El Diablo ya sabía dónde pegar

Escribe: Alexis Morre

E?n una tarde excelente de fútbol, Hipólito Yrigoyen se presentaba en su estadio, La Caldera, con el desafió de hacer valer el buen resultado obtenido de visitante, y así definir la serie ante un 9 de Julio con la esperanza de revertir la desventaja, parándose con un planteo a priori más ofensivo.

Yrigoyen salió decidido desde el minuto cero, y es así que a los cuatro minutos tuvo su primera aproximación, en una jugada que encontró por la derecha a Enzo Caciorgna, quien definió desviado al segundo palo del arco visitante.

En su segunda llegada, el local marcaría la primera diferencia. Nuevamente Caciorgna recibió vacío por la derecha del ataque y envió un centro rasante, el cual fue bien aprovechado por Santiago Vicario, quien anticipó a su marca con un fuerte cabezazo, el cual fue bien detenido por el arquero Alex Reartes, aún así, el delantero del Rojo capitalizó el rebote sentenciando el 1 a 0 para los dirigidos por Burello.

Ante este resultado, el local ganó en tranquilidad y una foto de ello fue la buena distribución de Diego Gabetta y Patricio Fernández en el mediocampo; la subida de sus laterales, la profundidad de Caciorgna y Bruno Domínguez por las bandas, más la movilidad y peligrosidad de Vicario y Guillermo Heredia en el ataque.

Por su parte, El Patriota, que estaba parado con defensa de tres, tratando de imponer superioridad numérica en el mediocampo, intentó conectar con sus delanteros, pero sin poder crear chances claras, y sus intentos fueron desactivados por el orden defensivo de Yrigoyen.

En este lapso, los tiopujienses tuvieron varias chances para aumentar el marcador, pero la buena actuación del arquero Reartes, y algunas imprecisiones en la definición no se lo permitieron.

A los 10 minutos, Heredia recibió en el área, y luego de un enganche definió de zurda, tapando Reartes su disparo.

Posteriormente, a los 17 minutos y de la salida de un tiro de esquina, Esteban Oliva disparó desde el borde del área, haciendo lucir nuevamente al arquero de Pasco.

En este lapso, 9 de Julio solo se acercó con un tiro libre enviado al área donde Ulises Bonaveri de volea encontró al siempre seguro Fabián Montiel en el centro del arco.

Por otro lado, el local dispuso de varias chances, pero se encontró nuevamente con la figura de Reartes. Tuvieron sus oportunidades primero Morre a los 28 minutos, luego de una salida desde el fondo, y luego Domínguez a los 36, en una pelota enviada en profundidad por Vicario, pero ambas definiciones fueron contenidas nuevamente por el arquero de la visita.

En la última jugada del primer tiempo 9 de Julio contaría con una inmejorable ocasión de gol: Guillermo Cabalía anticipó en una salida del local, la pelota le quedó a Alejandro Salinas, quien habilitó a Emanuel Coria, pero la definición de este último fue bien contenida por Montiel, quien, sin embargo, sujetó al número diez, y el árbitro decretó la pena máxima: penal para el equipo de Pasco. En su ejecución, el número nueve, Salinas, no pudo aprovecharlo y desvió su remate al palo derecho del experimentado portero local.

Así se fue la primera parte, en un partido controlado por Yrigoyen, pero que no terminaba de definirlo, y con un llamado de atención en la última jugada, lo cual mantenía en partido al visitante.

Otro tiempo, otra historia

De todos modos, esto cambiaria apenas comenzado el segundo tiempo. Cuando transcurría el primer minuto de esta segunda etapa, el lateral derecho del Rojo, Leandro Sabugo, efectuó un disparo desde el vértice del área, este fue desviado de gran forma por Reartes, pero luego del rebote en el travesaño, el ingresado Danilo Ponce, en una posición protestada por 9 de Julio al asistente, definiría ante el arco vacío. Este gol marco la definición del partido y, sobretodo, de la serie.

Yrigoyen, sabiéndose ganador, manejo con oficio la ventaja, sin perder el control de la pelota y el partido. Tuvo sus chances, ante la frescura y el atrevimiento de varios de sus juveniles venidos desde el banco, pero no pudo ampliar el resultado.

Y los Patriotas tuvieron su premio ante sus muestras de amor propio, cuando el ingresado Ignacio Romero definió por debajo de Montiel y descontó para su equipo.

Así finalizó la historia, con el local pegando en los momentos justos, demostrando autoridad para ser el ganador de la serie, e ilusionándose para lo que viene, el sorpresivo Ricardo Gutiérrez que eliminó nada más y nada menos que a Alumni en Plaza Ocampo.

Las figuras

Carciogna y Vicario (foto)

?En un equipo parejo, con puntos altos, siempre se mostraron peligrosos. En 9 de Julio se destacó la tarea de Reartes.

El árbitro

Leonardo Tatián

?Correcto desempeño, sin mayores sobresaltos.