LVF / Apertura / Zona B / 9na. fecha

Con el último aliento, vencieron a San Gavagnin

Sobre la hora, y desde el punto del penal, Colón le ganó 1 a 0 de local a San Lorenzo de Las Perdices. Si bien el Rojinegro tuvo momentos de claro dominio, el arquero santo brilló en su tarea
lunes, 27 de septiembre de 2021 · 09:30

Colón de Arroyo Cabral le ganó desde los doce pasos y en los últimos instantes a San Lorenzo de Las Perdices durante la tarde de ayer en su estadio, el Socios Fundadores.

En un encuentro donde primaron las situaciones de peligro, a ambos elencos les faltó el combustible necesario en los últimos. “Aflojaban al llegar”, como dice el tango.

Desde un primer momento, sin dar respiro, y avanzando lo que iba a ser una constante durante la tarde, Matías Sambrana, Joel Manzanares y Agustín Moreno supieron (junto a Ramiro Cortez) atacar como bloque e inquietar desde el primer momento a Alexis Gavagnin: a los dos minutos ya se notificó una aproximación.

Más tarde, a los 7, Torelli envió un centro desde la derecha asistiendo a Moreno, pero el disparo del delantero pegó en un defensor Santo.

Los de Aimetta, quien llega a su segundo partido con el buzo de DT, se animaban y eran un vendaval. Desde otro tiro libre, siempre nacidos desde el pie de Manzanares, Michael Villagra tuvo su ocasión, pero su frentazo no fue preciso.

Pero no todo fue Rojinegro en la primera etapa, es que debieron sacar el pie del acelerador (si no, no resistiría el trajín). A los 12 minutos, por medio de un chispazo del habilidoso Lucas Bolatti, los de Agosto también respondían con fútbol. Allí, Lucas, tras ser asistido por Lucas Silva, remató, pero fue a las manos de Kevin Soppeno.

Los visitantes llegaban con una baja significativa, la de Matías Zuriaga (quien fue bien remplazado por Ariel Pellizari).

El dueño de casa siguió con su embate y San Lorenzo, cuando tenía espacios hacía lo propio. Por esto mismo el partido se convirtió más en una riña callejera que en un cotejo futbolístico. Golpe por golpe, el terreno de juego se volvió un ring.

La rispidez y lo áspero se notaba, aún así, Manzanares se las ingeniaba para generar peligro, pero siempre allí estaba Gavagnin, que le detuvo un tiro libre potente que buscaba uno de los ángulos (el izquierdo). De tal tiro de falta nació un tiro de esquina, que fue ejecutado por el mismo Manzanares. Allí, Cortez remató, pero la pelota se fue pegada al palo.

A los 27, Tóffolo ensayó una respuesta desenvainando un derechazo desde afuera del área que se fue cerca. La misma acción se repetiría a los 29.

Para los últimos instantes del primer acto le quedaría un remate de Cortez que fue detenido por Gavagnin; otro derechazo en forma de centro del movedizo Moreno que también paró el “uno” y una exquisita asistencia de Manzanares a Ledesma, pero el defensor no estuvo fino y se lo comió abajo del arco.  Por estos instantes, en San Lorenzo le rezaban y eran devotos de su propio santo: San Alexis Gavagnin.

Para el segundo tiempo la cuestión no mutó ni un poco. Agustín Moreno apuntó de zurda y la tiró alejada. Más tarde, él mismo sería nuevamente protagonista en otro remate alejado.

Momento bisagra

A los 26 minutos llegaría uno de los momentos bisagra del encuentro. El recién ingresado Juan Medina vio la roja directa y dejó a su equipo con diez cuando aún restaban 20 minutos por disputarse.

Tal expulsión no fue aprovechada con inteligencia por Colón. Aún le faltaban espacios y la presión constante del Santo no era menor.

Poco faltaba para bajarse el telón, pero los cambios se hicieron notar, ya que casi la mayoría de estos (los cambios) fueron en el epílogo.

De una de esas modificaciones nació el gol que torcería la historia. En una réplica, con Colón avanzando por el centro, el ingresado Tomás Andrada asistió a Moreno que se fue derechito al gol, mano a mano con Gavagnin, pero en el camino fue “talado” por Jonathan Silva, que debió enfilar hacia los vestuarios apelar al último recurso.

Iban 47 y el estadio era una locura.  Con toda la tranquilidad necesaria, sin anunciarlo y siendo efectivo, Moreno abrió su pie y la puso a la derecha de un Gavagnin que voló hacia la izquierda. Fue gol, locura y final.

La alegría quedó para el local, que volvió a ganar. San Lorenzo, por su parte, encadenó su segunda derrota al hilo.

La figura: Alexis Gavagnin. El portero Santo fue San Alexis. Detuvo todo lo que se le cruzó, excepto el penal. Fue clave para que su equipo tenga esperanzas hasta el fin. En el local se destacó el juego y la potencia de Manzanares (foto).

El árbitro: Sergio Ibarra. Cumplió. Debió sortear un partido bastante trabado y muy hablado. Aplicó varias veces la Ley de la Ventaja, pero nunca en desmedro de nadie.

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