Jornada de reflexión sobre el autismo - Se realizó durante la jornada de ayer en el Favio

“El diagnóstico produce un gran shock”

Marta Lastra, especialista de Derecho de la Salud y Discapacidad, destacó la idea de “empoderar” a las instituciones intermedias para favorecer un diagnóstico rápido
viernes, 8 de noviembre de 2019 · 10:16

El Centro Cultural Leonardo Favio estuvo repleto de familias y profesionales que en su vida diaria tienen varias horas de contacto con los más pequeños. Tal asistencia se dio en  el marco de una jornada de capacitación y reflexión sobre los trastornos del espectro autista (TEA).

En tal evento, una de las principales disertantes fue la especialista en Derecho de la Salud y Discapacidad, Marta Lastra; quien también forma parte de la Fundación Familia CEA (Condición Espectro Autista).

En diálogo con un periodista de El Diario, la abogada, y madre de un pequeño con dicho diagnóstico, reflejó que las acciones se llevan adelante con la idea de “acercar todos los derechos que están en las leyes, ya que a veces cuesta que tales derechos lleguen a los verdaderos sujetos”.

En esas mismas declaraciones aportó que, con su ponencia, se intenta “hablar sobre la importancia que tiene la pesquisa temprana del diagnóstico de autismo”.

“Esto es imprescindible porque mientras más rápido se pueda diagnosticar, tenemos muchas más chances de que la evolución pueda ser muy buena”.

Del mismo modo, Lastra puso un énfasis muy importante en las docentes de jardines y guarderías (así también como enfermeros).

“Queremos, de algún modo, poder orientarlos no solamente en lo que es la parte técnica o lo que la psicóloga pueda llamar como señales de alerta; queremos hacerlo en cuanto a la contención de la familia, para que ellos puedan orientar, diagnosticar y, en el caso que sea necesario, gestionar su certificado”.

Asimismo, apuntó la idea de que tales trabajadores puedan  “acompañar en el inicio de un tratamiento, ya todo esto le produce mucho movimiento a la familia”.

 

“Observar a los pequeños es la herramienta básica. Uno debe mirar, observar y debe  mantener esa visión en el tiempo para saber qué sucede. Si bien hay diferentes conductas observables en el niño, es importante destacar que no hay que verlas aisladas”, fueron algunos conceptos que rescató en su ponencia la psicóloga Silvana Rubinowicz.

 

“Aportar las herramientas”

Otra realidad que la entrevistada no pasó por alto es la percepción de la familia respecto a tal diagnóstico.

“Si bien podemos trabajar toda la parte técnica o medica y podemos hablar con el profesional, se necesita empezar un tratamiento, pero ese diagnóstico produce un shock muy grande”, indicó.

“Por ello tenemos que tratar de darles las herramientas a las instituciones intermedias como pediatras, docentes, guarderías y enfermeras, para que puedan orientar y acompañar a la familia ya que esa es la parte más importante”.

Detallando aún más el panorama, la especialista reflejó: “A una mamá le dan ganas de salir corriendo y no volver más”.

“Hay que priorizar al niño y para eso hace falta apoyo, ¿qué mejor que el de la maestra que lo ve todos los días?”.

 

“La palabra autismo asusta”

El trastorno suele producir en muchos senos familiares una especie de temor. Por eso mismo, en muchas ocasiones, los padres prefieren no investigar o singularizar distintos hábitos y conductas.

“El tema es que la palabra autismo asusta, así como también la palabra discapacidad”.

“Es importante entender primero, como dice una psiquiatra, que “en el autismo el diagnóstico se escribe con lápiz” porque depende del tratamiento, de cada persona, de cada niño y de la familia cómo va a ir evolucionando”.

Afianzando aún más sus pensamientos, la entrevistada redondeó: “El autismo es un trastorno que lo va acompañar toda su vida. Y nosotros podemos lograr que esa persona se adapte a la sociedad que conocemos como común”.

“El éxito va a tener muchos factores, que pueden ser el tratamiento, el acompañamiento de la familia, la escuela y en algunos casos la medicación”.

“La propuesta, entonces, es empoderar a las instituciones y ayudar a que ellas se puedan poner en el lugar de los padres. Es la mejor forma de poder comprender qué está pasando”, cerró.

En la continuidad de las actividades, Yanina Hayas y Andrea Cañas, madres e integrantes de la Fundación Familia CEA, también compartieron sus experiencias. Además se proyectó una película bajo el título “Cine Distendido”, distinguiendo que  muchas veces los niños con TEA no pueden asistir a una sola porque se les dificulta mantenerse sentados durante el tiempo que dura la proyección fílmica y esto inquieta a los papás.

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