Festejo de un arco a otro

Deportivo Argentino pudo desenredarlo en el final y se quedó con tres puntos de oro en su casa. Derrotó 1 a 0 a Rivadavia -que venía de celebrar el clásico cabralense- con un tanto de Tomás Lorca en tiempo de descuento.

Luego de un primer tiempo para el olvido, donde al Verde se lo vio desconocido y al Lobo con poco despliegue, la segunda etapa ofreció más emoción.

En los papeles, la primera etapa solamente tuvo dos ocasiones dignas de destacar: un tiro de esquina de Claudio Díaz, que casi complica más de la cuenta a Fonseca, y un disparo desde afuera de Agustín Moreno sobre los 20 minutos.

Ya para el complemento, los técnicos “soltaron las riendas” para que todo corriera por los cauces futbolísticos y el partido se armó -a pesar de las imprecisiones-.

Franco Gozzerino, siempre gravitante, llevó adelante dos jugadas en donde exigió a Leonel Luciani. La primera sucedió luego de gambetear a dos rivales y probar al “Cumbia”, y la segunda por medio de una asistencia a Moreno, que no terminó generando problemas mayores.

Creció Rivadavia y hasta Francisco Pérez se animó a probar. El volante no tuvo una de sus mejores tardes y eso se sintió.

 Pero toda aquella insinuación se terminó diluyendo porque el Lobo despertó. Primero mediante un ataque que dejó a Guerra mano a mano con Berardo, pero el “uno” cabralense achicó bien y salvó su valla. Otro que también estuvo cerca fue Benjamín Martínez, que hizo lucir a Berardo tapando otra pelota increíble.

Los cambios decididos por Morales le aportaron oxígeno en ataque a los de barrio Nicolás Avellaneda. José Fernández y Lucas Barengo fueron buenos relevos para aguantarla y abrir la cancha. También la aparición de Lucas Giménez, un poco más tarde, colaboró al peligro del anfitrión. A poco de entrar, Giménez probó desde lejos a Berardo, pero su remate, bastante vertical, no inquietó lo suficiente.

En 32 minutos, todas las ilusiones del Lobo de ponerse arriba casi se caen cuando Tomás Lorca, tras una serie de rebotes, casi la mete sobre su propio arco, pero el balón dio en el palo.

En honor a la verdad, le costaba a Argentino -y le costó bastante generar juego a pesar de sus jóvenes habilidosos y experimentados creativos-.

Asimismo, cuando todo parecía definido, llegó el grito sagrado. Desde un tiro de esquina, la pelota quedó sin dueño en el área verde y Lorca, en condición de ataque, le dio fuerte, por lo que el balón, luego de pegar en un defensor cabralense, se metió adentro para marcar la mínima ventaja, que significó tres puntos.

Celebra Argentino por haber sumado tres puntos de oro ante su gente y recuperar protagonismo. En Rivadavia, luego de una semana de celebración, vendrá otra de reflexión y reorganización.

El árbitro - Richard Moyano

Correcto arbitraje. No compró las simulaciones y dejó que el juego corriera sin interrupciones. Le reclamaron dos penales, uno en cada área, pero decidió bien en no cobrarlos.

La figura - Tomás Lorca

Fue líder en defensa y gracias a su buena ubicación consiguió desenredar un cotejo cerrado.