Buscadores a las órdenes

En el rastrillaje por la zona de ruta 9, entre el lunes y ayer, estuvieron perros que llegaron de diferentes partes. Atos y Katrina, provenientes de los Bomberos de Chazón, son algunos de los que se mostraron preparados

La búsqueda de la vecina desaparecida el domingo se centró desde el lunes con varias personas actuando sobre la vera de la ruta 9. Y allí nada sería igual si no estuvieran los canes, esos amigos que son casi siempre protagonistas cuando existe algún hallazgo de personas buscadas.

Concretamente, los perros buscadores tienen el plus que no tienen los humanos en cuanto al olfato, motivo por el cual nuevamente fueron requeridos para el trabajo de rastrillaje y no son pocos los que aparecen en las fotos de los operativos.

En este caso, por ejemplo, hay perros de los Bomberos de Chazón. Ellos son Atos y Katrina, compañeros de diferentes razas que fueron preparados para este tipo de acción y forman parte de la Federación de Bomberos Voluntarios de Córdoba.

Atos, un hermoso animal color chocolate, aprendió todo al lado de Marcelo Gómez, quien ejerce de veterinario y lleva cuatro años con el perro en el cuerpo de servidores de Chazón.

“De a poco le fue enseñando y el perro se adapta a la búsqueda; Atos es labrador, pero hay otras razas de buscadores como el ovejero o los belgas malinois”, contó Marcelo.

“Siempre tuve perros, pero en este caso hay que llevarlo a nivel operativo, entonces le fui enseñando para esto, para ser buscador, a través del método de premios, que es lo que más siente el animal”, explicó.

En ese sentido, Atos fue formado para seguir un rastro y, una vez que encuentra el objetivo, su función es ladrar sin parar hasta llamar la atención.

“En el caso de los perros para detectar sustancias explosivas, por ejemplo, al perro no se mueve porque está formado para quedarse sentado en el lugar; es decir, hay diferentes métodos para enseñarle, depende el objetivo”, indicó Marcelo.

En cuanto a la manera que tuvo de premiarlo, el propietario de Atos sostuvo que su can aprendió mucho “a través de los juegos”.

“Después depende de cada uno; algunos premian con la libertad, otros con alimentos; en mi caso siempre tratamos de jugar a encontrar algo y así el perro fue aprendiendo”, expresó.

En ese sentido, aunque muchos creen que el perro “padece” buscar, es todo lo contrario.

Al ser educados en la búsqueda, Atos y Katrina van disfrutando por los diferentes terrenos mientras “trabajan”, que para ellos es jugar. Eso sí, tienen un cuidado especial.

“Tienen una mejor cartilla sanitaria que nosotros”, bromeó Marcelo.

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