Handball / El villamariense ha recorrido varios países con el silbato y el reglamento en sus valijas
Luciano Zabala, presente en el Mundial de China
El juez local, que conforma el grupo de observadores de árbitros en competencias internacionales, participa por segunda vez en el año de un torneo de este nivelLuciano Zabala es un villamariense que se ha convertido en un embajador del handball argentino. Luego de su etapa en el arbitraje, fue convocado para formar parte del equipo que es observador de los árbitros en competencias internacionales, actividad que disfruta y que le ha permitido conocer varios países.
Nació en nuestra ciudad el 6 de diciembre de 1989, hace casi 12 años se convirtió en árbitro de handball y, desde hace cinco, es delegado de una de las entidades de este deporte a nivel internacional.
Como árbitro, su permanente evolución lo hizo pasar por competencias nacionales de Cadetes, Juveniles, hasta llegar a Adultos (siempre en dupla con otro villamariense: Alexis Salera). Luego llegaron las designaciones internacionales, donde dirigió sudamericanos Menores y Cadetes; y la Granollers Cup, en Barcelona.
En 2019 decidió retirarse de la competencia internacional, pero poco después lo llamaron para formar parte de un selecto grupo que es la Comisión de Reglas de Juego y arbitraje (PRC), para la Coscabal (Confederación de Balonmano de América del Sur y Central), la entidad que regula el handball en Sudamérica y Centroamérica. Esta comisión tiene como función capacitar a todos los árbitros del continente y de estar presente en competencias internacionales como delegados, ocupando un lugar en la mesa.
En esa tarea, entre las competencias más importantes que participó se destacan los Juegos Panamericanos Juniors de Cali 2019, los Juegos Odesur de Asunción 2022 y los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, entre otros torneos clasificatorios a mundiales de distintas categorías, siempre en la tarea de observador, donde se encargó de examinar el desempeño de los árbitros.
Su crecimiento le permitió ser designado este año a dos mundiales: Junior Femenino y Sub-18 Femenino, respectivamente. Este último se está disputando en estos momentos en China y desde aquel país dialogó con elDiario.
Zabala contó: “Este es mi segundo Mundial. Mi debut fue este año, del 14 al 26 de junio, en Skopje (Macedonia del Norte), en el Mundial Junior Femenino (U21). Ahora estoy en el Mundial Sub-18 Femenino, que se disputa en Chuzhou (China). Empezó el 14 y termina el 26. En ambos casos me nombraron delegado técnico”.
“El año pasado estuve en los Juegos Panamericanos Santiago 2023 y esa había sido la máxima competencia que había tenido. Este año ya recibí denominaciones para estos mundiales y eso me pone muy contento”, contó, y agregó que “en el handball, un año se juegan los U18 y U21 femenino y el siguiente son los masculinos. A esto se le suman los mundiales adultos, que son cada dos años. Yo en algún momento apunto a llegar a un Mundial de ese nivel. Yo recién empiezo a nivel mundialista, pero tengo chances y es mi sueño”.
“Chuzhou es una ciudad del interior de China. Uno habla con la gente de acá y se perciben una ciudad pequeña, pero tienen cuatro millones de habitantes. Estoy sorprendido, es un país que uno no está acostumbrado a viajar. Para entrar al país hay que conseguir una visa. Para llegar fueron 30 horas de viajes y tres aviones. No es fácil llegar. A nivel de infraestructura, es increíble la calidad de estadios que tienen, la calidad de sus construcciones, es todo muy grande. En esta ciudad se juega el Mundial en tres estadios, son todos sorprendentes, con capacidad para 5 mil personas. China invierte mucho en infraestructura deportiva. No dejan de sorprender desde los vestuarios hasta la tecnología de las pantallas, o la transmisión”.
“También es sorprendente la predisposición de la gente. Con esto, China se quiere mostrar abierto al mundo y que puede organizar este tipo de eventos mundiales, y es la imagen que quieren transmitir a todos los países de apertura”, destacó.
En cuanto a las exigencias que significó llegar a esta competencia, contó que “lo que me costó del viaje fue la diferencia horaria. Acá estamos con once horas de diferencia con Argentina, casi medio día adelante. En eso me costó bastante la adaptación. Lo mismo me pasó con el tema alimenticio. Es distinta a lo que estamos acostumbrados en Argentina. Manejan una gama de alimentos más amplia, mucho más nutrida. Es diferente el tema de los alimentos. Ellos la preparan diferente, usan muchos picantes, con muchas especias que no ingerimos normalmente. Al principio cuesta acostumbrarse; con el pasar de los días te vas amigando con nuevos alimentos, sabores y olores”.
“En lo personal, estoy supercontento de cumplir el sueño de estar viviendo un Mundial. Es vivir el handball de manera profesional estando acá, Ojalá lo pueda seguir haciendo. No es fácil mantenerse. Es demandante en cuanto al tiempo y el estudio. En cuanto a la preparación, nosotros llegamos dos o tres días antes, donde tuvimos un curso intensivo. El idioma oficial es el inglés, es todo en ese idioma. Te toman exámenes, donde hay que rendir bien para continuar. Y en cada partido hay que tener un buen desempeño, porque a los directivos internacionales no les tiembla el pulso; si te equivocas o haces mal tu tarea, al día siguiente te mandan de nuevo a tu casa. Esto es máximo nivel y se debe manejar con profesionalismo; entonces, hay que prepararse en todo momento. No es fácil estar acá. Voy a estar casi 20 días. Igual que en junio pasado en Macedonia. Son muchos días que estás lejos de tu familia, tu trabajo, de tu casa y se hace difícil. Necesitás mucho el apoyo de seres queridos; en mi caso personal, el apoyo de mi novia, Macarena, el aguante que tiene, el apoyo condicional para que yo pueda cumplir mi sueño de trabajar con el handball de manera profesional. Sin ese apoyo no es fácil, porque estás muchos días lejos de tu casa y trabajo. No es fácil desarrollar esta vida de seguir la pelota, el silbato y el reglamento por el mundo. Estoy agradecido a ella”, destacó.
En cuanto a la competencia, contó que “si bien son mundiales de categorías formativas, están participando las selecciones del mundo, principalmente las europeas, como Francia, Noruega, Dinamarca, Hungría, Suecia, que vienen a estos torneos con un alto grado de exigencia y pensando y desarrollando los jugadores para sus futuras selecciones adultas. Es un handball del más alto nivel lo que se puede apreciar y participar acá. Ver y poder estar este tipo de partidos es un sueño”.