Verde de alegría

Rivadavia, de Arroyo Cabral, se llevó una trabajosa victoria por 1 a 0 frente a Española como visitante, en el marco de la novena fecha del Apertura de la Liga Villamariense de Fútbol (LVF).

El gol del triunfo cabralense fue señalado por intermedio de Paolo Arbarello en el complemento. Arbarello, que la fecha pasada se había ausentado por ser papá, volvió con todo.

El partido en líneas generales fue chato y aburrido, con equipos parejos a los que les costó armar juego durante los noventa minutos. Ambos conjuntos dependieron demasiada de sus individualidades que lejos estuvieron de sus mejores tardes. Con esquemas similares el desarrollo del partido fue trabado y con escasas oportunidades de gol desde su inicio. Las desatenciones defensivas fueron sinónimo de peligro.

Española aprovechó en el amanecer del encuentro gracias al oportunismo de Marco Mancilla.

El “nueve” del equipo gallego contó con una posibilidad clara antes de los cinco minutos. La falta de sincronización en el cierre de los centrales visitantes le ofreció una chance clara que Mancilla no supo aprovechar.

Rivadavia más expectante y con un juego más directo que su adversario tendría su momento poco después. La proyección en ataque del lateral Agustín Candellero por poco termina en gol. El remate del ex-Alem terminó pegando en la base del poste derecho de Juan Pablo Giordano con el “uno” fuera de acción. Estos sacudones emotivos no alteraron el ritmo lento y previsible de las acciones. Española parecía estar más a tono con el manejo de la pelota, pero le faltaba profundidad. Rivadavia, por el contrario,  apostaba a salidas rápidas y largas confiando en la velocidad y potencia de sus dos atacantes. Precisamente el fuerte de Paolo Arbarello. El ex-Alumni casi llega al gol, pero la oportuna tapada de Giordano lo privó del grito sagrado.

En Española el zurdito Felipe Meloni mostraba su atrevimiento y picardía a la hora de jugar, pero no lograba que sus compañeros lo interpretaran correctamente.  El atrevido jugador gallego tuvo una situación favorable llegando desde su campo, pero no logró definir bien. Rivadavia imponía rigor en la marca ante un Española que diluía sus buenas intenciones jugando lejos de Berardo.  Rivadavia mostraba sus credenciales de equipo sólido, con poco vuelo creativo pero siempre apuntando al arco defendido por Giordano.

Planteado así el partido se consumía entre insinuaciones y poca efectividad. A Española le costaba llegar y Rivadavia no lograba encontrar los caminos más directos para golpear. Pero la balanza se terminaría inclinando a favor del visitante. De a poco la potencia de Arbarello se transformó en motivo de preocupación para el fondo local.   En el comienzo del complemento Española inquietó a Rivadavia ajustando detalles ofensivos.

Una circulación más rápida de la pelota y mejores decisiones en ataque le posibilitaron a los locales contar con algunas chances. Pero esta situación fue bien resuelta por una defensa con mucho oficio y un arquero seguro como Marcelo Berardo.  Después el juego ingresó en un plano de paridad, donde la disputa de la pelota se transformó en lo más relevante. El juego perdió claridad, la intensidad no fue la misma.  Marcelo Santoni retocó su equipo con variantes puntuales que le reportarían un saldo favorable.  Con más volumen de juego y presencia en la zona del mediocampo, la visita tuvo saldo favorable.

El atrevimiento de Paolo Arbarello hizo el resto. Gran jugada individual (pique largo y definición) para colocar en ventaja al verde cabralense. Española acusó el impacto y no tuvo respuestas. Ni futbolísticas, ni anímicas. Pero no negoció sacrificio a la hora de intentar llegar al empate.

Rivadavia parecía tener servida en bandeja la definición de contra, pero careció de precisión. Por lógica terminó sufriendo. Española con poco casi se lo empata en la última jugada. Centro al área de Rivadavia y tras el error compartido entre Berardo y demás defensores, la pelota le quedó servida a Mignola. El volante gallego que había ingresado en el segundo tiempo con el arco libre, la tiró afuera. Santoni y la gente que llegó desde Cabral estuvieron al borde del infarto. Pero no hubo tiempo para más sufrimiento, Richard Moyano pitó el final y el triunfo se terminaba vistiendo de verde.

La figura: Paolo Arbarello

Todo potencia y voluntad. Con mayor protagonismo en el segundo tiempo, marcó diferencias.

El árbitro: Richard Moyano

Bien. Supo conducir el juego correctamente. No tuvo que decidir sobre jugadas polémicas.