Bielsa, Ginóbili, Francescoli y Valencia brindaron su despedida

Marcelo Bielsa
El director técnico rosarino Marcelo Bielsa asumió este jueves que la muerte de Diego Maradona provoca "una sensación de debilidad" en todos los argentinos, al tratarse de un ídolo, señaló La Nueva Mañana.
"Fue para nosotros y va a seguir siendo un ídolo. Que ya no esté nos da muchísima pena. La pérdida de un ídolo es una sensación de debilidad para todos nosotros", declaró en conferencia de prensa desde la ciudad británica de Leeds.

Emanuel Ginóbili
"No puedo evitar el nudo en la garganta y hasta alguna lágrima cuando leo y veo cosas de Diego. Conmigo fue muy generoso las veces que lo ví", escribió "Manu" en su cuenta de la red social Twitter.

Enzo Francescoli
El ex jugador uruguayo llegó cabizbajo y visiblemente golpeado a Casa Rosada, saludó a Claudia Villafañe y a sus hijas Dalma y Giannina, y compartió un instante con el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, este mediodía en el salón de los Pueblos Originarios.
Justamente hoy se cumplen 25 años de un abrazo histórico que se dieron en un Superclásico.

Daniel "Rana" Valencia

El ex jugador de Talleres y de la Selección le escribió una carta a Maradona.

"Compadre  le escribo desde acá con la esperanza que desde lugar donde se encuentre me puede leer. Apenas me enteré de de lo que nunca quise creer lo primero que hice fue buscar la vieja firmado ahora que lleve la última vez que fui a verlo a Cuba.  ¿Se acuerda? Nadie jamás sabrá lo que pasamos juntos aquellos días, lo doloroso de la soledad que envolvía al lugar ni la desesperación de querer salir pero no encuentra escapatoria. Sin embargo eso no lo que busqué al ver el video. Yo lo recordaba pero no lo había repetido nunca.

Tal vez porque siempre pensé  que los mejores recuerdos lo guardamos en la retina y quise quedarme con esas imágenes, no obstante una Alma Rota no entiende de conceptos y tuve que volver a verlo,  por que lo necesitaba, porque quería recordar porque intentaba sanamente curarme corazón. Usted  me filmaba cuando yo cantaba (Sandro, para variar) y  yo lo filmaba a usted,  lo hicimos en todas las concentraciones y aún en épocas donde no existían las filmadoras. Los karaokes no faltaban. Pero hay un fragmento de 15 segundos que no puedo olvidar. Usted cantaba "Sentencia"  cuando decía "Seré el compañero que no desmaya, cuando venga el tiempo de los reveses, nos levantaremos una y mil veces ganaremos una y otra batalla", me miró, yo lo miré, solté la cámara y nos dimos un abrazo muchísimo mas fuerte que el famoso "abrazo de gol".

Porque la nuestro  fue más allá de una cancha de fútbol,  porque si,  es cierto nos divertimos un montón y amábamos lo que hacíamos. Pero hoy el mundo lo recuerda con hazañas y gestas heróicas e inolvidables y sí, todo es cierto, usted  fue el mejor jugador del planeta,  pero aquí nadie me devuelve a mi amigo.

El abrazo de gol podrá darse en  este y el otro y si tenemos suerte, podremos repetir algún gol maradoniano pero acá, dónde quedamos los mortales ya no podré volver a abrazarlo y es lo que me tortura. ¡Ya no puedo devolverle la pared, compadre! ¿Cómo hago ahora? Si desde que lo recuerdo las paredes se hacen  entre Maradona y Valencia.  ¿A quién se la voy a dar si no es a usted?

Quizás sea por eso que fui a ver el video, necesitaba de alguna manera volver a abrazarlo.  Desde acá seguramente todo sea un poco más difícil, como siempre fue cuando usted salía de la cancha,  pero su equipo (los de siempre) seguimos aguantando y tratando de disfrutar del partido.

Como lo voy a extrañar compadre,  se que todavía es muy pronto como para que el tiempo logre amainar el dolor pero tengo miedo que no ocurra. Siento un vacío imposible de llenar porque   entiendo que de alguna manera se fue con usted.

Perdóneme si el escribo esto y no lo lee, pero necesito descargarme alguna manera,  son las 3:15 de la mañana de la mañana y no puedo pensar en otra cosa,   no pude hablar en todo el día y recién ahora y aún así encuentro enormes dificultades

"Si todo vuelve cuando más lo precisás, nos veremos otra vez". Lo quiero mucho, ¿sabe? Le deseo con el corazón roto  la paz que en este mundo no pudo tener
¡Hasta siempre compadre".