Dijo Lula al inaugurar el camino hacia el balotaje

“El pueblo tiene derecho a ser respetado nuevamente”

“Voy a ganar las elecciones”, aseguró durante la mañana de ayer Luiz Inácio Lula da Silva, tras obtener una ventaja de más de cinco millones de votos el pasado domingo durante la primera vuelta
martes, 4 de octubre de 2022 · 08:31

El ganador de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo en Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (foto), hizo su primer llamado a la esperanza con vistas al balotaje del 30 de este mes con un tuit en el que aseguró que va a ganar los comicios porque "el pueblo brasileño necesita, merece y tiene derecho a ser respetado nuevamente".

 "La esperanza del pueblo brasileño me emociona mucho. Por eso te digo que voy a ganar las elecciones, a recuperar el derecho del pueblo, a ser feliz. El pueblo brasileño necesita, merece y tiene derecho a ser respetado nuevamente.

¡Vamos, buenos días!", lanzó el candidato de izquierda.

Lula reunió en la primera vuelta 48,43% (57.257.473 votos), con más de cinco puntos porcentuales de diferencia con el actual presidente, Jair Bolsonaro, que alcanzó 43,20% (51.071.106 votos), con quien se medirá en el balotaje del 30 de este mes.

El domingo, en tanto, el expresidente Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2011, había sostenido que “la lucha continúa hasta la victoria final” y celebró la chance de un futuro debate “cara a cara” con Bolsonaro antes del balotaje.

Por otro lado, consideró ante sus seguidores que las próximas cuatro semanas servirán para "construir un abanico de alianzas para que gobierne".

 

Fallo de pronósticos

¿Fallaron las encuestas o callaron los votantes en una sociedad más polarizada que nunca? El dato relevante no surge de los sondeos previos sobre las preferencias electorales, sino de otro: el de la intimidad de los brasileños. Casi la mitad confiesa que en los últimos meses dejó de hablar de política con sus amigos y sus parientes, según Datafolha.

En la campaña hubo asesinatos y episodios de violencia. Tanto uno como el otro decidieron usar chalecos antibalas en los actos. El miedo a las amenazas influye en la reserva de los brasileños acaso para evitar discusiones y enfrentamientos. Influye, a su vez, en la posición tomada cuando ninguno de los dos despierta entusiasmo como otros líderes pretéritos. Ellos mismos incluidos.

El voto vergüenza, así como la indecisión, puede torcer aquello que las encuestas arrojan como una fija. Cada país vive su propia realidad, más allá de las tendencias globales. Desde 2018, cuando el Partido Colorado revalidó su poder en Paraguay con el triunfo de Mario Abdo Benítez, ningún gobierno se impuso en la región.

Ese año ganó Bolsonaro después de dos períodos de Lula, el inconcluso de Dilma Rousseff  y el interinato de Michel Temer. ¿Era el giro hacia la derecha? Años después, ¿Pedro Castillo en Perú, Gabriel Boric en Chile, Gustavo Petro en Colombia, y eventualmente, Lula en Brasil representan un giro a la izquierda?

El regreso a la tribu

Las derrotas en cadena de los gobiernos, más allá de las victorias amañadas en Venezuela en 2018 y en Nicaragua en 2021, no representan un retorno al socialismo del siglo XXI, más atado a los negocios bajo sospecha de corrupción que a la ideología.

De triunfar Lula el 30 de octubre, el gobierno de Joe Biden, no reconocido por Bolsonaro por su adhesión a los caprichos de Donald Trump, será el más beneficiado. Curioso desenlace de una ola rosa, no “roja, rojita” como pregonaba el difunto Hugo Chávez, que se hace llamar progresista de espaldas a Estados Unidos y, al mismo tiempo, se resiste a condenar la violación de los derechos humanos en Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Pragmatismo, le dicen, así como el vuelco hacia el centro de Lula y, modales al margen, de Bolsonaro.

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