Viaje a octavos con polémica

Finalmente Alumni y River igualaron 1 a 1 en cancha del Fortinero, tras un partido donde el local fue superior en la etapa inicial, pero no supo liquidarlo. River, con gran entrega, equilibró las acciones en la etapa complementaria y rescató un punto. Alumni se aseguró un lugar para la segunda fase del certamen.

El local tras un comienzo parejo de las acciones se adueñó del protagonismo del juego con Maxi Delgado como figura más relevante. Privilegiando el orden como virtud principal,  Alumni con un interesante trabajo de su línea media controló pelota y campo. River peligrosamente dejó hacer a su rival y buscó cerrarse en forma prolija para evitar ser sorprendido.

Hubo arribos inquietantes en ese comienzo. River casi sorprende con un cabezazo de Mayco Sánchez sobre los 12’ que Jonathan Scalzo controló con cierta dificultad. Alumni que se mostraba como dominador del partido, no lograba ser profundo y dependió en demasía del andar de Delgado.

Precisamente, el zurdo casi desnivela con un remate potente y peligroso que Juan Cruz López desvió con esfuerzo. Se jugaban 13’ con un Alumni que hacía circular con criterio la pelota, pero sin el cambio de ritmo necesario para sorprender. Poco después, otra vez la zurda de Delgado probó de media distancia, pero atento el arquero de la visita respondió contra su poste izquierdo. River solo podía progresar en el campo  cuando su rival equivocaba los caminos y chocaba contra su última línea. River agazapado también disponía de sus argumentos para inquietar al local. La movilidad de Facundo Ferreyra como organizador de juego encendía luces de alarma que los volantes locales no lograban advertir a tiempo. Mayco Sánchez respaldaba los intentos y por izquierda Matías Álvarez se ofrecía como alternativa para abrir la cancha. Pero los dirigidos por Víctor Bengoa perdían peso a medida que se acercaban a los dominios de Scalzo.

Alumni insistía liderado por Delgado buscando filtrar la pelota justa para sus delanteros. Nico Gayoso buscaba en diagonal para liberar espacios por el sector derecho, pero achicaba el frente de ataque local. Román Martini ofrecía su habitual cuota de sacrificio, pero los centrales millonarios se mostraban firmes y muy atentos.

Un festejo lleno de dudas

Con ese panorama llegó la jugada clave de ese primer tiempo. Proyección por derecha de Genaro Kamieski, apoyo de Maxi Delgado y centro que Nicolás Gayoso corrige anticipando a su marcador. La pelota impacta en la base del poste derecho del arco, defendido por López y el arquero lanza el manotazo salvador para devolver el balón al medio del área. La jugada parece seguir en disputa, pero advertido por su primer asistente, el juez Matías López determina sancionar gol a favor del Fortinero. Los jugadores de River no salen de su asombro y corren en dirección al asistente para protestar. Los jugadores de Alumni tampoco comprenden demasiado bien lo que está pasando (un indicio importante) y poco después inician los primeros y tímidos festejos de la conquista sancionada por el juez. Nicolás Gayoso con el puño en alto todavía sorprendido, recibe las felicitaciones de sus compañeros. El juez logra, como puede, sortear las protestas y sus dudas se ponen en evidencia por el tiempo que se toma para reanudar el juego. No parece demasiado convencido, pero termina convalidando lo observado por su primer asistente Benjamín Sanabria. El partido ya no fue el mismo y sobre todo la actuación del juez no fue la misma. Pareció desbordado por la situación vivida y comienza a desarrollar una tarea errática y con muchos fallos cuestionables. Ni hablar de la coordinación con sus asistentes que no alcanzará nunca a ser eficaz. River acusa el golpe del polémico gol y reacciona con carácter. Casi empata sobre los 30’  con un zurdazo de Matías Alvarez que termina rebotando en el travesaño, tras una gran jugada de Facundo Ferreyra por derecha.  Sobre el cierre del parcial y con Alumni desenfocado y en otra dimensión, el Millonario estuvo a tiro de la igualdad. Otra vez desborde de Álvarez por el sector derecho y definición del zurdo que tras el desvío en Scalzo, Lucas Medina alcanza a tapar sobre la línea. Los jugadores del visitante ensayan una tibia protesta entendiendo que la pelota había transpuesto la línea de gol, pero la terna arbitral curada de espanto por lo sucedido anteriormente dejó seguir las acciones.

Sobre el cierre del primer tiempo Gayoso en una de las pocas veces que dispuso de terreno, logró imponer su velocidad, pero su definición fue abortada por la oportuna intervención del arquero millonario.

El segundo tiempo mostró a un Alumni demasiado apático, sin intensidad y repitiéndose en su búsqueda ofensiva. River a pesar de ciertas limitaciones se las ingenió para complicarlo. La imagen del local se fue desdibujando con el correr de los minutos y dejó agrandar a un rival que luchaba cada pelota como si fuera la última. La insistencia de la visita tendría finalmente su premio: sobre los 22’ una gran jugada de Facundo Ferreyra por el sector izquierdo, mostrando gran astucia y habilidad derivó para que Sánchez desde la puerta del área sacara un remate extraordinario que se terminará colando en el ángulo del arco defendido por Scalzo.

Alumni se terminó de apagar y River pudo ganarlo con un gran remate de Ferreyra, tras un tiro libre que Jonathan Scalzo desvió en forma espectacular al tiro de esquina cuando se jugaban 32’ del complemento.

Después pasó muy poco y el pitazo final selló el empate que dejó al local con la clasificación en su poder y algunas dudas en cuanto a su rendimiento futbolístico. River con gran dignidad logro sumar y aún conserva sus chances.

La figura

Maximiliano Delgado. Fue el eje de los movimientos ofensivos de su equipo. Su pegada le permitió sortear campo y asistir a sus compañeros. Le faltaron socios para sacar debido provecho a su buena tarde.

El árbitro

Matías López. Mal. Con muchas dudas. Se equivocó en jugadas simples y también en el manejo de las tarjetas. No agilizó el juego y convalidó un gol dudoso (a favor de Alumni) a instancias de su primer asistente, donde la pelota no pareció transponer totalmente la línea.