Santo Tomé de 35 años, es uno de los jugadores del club villamariense que tiene asistencia perfecta en esta temporada, donde promedia 28,1 minutos por juego y 13,3 puntos, con porcentajes de 62,1 en dobles y de 61,6 en tiros libres.

El jugador con pasado en Obras Sanitarias, Boca Juniors, Libertad de Sunchales y Peñarol de Mar del Plata, también jugó tres temporadas en el básquet español y a eso hay que sumarle sus pasos por el seleccionado argentino, en diferentes categorías y competencias.

Con el pivote de 2,03 dialogó El Diario, a horas que Ameghino vuelva a casa, para enfrentar mañana a Deportivo Rivadavia de Mendoza.

-Llegan a este partido con racha positiva.

-Después de una gira dura que fue la de Chaco y Misiones, fue una gira difícil, porque siempre los primeros partidos luego del receso, tras estar unos días parados y sin prácticas de equipos, siempre son duros. Nos tocó un viaje con un calor tremendo, los dos días, y contra dos equipos de punta. Pudimos llevarlos bien, sobre todo el primer partido con Villa San Martín y en el último cuarto nos lo dieron vuelta, y luego en Oberá,  nos duraron menos las piernas y ya en el segundo cuarto empezamos a caer y el segundo tiempo fue todo de ellos. Después de eso nos recuperamos metimos una muy buena racha de partidos, tenemos la posibilidad de seguir jugando, porque tenemos el domingo (por mañana) otro partido en casa. Estamos enfocados con eso y en remontada. El equipo está bien, ya con otras sensaciones, contentos con nuestro juego y hay meterle para seguir creciendo en la tabla.

-Ahora viene Deportivo Rivadavia, un rival con el que este año arrastran números positivos.

-Nos ha ido bien de local y visitante. Vamos aprovecharlo. Ellos cambiaron un extranjero, tienen un jugador contra el que no hemos jugado, pero luego el resto del equipo  es básicamente el mismo. Están reforzados, están mejor que en la primera fase, han ganado algún partido más, por lo visto están encontrando su juego. Nosotros también estamos en eso. Trabajando estos dos días que nos quedan para trabajar este partido que es muy importante.

-Febrero llega con partidos más distanciados entre uno y otro, con respecto al mes de enero. ¿Eso será positivo para ustedes?

-Sí. La verdad que enero ha sido duro. Luego del domingo volvemos a jugar miércoles y viernes de nuevo. Pero luego baja un poco. Febrero será un poco más tranquilo y está bueno para llegar con piernas y el equipo completo para el último tramo.

-Este año, a diferencia de las dos temporadas anteriores, la inserción de jugadores juveniles fue más notoria. ¿Sienten que están haciendo un buen aporte?

-Creo que es lo que apostó Ameghino, el cuerpo técnico y la dirigencia. Ellos apuestan a que los chicos que estaban acá y los que reclutaron y que tanto entrenan, empiecen a jugar, y empiecen ya a darles cosas, y no mirar tanto para adelante, como por ahí se mira. Hay que utilizarlos ahora, porque son chicos que tienen condiciones y nos está viniendo muy bien. Les falta un puntito de decisión, pero es normal, nos pasó a todos. A mí y a todos les ha pasado. En ese momento te puede faltar un poco de decisión, de creértela. Son pocos los que tienen el nivel de maduración a los 18 o 19 años, que ya estén listos para jugar con los mayores y no es nada fácil. Ellos tienen las condiciones, tienen que creérselas porque nosotros confiamos en ellos y los necesitamos. Y se está notando. Cuando ellos están bien se nota el aporte, nos viene bárbaro, entran con piernas frescas, con talento, con mano. Cada uno tiene lo suyo y aportan mucho. Está bueno porque la dirigencia apostó y creo que lo están aprovechando. Yo trato de alentarlos que entren, sean ellos y con decisión.

-A pesar de que sos joven, se da la curiosidad generacional de jugar con pibes que cuando vos ya habías debutado en seleccionados argentinos y hasta en la Liga Nacional, ellos no habían nacido.

-Cuando me dicen que son de categoría 2000, uno piensa que ese año ya había jugado en la selección, debutado en primera. Pero no es que sea viejo, empecé muy chico. Son un montón de años, 20 años que estoy dando vueltas y me siento bien, con ganas. Comparto con los chicos y siento que somos pares, que me gusta, lo disfruto un montón compartir con ellos. Por ahí por curiosidad preguntan, ¿dónde jugaste?, me pongo a contarles experiencias.

-¿Puede ser que Villa María te haya ayudado a cambiar un poco la cabeza?

-Sí, lo estoy disfrutando. Mucho más que antes y que otros años. Estoy renegando menos en el sentido de ponerle menos presiones a todo, o hacerme menos la cabeza que por ahí terminan siendo irrelevantes. Realmente estoy viendo que todo está en uno, no son los compañeros, el entrenador, los rivales o los árbitros. Me he sacado un montón de cosas de la cabeza, y también ayudó la organización de Ameghino, para que no tener que estar pensando en otras cosas. Uno viene al club y hay buena onda, no falta nada, están en todos los detalles. Si falta algo se soluciona en el momento. Eso también ha sumado, junto a la madurez como jugador y los años que llevo jugando, creo que me encuentra en un momento en el que estoy disfrutando a pleno. Estoy tratando de renegar lo menos posible para poder estar bien y positivo siempre.

-¿Algo que te pasó estando en Villa María fue finalizar con tus estudios universitarios?

-Me recibí de una Tecnicatura en Gestión en Capital Humano, estudiando a distancia en la Universidad de Belgrano.  La hice en tres años, rindiendo los finales presenciales y el final de carreras en Buenos Aires, con todos los profesores. Fue una linda experiencia, me acompañó la familia, me tiraron harina, huevos y todo eso y fue lindo, un sentimiento de realización. Es algo que años atrás no me interesaba o creía posible. Por suerte también di ese salto de madurez que me hizo darme cuenta de la importancia de los estudios, de proyectar el mañana, que no somos solamente jugadores de básquetbol y nos tenemos que desarrollar en todos los aspectos de nuestra vida. Además de jugar al básquet, me gusta estar con mi familia, me gusta hacer terapia, estudiar, leer, escuchar música, viajar y conocer, aunque ahora está más difícil. Disfrutar de la vida en todos los ámbitos y hacer un poco de todo.

-¿Y en los viajes también lees?

-De lectura me gusta un poco de todo. Antes en los viajes llevaba novelas policiales, ahora estoy leyendo más cosas de desarrollo personal o más espirituales, un poco de todo, lo que siento que me va nutriendo, para estar todos los días un poco mejor.  De música escucho un poco de lo que ponen los pibes en los viajes y en el vestuario. A mí me gusta escuchar música electrónica. En los viajes me pongo los auriculares y voy escuchando esa música, y luego algo de rock… un poco de todo.

 

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