Preocupación en el comedor comunitario de barrio La Calera
Caritas Felices recibió su última ayuda municipal en diciembre
Es el dinero con el que pagan los servicios básicos y compran carne para la cena de un centenar de niños. Esperan que se regularice la entrega
Como se sabe, al comedor comunitario Caritas Felices van a cenar de lunes a viernes entre 80 y 100 niños.
Comida nunca falta en este espacio solidario ubicado en calle Juárez Celman al 800 de barrio La Calera, porque distintos vecinos de la ciudad colaboran permanentemente. No obstante, estos son días de preocupación en el lugar, por el atraso del subsidio mensual que brinda la Municipalidad.
Hay inquietud entre muchas colaboradoras del Caritas Felices porque el último subsidio se abonó el 20 de diciembre. En lo que va de este año no llegaron los montos que corresponden a enero y febrero, que se utilizan esencialmente para pagar los servicios y comprar carne para la cena de los chicos.
Según pudo conocer El Diario, el día en que se reunió por primera vez la mesa local de Argentina contra el Hambre, en barrio Nicolás Avellaneda el 20 de diciembre pasado, Marisa Sánchez -cara visible y fundadora del comedor- le dijo al intendente (hoy en uso de licencia) Martín Gill que no habían recibido el pago correspondiente a ese mes.
Entonces Gill encomendó al subsecretario de Inclusión Social y Territorio, Jorge Argüello, a que se entregara el dinero, y así ocurrió. Fue la última partida recibida en el comedor.
“Si no tengo para pagar el gas y la luz vamos a tener que cerrar. Ecogas te corta el servicio ante la falta de pago de dos boletas”, se le escuchó decir con angustia a Marisa Sánchez.
“Todos saben que con lo que es comestibles la piloteamos, incluso solemos tener mucho, pero nos hace falta el dinero para pagar impuestos y carnes”, explicó la dirigente social.
El municipio gira al Caritas Felices 14.900 pesos por mes. De allí se destinan cerca de 6 mil pesos a las boletas de gas y de energía eléctrica. Con el resto se compra carne o se solventan algunas cuestiones para el funcionamiento de un espacio que recibe a un centenar de pequeños que no comen en sus casas porque no está la posibilidad.
Hasta diciembre, y como es de público conocimiento, la entrega de subsidios se venía dando con atraso. Ya no se pagaban los primeros días del mes, sino mucho después.
A enero directamente lo sortearon en el Caritas Felices sin esta plata y empezó a correr febrero sin la ayuda estatal.
