“Villa María sería una muy buena opción para esa idea de Alberto”

“No puede ser que Dios atienda solamente en Buenos Aires... Un amigo ya fallecido esbozó la idea de capitales alternas. Ese amigo era José Manuel de la Sota, que lo hizo en su provincia con la ciudad de Río Cuarto como capital alterna. José Manuel fue muy importante, trabajé con él y no pude decirle lo que admiré su capacidad política... Quiero que en cada provincia haya una capital alterna y que una vez al mes el Gobierno nacional se instale allí”, dijo hacia finales de septiembre el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, al hablar ante gobernadores y candidatos a serlo.

Para el villamariense profesor de historia Gerardo Russo, quien ocupó un escaño en el Concejo Deliberante por el partido del candidato presidencial, “lo primero que se puede decir es que estamos ante una buena idea”.

“Descentralizar el poder político...”

“Como propuesta es muy atendible, ya que tiende a descentralizar el poder político y administrativo, e ir avanzando en la descentralización del poder económico, que desde nuestros orígenes como país se ha concentrado en torno al puerto de Buenos Aires”, comentó.

Russo, presidente del Instituto Municipal de Historia, concedió la nota “a título personal”, por cuanto “el tema todavía no se ha tratado en las reuniones” del organismo.

En ese orden, recordó que “no son nuevas estas intenciones: Villa María y Villa Nueva fueron escogidas en su momento y el Parlamento sancionó una ley al respecto, más allá de que exista todo un revisionismo de parte de historiadores en torno a si fueron o no fueron capital, si la ley aprobada llegó a estar vigente antes del veto del por entonces presidente Domingo Faustino Sarmiento, este punto  del territorio nacional había sido el elegido”.

En efecto, el 19 de septiembre de 1871, el Congreso de la Nación sancionó la ley que en sus primeros artículos estableció la federalización del punto denominado Villa María (se demarcaría un área de 26 kilómetros por costado cuyos límites serían fijados por una comisión compuesta por cuatro legisladores y el ministro del Interior para que allí se estableciera la capital de la Nación, pero la nueva capital que debía erigirse, de ponerse en vigencia la ley, no llevaría la denominación de las existentes Villa María o Villa Nueva, dado que explícitamente se dejaba establecido que esa ciudad se denominaría “Rivadavia”).

El funcionario trajo a la memoria el intento posterior del presidente Raúl Alfonsín para terminar con el centralismo porteño: el proyecto de Distrito Federal Viedma-Carmen de Patagones, adonde iba a estar situada la nueva capital federal de Argentina creada por la Ley 23.512 sancionada por el Congreso de la Nación el 27 de mayo de 1987, por iniciativa de los legisladores afines al mandatario radical.

“Esta de Alberto Fernández podría decirse que es una tercera idea que avanza en el mismo sentido, y bien podría servir para repensar a Villa María como capital alterna de la República, sin que esto suponga un tironeo con nuestros vecinos de Río Cuarto”, dijo Russo.

Sobre esta última ciudad, Russo señaló que “ya es la capital alterna de la provincia y, como tal, pudo traccionar al desarrollo de su región en el sur cordobés”.

“Bien podría pensarse que Villa María, con una ubicación geoestratégica fundamental en el centro de la Provincia de Córdoba, podría conseguir lo mismo para toda su zona de influencia”, acotó.

Y sostuvo que, para ello, “debería concebirse un proyecto conjunto con todas las ciudades y pueblos de esta región, señalando las bondades que tendrá una decisión de esa naturaleza para todos y cada uno de nuestros habitantes”.

EL ENTREVISTADO

Gerardo Russo es profesor de historia, fue concejal de la ciudad y actualmente preside el instituto municipal de historia.

N de la r: en la nota habla a título personal