Al borde del colapso

Aún con esperanzas de que la situación cambie y llegue la hora de políticas productivas para las fábricas militares, dirigentes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Villa María manifestaron su preocupación por la acefalía existente en la cúpula de la Sociedad del Estado que comanda las industrias castrenses, entre ellas, la Fábrica Militar de Villa María, lo que provoca una virtual paralización del sector.

“La verdad es que estos dos personajes que todavía quedan en el Directorio -Ricardo Casal, el exinterventor de la gestión de Mauricio Macri, y Edgardo Serafín, general retirado- no hacen nada, no firman nada. Para nosotros eso es muy grave y por eso le preguntaría al Gobierno actual por qué siguen ahí, cuál es la idea de dejarlos dos meses más”, dijo Jorge Heredia. “Nosotros pensábamos que al otro día de asumir el actual gobierno los iban a sacar a estos tipos”, agregó.

“Bueno, dejando a esa gente en el Directorio -solo se fue el más cuestionado, Fernando Esperanza-, tenemos a la Fábrica al borde del colapso. Hay que arreglar la pileta de tratamiento de efluentes de residuos industriales que va a colapsar si no se repara; tenemos la planta de ácido que tiene todos los tanques rotos y no hay dónde mandar el ácido residual”, ejemplificó, indicando que al no haber firma de los responsables nacionales no pueden “ni comprar un tornillo” porque la administración está centralizada.

A poco de asumir Alberto Fernández la Presidencia, tuvieron una reunión con la secretaria de Ciencia y Tecnología, dependiente del Ministerio de Defensa que tiene a Agustín Rossi como titular. “Ahí le dijimos que no queremos que se equivoquen más, porque cada vez que se equivocan, las consecuencias las pagamos nosotros en la Fábrica”. Plantearon inquietudes, pero no pudieron avanzar más.

En el ámbito local confirmaron que no hay designadas nuevas autoridades. “Se hablaba de Francisco Tamarit, pero no sabemos nada en realidad”. Mientras, continúa al frente del Polvorín Miguel Toselli, aunque renunció el gerente de Gestión de Personas (equivalente a recursos humanos), Esteban Fariolli, quien era el segundo a cargo en Villa María.

Esta falta de definiciones, preocupa al gremio que espera la reactivación de la Fábrica con la reincorporación de los despedidos.

“Nosotros entendemos la compleja situación económica de un gobierno que tiene tantos frentes y que recién empieza, pero lo que pedimos no es plata, es una decisión política”, apuntó Fernando Mercado. Pide que nombren nuevas autoridades y que en cada fábrica militar haya al menos un subdirector del sector de los trabajadores.

Recordaron que ya presentaron proyectos de reactivación y que actualmente deberían estar trabajando intensamente para cumplir con los embarques de nitroglicerina hacia Perú. “Ellos quieren comprar más y no vamos a llegar con nuestra fábrica, también necesitamos que se reactive la de Azul”, indicaron, en referencia a la que cerraron durante el Gobierno anterior.

Están convencidos de que es posible reactivar, generar puestos de trabajo y recursos para el país. Por eso piden empezar un camino nombrando autoridades que vayan hacia esa dirección.