Piden más concientización por la cantidad de perros en la calle

Hay un viejo concepto, quizás arraigada en la cultura e impronta de pueblo que aun tiene nuestra ciudad en algunos aspectos, que debería ser revisado. Uno de ellos, según planteó una de las mujeres proteccionistas que más trabaja por los “callejeros” en la ciudad, es el de “el perro es mío, pero vive o anda en la calle”.

Silvina Gómez hizo un llamado a tomar conciencia por lo que implica esta actitud. “Muchos de los perros que están dando vuelta en la calle tienen dueño. Y que hablás con ellos y te dicen que salió a dar una vueltita,  pero que regresa solo. Pero en el medio pueden producir accidentes, más allá de que sean buenitos o tranquilos, porque corren autos, pueden lastimar ciudadanos y lastimarse ellos”, remarcó.

En ese sentido, dijo que “hay todo un riesgo con esto de que el perrito sale a dar una vuelta y vuelve solo” y lamentó que “seguimos sin tomar conciencia, nos quedamos en el tiempo comparado a otros países donde en ese sentido están más avanzados, seguimos con esa idea de que el perrito se va y vuelve solo”.

Esto lo planteó a raíz de que la cantidad de perros que hay en la calle y lo que esto genera, no se ha disminuido en la ciudad. “Está comprobado  científicamente que los animales tienen el razonamiento de un niño de 3 años, y vos a un niño de 3 años no lo dejás salir solo y esperás que vuelva. Va más allá del amor al perro, es una cuestión de responsabilidad para con el animal, obviamente, pero también con el ciudadano”, insistió.

“Creo que es momento de que empecemos a tomar conciencia, es un animal que no entiende y somos nosotros responsables de lo que ese animal puede generar”, agregó.

Arrepentidos

Silvina, como otras tantas proteccionistas, lleva adelante un trabajo intenso para que los perros perdidos encuentren sus dueños o para asistir y encontrar un hogar a los animales que aparecen abandonados, por ejemplo, en la vía pública.

Es por eso que es una voz autorizada al momento de esbozar lo que podría ser una recomendación o una súplica. “Antes de adoptar hay que ver si lo pueden tener, si lo pueden alimentar. Las condiciones básicas, y adentro de su casa. Sucede mucho con el perro que adoptan o compran, que luego se terminan arrepintiendo. Es la emoción del momento y luego que pasa un tiempo dejan de darle importancia. No entienden que es un animal que siente, sufre, que va cambiando, crece, es una cuestión de responsabilidad y amor y que no se puede abandonar”, lamentó.

Es por eso que, asegura, se ven muchos perros a la deriva. “Muchos se sacan el problema de encima. Mucho se mudan y lo quieren dar en adopción. ¡No, es tu responsabilidad!”, reclamó y agregó que “hay tantos en la calle, tantos… lamentablemente a veces se hace difícil ayudar al que realmente lo necesita”.

Según contó, no dan abasto con la tarea que llevan adelante, “porque quienes debemos colaborar terminamos haciéndonos responsable de una tarea que es obligación del Estado, que debe sancionar y multar a quienes abandonan perros, tienen que actuar y poner límites”, puntualizó.

A su vez, remarcó que “año tras año, la situación sigue siendo un conflicto para el que le gusta y el que no le gustan los animales, es un problema vigente donde el Estado sigue mirando para otro lado, si no no habría tantos perros en la calle”.