LIGA VILLAMARIENSE / APERTURA 2024/ 7MA. FECHA / ZONA SUR

Verde de orgullo

lunes, 29 de abril de 2024 · 13:00

Rivadavia marcó menos de lo que generó, pero solamente un grito le bastó para llevarse el clásico cabralense con total autoridad, en su casa, ante Colón. Ganó 1 a 0 con un tanto de Lautaro Saravia.

El cotejo, al que asistieron más de 700 personas, le dejó al Verde toda la alegría, en un partido válido por la séptima fecha de la Zona Sur del Apertura 2024 de la Liga Villamariense de Fútbol (LVF).

Y las emociones no faltaron. Lo cierto es que Colón, que nunca le encontró la vuelta, padeció su impotencia ante un Verde que le ganó por las bandas y lo hirió -como con un puñal- en el corazón de su área grande.

La victoria le sirve a los de Amadeo Perossi para trepar arriba de su conferencia, mientras llena de dudas a Carlos Bonaveri por el hecho de no haber podido generar prácticamente ninguna jugada de peligro real (fue solo una, y en la agonía del complemento).

Desde los papeles había ausencias: Rivadavia no pudo contar con Maximiliano Demarchi -lesionado-, mientras que Luciano Luppo, por expulsión, no fue de la partida en el rojinegro.

Al minuto de juego, Javier Demarchi probó a Alexis Gavagnin desde afuera, luego de que un tiro de esquina le quedara servido en el balcón, pero su disparo se desvió y murió en el tiro desde la esquina.

Y junto con ese golpe llegó otro, por medio de Nicolás Boglione, quien cabeceó a su palo derecho, pero una volada de Gavagnin impidió la caída de su valla. También la tuvo Roda, pero milagrosamente el balón se fue afuera.

Era más Rivadavia, y lo estaba demostrando, aunque poco era lo facturado. Ignacio Córdoba y Francisco Pérez -explosivos por su avenida- supieron aprovechar las espaldas de sus marcadores y desde allí enviaron balones comprometidos para que los delanteros quedaran de cara al gol.

Otro de destacada tarea, aunque no estuvo “fino”, fue Franco Gozzerino, quien envió un tiro libre -sobre 24 minutos- a las manos del “uno” rojinegro.

Con un Colón partido al medio, sin dominio del balón y sin protagonismo de Martín Barrionuevo, el dueño de casa aprovechó. Salinas y Pedraza fueron meros espectadores ante la poca alimentación para su pólvora.

A los 40, en una jugada que no parecía tener mayor peligro, Francisco Pérez encaró por la izquierda y sacó un remate defectuoso que demandó la salida de Gavagnin sobre la línea de fondo. Pero el arquero no llegó y vio cómo la pelota voló, en forma de centro, al segundo palo (donde estaban todos). Mientras el cuero flotaba sin dueño, Lautaro Saravia no dudó y le pegó fuerte y al fondo para hacer mover la red y desatar la algarabía de los Verdes.

Con ese panorama,  el telón cayó para darle lugar al complemento.

La segunda etapa tuvo un libreto parecido, Bonaveri no ensayó variantes y recién a los 11 minutos decidió el ingreso de Ahumada por Mansilla. Fue un cambio pieza por pieza, pero cada jugador tiene una característica distinta.

Antes, Saravia casi la empuja en el segundo palo para duplicar la ventaja, pero Ripa estuvo atento y la mandó a morir al tiro de esquina. También Córdoba probó un cabezazo, bien detenido por Gavagnin.

Otra chance clara tuvo Córdoba, cuando “mano a mano” con Gavagnin en un contragolpe, la “picó”, pero con mucha potencia y la pelota transpuso el travesaño.

Sí. Era todo de Rivadavia, Incluso a los 13 minutos, Gozzerino se llevó el balón en la mitad de la cancha con una guapeada, encaró, superó a dos defensores y mano a mano con el arquero visitante, la mandó a las nubes. Nadie lo podía creer, y el habilidoso “10” tampoco.  Hubo más, como un despeje de Cipolat en el segundo poste ante el arribo de dos cabeceadores.

La única situación clara para los visitantes fue un cabezazo de Ripa desde una pelota parada. El defensor, en situación de ataque, le metió un frentazo que exigió a Marcelo Berardo, que la mandó fuera de su arco.

 

Duelo de estilos: Amadeo Perossi (derecha) volvió a la senda del triunfo, mientras Carlos Bonaveri (izquierda) no pudo generar mucho peligro

Con cambios, y urgido por achicar la ventaja, Ledesma, Echegaray y Agustín Moreno saltaron al campo de juego con la casaca roja y negra. Pero no hubo forma. Colón no le encontró la vuelta y no supo aprovechar ni siquiera la supremacía: jugó varios minutos con un hombre de más porque sobre 37 minutos Ignacio Córdoba fue expulsado por doble amonestación.

Al final, pese a las esperanzas de la parcialidad visitante, no le quedó mucho más. El ingresado Álvaro Biani casi agarró desprevenido a Gavagnin y Gozzerino, enganchando en el sector izquierdo, le pegó muy abajo y el esférico se fue muy arriba.

En el ocaso y con el telón cayendo definitivamente, Santiago Comba volvió a ver la amarilla y será baja para lo que se viene.

Ganó Rivavia y ganó bien. Podría haberse hecho dueño de una victoria más holgada, pero no facturó con el mismo promedio de peligro que generó. Aun así, ¿quién le quita la alegría al pueblo Verde?

El árbitro - Jonathan Rodríguez Leiría

Correcta labor. Contó con la colaboración de los jugadores. Bien en las expulsiones. Supo manejar un clásico caliente desde el inicio.

La figura - Ignacio Córdoba

Movedizo por su andarivel. Abrió el juego y encontró la llave para incomodar al Rojinegro. En el local también se destacó la tarea de Gozzerino y Francisco Pérez.

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