Desde sus especialidades apuntan a entender lo que está sucediendo con el COVID-19

Miradas alternativas posadas en el coronavirus

Un líder espiritual cristiano evangélico, un coach ontológico profesional y una terapeuta en biodecodificación suman su opinión en relación a la pandemia que hoy tiene en jaque a la sociedad mundial
martes, 28 de abril de 2020 · 08:11

En medio de la pandemia, las voces que se imponen son las que dicta el Estado, el discurso oficial, sumando una nueva etapa de la cuarentena, que va en una necesaria contraposición con la economía y sus interpretes que requieren volver a hacer girar la rueda.

En ese contexto, desde distintos credos o disciplinas tratan de argumentar las razones de la aparición del COVID-19 y por ello El Diario entrevistó a un líder espiritual, una coach en biodecodificación y otro profesional ontológico.   

 

“Una gran oportunidad para fortalecer nuestra fe”

“Aquellos que creemos en Dios y hemos leído la Biblia, Dios lo predice, habla de enfermedades fatales, guerras y desmanes”, comenzó diciendo Carmelo Enrique Gutiérrez, líder espiritual cristiano evangélico y coach ontológico profesional.

“Lo que está sucediendo es que estamos preparando la venida de Jesucristo, y para los que creemos en él es una gran oportunidad para fortalecer nuestra fe, para que se vuelva a los caminos de Dios, del que nos hemos alejado”, apuntó.

Al preguntarle si este virus está en manos de la ciencia, opinó: “Dios va a poner a los médicos y los científicos para encontrar una cura y la vacuna, para ser la cura divina de Dios, que si bien se salvara físicamente, será una oportunidad para buscar la salvación de su alma”.

En cuanto a cómo ve la muerte, Gutiérrez apuntó que “uno en la Tierra tiene que dar testimonio a Dios, de ello dependerá que su alma esté en la eternidad al lado de Dios o, si no, se verá con el infierno”, aunque agregó que “los pecadores tendrán la oportunidad de redimirse. Todo este problema que tenemos ahora nos pone en manos de Dios para reevaluar nuestra fe, porque la Tierra ha sido abusada por el hombre. En Dios hay esperanza de que todo va a cambiar”.

Finalmente, cuando se lo consultó sobre si considera que este es el final o el apocalipsis,  resaltó: “El amor por Dios calma toda necesidad... El va a estar con nosotros y nos salvará, no te olvides que Dios puso a Jesucristo para que se sacrifique por nosotros”. En el plano terrenal resaltó que “todo va a cambiar, vamos a un mundo diferente, otras formas de trabajo con la tecnología, como así también para capacitarse, una oportunidad nueva, y Dios nos va a dar esa oportunidad”.

Carmelo Enrique Gutiérrez, líder espiritual cristiano evangélico y coach ontológico profesional

Miedo y amenaza del territorio

“Nosotros nos basamos en las cinco leyes biológicas del doctor Hamer, que se asientan en que detrás de cada enfermedad hay un shock traumático...”, planteó desde el inicio de la charla Patricia Signoretti, coach y terapeuta en biodecodificación.

“El terapeuta en biodecodificación guía a su consultante para descubrir la causa de su enfermedad. Se necesita del diagnóstico médico para comenzar la terapia ya que dependiendo de los órganos afectados, su función y los tejidos comprometidos se procede con la terapia”, puntualizó sobre su trabajo.

En relación al COVID-19, resaltó que “los síntomas de deficiencia respiratoria, la pérdida de olfato, la tos y el compromiso de laringe, bronquios y pulmones remiten a conflictos de miedo y amenaza en el territorio”.

Destacó, además, que “los medios se han encargado de sobredimensionar los efectos del virus y dibujar estadísticas de manera que el miedo, principal factor causal de los síntomas mencionados anteriormente, sea el protagonista del sentir de nuestra sociedad”.

“El creer en lo que dice la palabra de profesionales de la salud que en estos momentos ejercen la voz oficial, que están en todos los canales de televisión, eso agudiza el miedo. Por el contrario, el conocimiento calma, tranquiliza, reduce el miedo”, manifestó Signoretti.

Por eso, advirtió, “es importante leer o escuchar a quienes con la misma o mayor autoridad académica explican que el virus no es letal; el virus no es una enfermedad, es un agente infeccioso que necesita de un terreno con ciertas características para hacer un trabajo”. “El miedo y la angustia constituyen los principales requisitos que debe tener ese organismo para que el virus se instale”, subrayó.

La entrevistada agregó que “el aislamiento, la falta de libertad, el sentir que no estamos capacitados para ejercer una responsabilidad consciente frente a las medidas de seguridad que se nos indican, potencian lo que llamamos amenaza en el territorio. Esto, conjuntamente con la falta de contacto con seres queridos o el contacto obligatorio por cuarentena con otros acrecientan los indicios de enfermedad”.

También indicó: “Lamentablemente, se sobrevalora la salud como resultante del contacto con un virus y no la salud como consecuencia del malestar emocional y en algunos casos shock psicológico que provocan la incertidumbre, la falta de trabajo, el no poder cumplir con las obligaciones”.

“Ni hablar de que no hace falta ser médico ni epidemiólogo para saber que el miedo debilita el sistema inmunológico, que debe estar fuerte para que el cuerpo no les dé entrada a enfermedades respiratorias que son las que están manifestándose como consecuencia”, sostuvo la profesional.

Finalmente, esgrimió que “la biodecodificación dice que es fundamental que busquemos otras fuentes de información que parecen estar acalladas coercitivamente. Aparentemente, sostiene, hay intereses que desconocemos y que nos resultaría muy difícil investigar y probar. Nuestro deber como sujetos que deciden estar sanos es informarnos y difundir en las redes que están a nuestro alcance para que entendamos que no estamos a merced de un virus letal”.

Patricia Signoretti, coach y terapeuta en biodecodificación

“Es una exageración mediática...”

 “Hay muchas teorías sobre los virus... Una es la de la medicina tradicional, otra de la panspermia, otra de la coevolución, eso demuestra que hay un total desconocimiento sobre ellos”, planteó Angel Adrián Fernández, coach ontológico profesional.

“El virus no tiene vida, por eso no existe la posibilidad de matarlo como se dice, es una conformación de proteínas producto de una muerte rápida de células. Cuando esto se produce aparecen los distintos genomas”, especificó. “Desde nuestra mirada, los virus aparecen como reparación de conflictos internos, los que serían los detonantes de que el virus se active en nuestro organismo”, mencionó.

La mortalidad del COVID-19 “es una exageración mediática, no estoy negando que haya muertos, pero pareciera que el mundo ha descubierto que la muerte existe, esto es lo descabellado ya que es un número ínfimo de muertes con respecto a otras patologías incluso virales...”, planteó y agregó que “podría comprobarse viendo las estadísticas de la OMS y de la FAO”.

“Desde un punto de vista si se quiere holístico o espiritual,  algo nos está queriendo decir esta pandemia, quizás sea el momento de replantear ciertos conceptos ya que lejos de igualarnos como dicen, ha brotado la intolerancia, por ejemplo, hacia el personal de la salud, producto de lo mediático”, insistió.

“Creo que la solución a esta problemática sería en gran medida apagar la televisión, tomar sol una hora, mucha introspección, vitamina D y ácido ascórbico, aclaro que no estoy medicando; estar centrados en nosotros mismos. Creo que el Gobierno argentino está haciendo lo correcto desde la medicina tradicional”, acotó.

También opinó Fernández que “sería mejor consultar a otras disciplinas médicas, no solo a los infectólogos y epidemiólogos”.

“Nosotros estamos ahora en un conflicto de profundidad, ya que estamos aislados y esto puede traer otras consecuencias en nuestro organismo. Esto de decir que estamos frente a un enemigo invisible nos está poniendo en total inferioridad, nuestro inconsciente entra en muchísimo estrés”, planteó.

Finalmente, señaló que “cuando pase esta cuarentena vamos a entrar en un período de reparación, se pueden producir muchos desarreglos físicos y mentales; lo que no tenemos que tener ante esta enfermedad es miedo, porque nos baja las defensas”.

 

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