Los vascos también buscan el retorno a la normalidad

El año 2020 no viene siendo el mejor. Verdad de perogrullo (a esta altura de las circunstancias) que no solo sirve para describir la realidad de las empresas o de los ciudadanos de a pie. También de las instituciones culturales. Es el caso del Centro Vasco Euszko Etxea de Villa María. Una entidad que, como todas, ha sufrido el parate obligado por la emergencia sanitaria. Y que, sin embargo, comienza a ver la luz al final del túnel, preparándose para uno próximos meses que, estiman sus referentes, vendrán con actividades y propuestas.

Organización sin fines de lucro nacida en 1949, la euskal etxea ("casa vasca" en esukera, el idioma de Euskal Herria) cumplió justamente 74 años el pasado 29 de septiembre. Feliz acontecimiento que por la situación por todos conocida no pudo ser celebrado como a los vascos les hubiera gustado. "Pero de cualquier forma nos sirvió para marcar otra nueva página de nuestra rica historia, y mirar para adelante", comenta Luis Carricaburu, presidente del Centro Vasco local.

Consultado sobre la situación que atraviesa la institución, Carricaburu expresó: "Como para todo el mundo, el nuestro ha sido un año sumamente complejo. Tuvimos que frenar todas nuestras actividades y recién en el último tiempo pudimos habilitar algunas, con mucho cuidado y siempre siguiendo los protocolos. Es el caso de las clases de euskera a distancia, por ejemplo, nuestro milenario idioma que es motivo de estudio de lingüistas de todo el planeta, ya que es uno de las lenguas más antiguas y complejas del mundo".

"Naturalmente que no pudimos realizar todos nuestros tradicionales festejos, como San Fermín, el Día de la Diaspora o el Aberri Eguna, que son eventos muy caros al sentimiento de los vascos. En el caso del Aberri Eguna, hicimos un video institucional, como para poder hacer un homenaje, al menos a la distancia".

Respecto a las actividades que se vienen, Carricaburu enfatizó: "Estamos esperando las autorizaciones de los organismos correspondientes, como el COE y la Municipalidad, para poder reiniciar los talleres que son un clásico del Centro Vasco, como el coro, la música y las danzas. Estas últimas tienen una tradición muy arraigada en nuestra región, ya que prácticamente iniciaron con la inauguración misma de la institución, allá por mediados del siglo pasado".

Al respecto, el "Lehendakari" ("presidente" en euskera), remarcó la marcada raigambre que la comunidad de vascos y descendientes de estos tiene en Villa María, la zona y la pampa humeda en general.

En tal sentido, recordó el papel que los venidos desde la zona pirenaica (en el norte de la península Ibérica, entre España y Francia) tuvieron en la agricultura del centro del país.

"Lo que intentamos lograr desde el lugar que ocupamos como institución, es honrar la memoria de nuestros antepasados, difundiendo la cultura vasca en los distintos niveles de la sociedad. En 2020 no hemos podido hacer todo lo que hubiéramos querido por la situación más que conocida. Pero somos optimistas de que muy pronto podremos retomar la buena senda", concluyó Carricaburu.