El deseo de formar una colectividad - “Calculamos 30 apellidos”, rescataron
En busca de descendientes croatas
Hombres y mujeres que tienen ascendencia croata desean reunir a las familias que porten el mismo apellido. La idea es poder formar un grupo que fomente la cultura y sus raíces además de ser reconocidos como actores vitales en la ciudadPor sus venas corre sangre de la República de Hrvastka (Croacia). Están contentos con ello y lo quieren compartir de manera conjunta con todos aquellos que también tengan sus mismas raíces.
Se trata de María Julieta Cosulich, Lucas Breda Cosulich y Pablo Matcovich, quienes mantuvieron una charla ayer con un periodista de El Diario.
“La idea es formar una asociación a la que queremos denominar Amigos de Croacia”, explicó Matcovich. Asimismo, reconoció: “Hace años venimos investigando y contactando a gente de apellido croata. Cuando ya tengamos la mayor cantidad de descendientes, queremos funcionar como una colectividad”.
“Calculamos mas o menos 30 apellidos y teniendo en cuenta que por cada uno son cuatro, cinco o seis familias; la cifra es importante”.
En alusión al porqué de la convocatoria, explicaron que “la idea es que la gente pueda leer para informarse, y al hacerlo se acerque, porque no podríamos hacerlo solos”.
Poniendo énfasis geográfico en alusión a de qué sector son oriundos, recalcaron que “la mayoría de los que están en esta región son de Dalmacia, una zona costera que da al mar Adriático”.
En sus palabras, también aseguraron que su arribo a nuestras pampas “está muy emparentado con la inmigración italiana, más allá de las guerras. Es que también muchos (croatas) eran marineros y se instalaban en otros lados como Canadá, Estados Unidos o Australia, donde hay comunidades muy grandes”.
Un manto de emoción invade el diálogo cuando se les consultó por el regreso a su terruño. Ellos han vuelto a visitar su tierra de origen o bien a alguien en particular. “Solemos viajar porque tenemos familia o por el hecho de turismo genealógico. Uno termina yendo al país o volviendo, porque sus abuelos desearon volver”.
“Es muy impresionante cuando uno va a ver a sus ancestros y se encuentra con personas muy parecidas a tus tíos o padres. Es como revivir”, reconoció María Julieta Cosulich con un brillo particular en sus ojos.
Costumbres que prevalecen
Respecto al folclore o los hábitos que aún permanecen a pesar del paso de los años, Pablo recalca un dato anecdótico que los pinta: “Acá, generalmente los Matcovich decimos que tenemos que golpear la puerta con los pies, porque en las manos llevás algo cuando vas a visitar a alguien. Eso siempre fue una tradición. Cuando fuimos al pueblo de mis abuelos me dijeron la misma frase. Le dije que el dicho era de nuestra familia, pero me dijeron que no, que era de allá”.
“Logré entenderlo porque son minigranjas, de mil habitantes cada una, donde es normal que truequen y se lleven cosas de un vecino a otro”.
Durante la conversación también destacaron la difícil tarea de trabajar con las raíces ya que al principio “nos decían polacos. Pero nosotros investigamos”, reconoció Lucas Cosulich.
“Croacia fue un pueblo muy sometido en la historia. Cuando pertenecía al imperio austrohúngaro exigían a los jóvenes croatas ir al frente de batalla. Por eso algunos preferían entonces huir con sus familias antes que entregar sus hijos”.
Los anhelos
Proyectando lo que vendrá, quienes apelan a todos los que posean un apellido derivado (y se quieran sumar) recalcaron que tienen diversas actividades planificadas en pos de fortalecer la cultura de su tierra.
Entre ellas se destacan “la publicación del libro de inmigración, organización de charlas-debate sobre la historia y la actualidad del país, proyección de películas para rescatar la cultura e idiosincrasia del pueblo Hravsko, intercambios con centros de inmigración Croatas de Canadá, Australia y Estados Unidos; convenios con asociaciones para emigrantes retornados de Croacia, talleres de tutoría y conversación del idioma”.
Asimismo están abiertos y quieren relacionarse con otras colectividades y generar un espacio público de la ciudad para visibilizar dicha inmigración. Todo esto apuntado a una plaza o monumento en algún sector emblemático de la ciudad.
Algunos de los apellidos
Haciendo un racconto de todos los apellidos que llegaron a nuestra localidad (y también a la región) se destacan Buconic, Vedanovich, Nicevich, Buljevich, Matcovich, Nizetich, Palevich, Coschica, Restovich, Marusich, Cosulich, Baich, Bauk, Bejo, Konkurat, Sedevich, Mucevick, Horvat, Doriavich, Hzuliak y Arielovich, entre otros.
Así, con los brazos abiertos a todos los villamarienses, villanovenses y vecinos de la región, ellos esperan que este impulso se vuelva una realidad. La vía disponible para mayor información es mjcr199@hotmail.com.