Apertura / Primera final / Ida

Con la defensa en alto

Alem y Ricardo Gutiérrez jugaron la primera final como una final, valga la redundancia, y empataron 0 a 0 ante más de dos mil almas. Abundó el juego en mitad de cancha, el pelotazo y las faltas en la mitad del campo. El próximo domingo, la emoción será en Tierra Santa
lunes, 4 de julio de 2022 · 11:00

Ante una multitud, y en el marco de la Final de Ida de la Liga Villamariense de Fútbol (LVF), Alem de Villa Nueva y Ricardo Gutiérrez de La Palestina empataron 0 a 0 durante la tarde de ayer en La Leonera villanovense. 

Y si bien, el encuentro tuvo ocasiones para que cualquiera de las escuadras se llevara el primer “chico”, no tuvieron efectividad de cara al arco rival y todo terminó en silencio.

Trabado. Una postal de lo que fue el trámite en la Leonera. Las imágenes que acompañan toda la cobertura del partido fueron tomadas por los fotógrafos Angel Alves y Pablo Pieckestainer

Salvo contadas ocasiones, los arqueros terminaron siendo meros espectadores de un juego trabado, brusco, con poca sorpresa y demasiadas rispideces.

Tras de un minuto de silencio otorgado por el reciente fallecimiento de Francisco “Chopo” Morales, un emblema de la institución y padre de Mauricio, actual DT de Alem, el juego comenzó y también la fricción.

A los 3 minutos de pitado el inicio, Ramiro Giraudo -goleador de la visita- ganó en ataque sobre la figura de Yamil Elhall y envió un cabezazo que fue detenido en dos tiempos por Brian Lafurcada. El juvenil arquero siguió cumpliendo un buen papel y en momentos vitales (es importante recordar que  en semifinales atajó frente a Rivadavia debido a la expulsión de Leo Morales, que cumplió ayer su última fecha de suspensión).

Respondería Alem a los cinco con un saque lateral de Elhall vertido en forma de centro que capitalizó bien Claudio “Lana” Díaz, pero no pudo definir y su remate dio en un defensor del RG. Al rebote de tal jugada lo recogería Mauro Fuente, quien le pegó fuerte, pero bastante desviado.

A los 10 minutos, siempre de la primera etapa, llegó una mala noticia para los dueños de casa. Elhall cayó en su propia área y ya no pudo levantarse. El hábil lateral fue retirado en camilla, trasladado a una clínica, por lo que pareció una dolorosa lesión en uno de sus tobillos y en su lugar ingresó Agustín Candelero,  quien redondeó un buen desempeño.

Reanudado el juego, Leo Bianchetta envió desde la izquierda un centro que lo encontró Valentín Cativelli sin marca, pero el delantero envió una media vuelta que se fue demasiado alejada. No tendría su mejor tarde Cativelli, y le costó más de la cuenta desenfundar.

Respondería Alem con un centro de Rosales que impactó en Nicolás Boglione y no tuvo mayores sobresaltos.

A los 21 lo tendría cerca el RG en posición de ataque y a contrapierna de los Leones villanovenses, pero Lafurcada detuvo las intenciones de Cativelli mano a mano.

Con la última acción mencionada se bajó el telón de la primera parte. Alem, que se paró con una defensa férrea –que tuvo que ser modificada por la salida de Elhall- pudo proteger sus redes y la tarea de la última línea fue eficaz. Pablo Fernández sacó tanto por abajo como por arriba (y formó parte de la creación del juego), Fabián Martínez no se alejó demasiado de su línea y Ramiro Lampayas se volvió una de las figuras de la tarde. Es que el defensor tuvo que rotar su posición y siguió rindiendo. Él, junto a Díaz y el propio Fernández fueron los puntos más altos de Alem.

Al tricolor le costó muchísimo hilvanar y llegar al fondo rival con comodidad. Esto no solo se debió a la imprecisión, a lo aislados que estuvieron los delanteros con un mediocampo quebrado y al exceso del pelotazo, sino a que Ricardo Gutiérrez sabe a qué juega y no está jugando una final porque sí.

Mientras los locales apostaban a tirarla lejos, y bien arriba (donde Díaz recibió cómodo y Márquez padeció la falta de control), la visita intentaba salir jugando desde el fondo y tejer su ilusión de llevarse un buen resultado en rodeo ajeno.

Con Tobías Ripa bien parado en el fondo, Andrada, Gastón Ripa, Nicolás Rodríguez y Joel Manzanares pudieron correr, proyectarse y jugar con comodidad: algo que terminó sucediendo. Tal vez en la delantera todo se complicó más de la cuenta y los líricos fueron estancados o terminaron muy adentro de los centrales tricolores.

 

Más de lo mismo

Y si el primer tiempo tuvo pocas emociones, el segundo tal vez menos. Esto se debe a que se afianzó el deseo de no perder.

Una de las intenciones más importantes del partido se dio a los 3, cuando luego de una asistencia del Lana Díaz, a Agustín Pereyra se le fue abierto su remate.

El Chino Fuente volvería a probar desde afuera del área, pero con displicencia.

A los 20, Díaz envió un tiro libre que pegó en la espalda de Andrada y si no fuera por Michael Becco, la pelota se terminaba colando en su propia valla.

Quedó algo más para ver: un centro de Boglione cabeceado por Giraudo que terminó despejando Rodrígo Márquez y un envío de Díaz que no pudo resolver Rosales porque se pasó.

 

Habrá que seguir esperando

No tuvo mucho más para contar el encuentro. Las finales son este tipo de encuentros: los que se juegan poco y, sabiendo que se juega poco, es importante poder fidelizar lo que se consigue, pero eso no sucedió. Tanto Brian Lafurcada como Michael Becco no fueron exigidos y la pelota corrió poco por las bandas. Tal vez el próximo domingo el libreto sea distinto y las obligaciones también migren. Muchos dicen que la primera final es la vara con la que se medirá lo que viene; otros dicen que el primer encuentro marca en el desenlace. Lo cierto es que todo aquello es incertidumbre y solo queda la espera. 

Al fin y al cabo, lo cierto es que ambas escuadras siguen vivas, ninguna ha caído derrotada y ahora la emoción se traslada a Tierra Santa.?En caso de volver a empatar se jugará una tercera final, en Plaza Manuel Anselmo Ocampo.

 

La figura: Ramiro Lampayas

Impasable. Tuvo que cambiar de posición por la lesión de Elhall y aun así siguió rindiendo. En el RG se destacó la defensa de Tobías Ripa y la férrea defensa de Nicolás Rodríguez.

El árbitro: Richard Moyano

Correcto. No se complicó de más y no compró ninguna simulación. Fue bien secundado por sus líneas. Los jugadores, también hay que destacaron, colaboraron para que el juego primara a pesar de las asperezas.

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