Día de la Juventud - Belén Altamiranda Taranto, nieta recuperada, dialogó con los adolescentes en el Favio

“Hoy puedo decir quién soy”

Las Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba encabezaron la apertura de la tercera edición de tal jornada. Susana Gómez, ex presa política, también comentó su historia de vida en tiempos de la dictadura asesina
martes, 17 de septiembre de 2019 · 10:28

Escribe Daniel Rodríguez
De nuestra Redacción

En el inicio del Día de la Juventud, aproximadamente a las 9.30 de la mañana de ayer en el Centro Cultural Leonardo Favio se llevó adelante una charla-debate a cargo de las Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba.

Con la presencia de Claudia Arias, secretaria municipal de Inclusión Social y Familia y tras una corta presentación a modo de apertura de Valeria Caleri, directora del espacio de Juventud, Susana Gómez, ex presa política, y la nieta recuperada Belén Altamiranda Taranto ocuparon el escenario para compartir sus vivencias, experiencias y contextualizar la situación que les tocó pasar durante la última dictadura cívico-militar.

Allí, ambas tuvieron un ida y vuelta con diferentes alumnos de escuelas secundarias que más tarde marcharon por diferentes arterias con carteles, pancartas, bombos y redoblantes para en una recorrida denominada “Jóvenes en movimiento”.

Al momento de tomar la palabra, Belén Altamiranda Taranto narró la realidad que le tocó atravesar hasta poder encontrarse genuinamente con su identidad en el año 2008, cuando tenía 29 años.

“La identidad es lo más preciado que uno puede tener... saber quién es y cuáles son sus raíces... algo que ustedes seguramente ya tienen incorporado”, destacó, siempre mirando a cada uno de los presentes.

“Hoy no puedo decir la hora y el día en el que nací, pero puedo decir quién soy. Soy hija de Horacio y Rosa”, recalcó.

Al mismo tiempo, agradeció al espacio de Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba, escenario en el que se encuentra trabajando hace una década. “Agradezco haber conocido a mis cuatro abuelos, que hoy ya no está ninguno, pero tengo una familia muy grande que, de a poco, uno va conociendo y reconstruyendo... parece que fuera un gran rompecabezas que uno va armando a medida que puede”.

Brindando más detalles respecto a sus progenitores Rosa Luján Taranto y Horacio Antonio Altamiranda, destacó: “Ellos fueron secuestrados en mayo de 1977. Militaban en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y estaban dedicados al área de prensa en  la distribución de una revista”.

Al momento del secuestro su madre estaba embarazada de siete meses y en su vientre llevaba a Belén. “También se llevaron a mi tía Adriana. Mis hermanos, que eran chicos, quedaron con unos vecinos”, recordó.

Siendo una joven aún, la disertante decidió, en su momento, saber un poco más acerca de su identidad y se acercó al espacio de las Abuelas. Su situación es poco usual, ya que fue entregada en adopción de forma legal y no fue directamente apropiada. Por esta misma cuestión ella misma asegura no conservar ningún rencor con su familia adoptiva ya que siempre le dijeron la verdad.

 

“Los juicios fueron claves”

“Cuando volvió la democracia y algunos se animaron a regresar pudieron hablar de lo que habían pasado. Se pudo hacer una reconstrucción de por dónde habían pasado, a quiénes vieron y los juicios fueron claves para poder dar los testimonios y poder construir la historia”, recalcó.

En referencia a las acciones de la dictadura, no dudó en destacar que  “se trató de un plan sistemático de robo de niños. No fue algo al azar... estaba todo planificado”.

“Pude saber que pasamos por el Vesuvio, en Buenos Aires y nací en cautiverio en el Hospital Militar de Campo de Mayo. Mi mamá nunca supo si yo era nena o varón. Siempre estuvo encapuchada y esposada. No tuvo ningún tipo de contacto conmigo... imaginen el nivel de crueldad”, destacó.

“Antes de que la trasladen le hicieron a mi mamá escribir una carta para mi abuela, diciéndole que la iban al llevar a parir, que iba a tener el bebé con ella unos días para que pudiera amamantarlo, pero que luego se lo iban a entregar a ella y luego los iban a legalizar: es decir pasarlos a una cárcel común. Nada de eso se cumplió.  Todo esto uno lo pudo ir reconstruyendo a través de las detenidas que estuvieron con mi mamá”.

“Uno necesita saber, no es lindo ni grato... pero uno quiere saber lo que más pueda de sus padres. Estoy profundamente agradecida”, enfatizó.

En referencia a la edad de las abuelas y a su tiempo de trabajo, Belén destacó que se trata de “una lucha contrarreloj, porque las abuelas están muy grandes a pesar de que sean longevas y es desgarrador que no le puedan dar un abrazo a sus nietos”.

“No vamos a parar hasta poder devolverle su identidad a cada uno de los nietos que faltan”, cerró. Los padres de Belén aún continúan desaparecidos. 

Más temprano, Susana Gómez había tomado la palabra. Allí, tras un video del grupo de Abuelas, explicó un poco el momento histórico que le tocó pasar. “Yo era una adolescente. Tenía 14 años cuando empecé a militar en una organización y luego ingresé al Partido Revolucionario de los Trabajadores donde milité durante varios años hasta que fui detenida en el año 76 junto a mi suegra, mi hijo y mi compañero que también era militante del mismo partido”, repasó. 

 

En 2006 el expresidente Néstor Kirchner instituyó, a través de un proyecto de ley, el 16 de septiembre como el Día de la Juventud con el objetivo de “reivindicar la militancia y el compromiso de aquellos jóvenes que fueron desaparecidos durante la última dictadura argentina”

 

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