Brasil-Ucrania-OTAN - Temor por posible cancelación de la vía diplomática para resolver el conflicto

Alertan sobre los "riesgos" de aislar más a Rusia

Mientras Estados Unidos y Bélgica endurecen sus posturas para con Moscú

El ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, advirtió ayer ante el Congreso sobre los "riesgos" que supone seguir "cancelando" a Rusia si se pretende trabajar en una salida pacífica del conflicto, además de condenar cualquier violación a la integridad territorial de Ucrania.

En una audiencia en la Comisión de Exteriores y Defensa de la Cámara de Diputados, Vieira defendió la postura de "equilibrio constructivo" con la que Brasil quiere ser un interlocutor en esta guerra, mientras continúan las presiones de socios como Washington y Bruselas para que endurezca su postura con respecto a Rusia.

Vieira insistió en que Brasil condenó la agresión rusa, pero defendió la necesidad de incluir a Rusia en foros y espacios internacionales, desde los que se puede ahondar en el diálogo, informó Europa Press.

A su vez, el jefe de la diplomacia brasileña expuso la necesidad de reformar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para hacerlo más democrático, a la luz de la "parálisis política" que provocó en el organismo la guerra de Ucrania, tal y como ya apuntó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien insistió en incluir en el órgano de la ONU a Brasil y a países como Alemania, Japón e India, así como naciones africanas y latinoamericanas, entre ellas Argentina.

"En los contactos que mantuvimos con interlocutores externos notamos un claro interés sobre la contribución que puede dar Brasil", aseguró Vieira, con relación al interés que mostró Lula de mediar, en colaboración con otros países no alineados como India o Indonesia, en este conflicto.

“Somos un grupo de países del sur que queremos encontrar la paz que el norte no está logrando”, había dicho el mandatario brasileño.

La de Brasil es una de las varias propuestas de paz que aparecieron como alternativa a la del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien se niega a sentarse a negociar con Rusia si no se tienen en cuenta todas y cada una de sus condiciones, entre las cuales está la recuperación de todos los territorios ocupados por Moscú.

Aún queda pendiente una reunión entre Lula y Zelenski, que no se pudo celebrar el fin de semana pasado al margen de la Cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, ya que el ucraniano "no se presentó" en el momento previsto, según dijo el propio mandatario de Brasil.

Lula dijo que no estaba "decepcionado" por el hecho de que no se haya dado la reunión, como había sugerido Zelenski a la prensa el día anterior, sino "molesto", y reafirmó su postura en defensa de un alto el fuego y conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania.

El presidente ucraniano, por su parte, confirmó la versión proporcionada por el Gobierno brasileño, según la cual habría habido una incompatibilidad de agendas.

 

Fuera de agenda

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reiteró ayer que la adhesión de Ucrania a la Alianza Atlántica, en plena guerra, "no está en la agenda", aunque afirmó que para la Cumbre de líderes aliados, que se celebrará en Lituania, en julio, se espera firmar un programa multianual para acercar a Kiev a los estándares occidentales.

"Todo el mundo se da cuenta de que la adhesión en medio de una guerra no está en la agenda y que esta no es la cuestión", indicó el jefe de la OTAN, en un foro celebrado en Bruselas, en el que señaló que lo importante es la relación con Ucrania cuando acabe la guerra y cómo acercar más a Kiev a la organización. 

"Todos estamos de acuerdo en que Ucrania será miembro de la Alianza. Esto quedó claro en la Cumbre que realizamos en Madrid el año pasado", afirmó Stoltenberg. "La cuestión más importante es saber qué ocurrirá cuando la guerra termine, de una forma u otra", agregó el secretario general de la OTAN,  según Europa Press.

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