Pandemias en la historia - Reflexiones desde la APDH

Las tragedias que nos vigilan

En un extenso y profundo texto, la delegación local del organismo plantea una serie de interrogantes y fija posición en la situación actual
viernes, 3 de abril de 2020 · 10:30

Bajo el título de “La construcción de un nuevo mundo”, la Delegación Villa María de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) se refirió a las pandemias y del poder, para afirmar inicialmente que “lo inesperado nos ayuda a mirarnos individual y colectivamente… con una amplitud de pensamiento generoso y crítico, que nos permita ver el entorno, el universo y el grado de responsabilidad que asumimos los humanos frente a calamidades”.

“Será el tiempo de replantear el propósito, será el momento del encuentro, sí, pero de un encuentro despojado de todo aquello que nos divide, que nos separa; abandonar la puja irracional de la imposición por la fuerza y no por las convicciones democráticas”, expresó la APDH de esta ciudad.

A renglón seguido citó a Ernesto Sábato, en su escrito La Resistencia: “Les pido que nos detengamos a pensar en la grandeza a la que todavía podemos aspirar si nos atrevemos a valorar la vida de otra manera. Os pido ese coraje que nos sitúa en la verdadera dimensión del Hombre”.

El documento de afirmó que “lo de Sábato es un mensaje de esperanza de un hombre comprometido, que nos deja su pensamiento para animarnos a salir, no de la grieta, sino del abismo que los intereses personales y de grupos económicos, políticos han llevado a la sociedad, empujándola a la deshumanización de la vida...”.

Más adelante recordó que “no es nuevo lo que nos pasa con el virus; la historia de la humanidad tiene su bagaje de los flagelos que ha padecido: plagas, guerras, depresiones, hambrunas y, sin embargo, siempre la esperanza alimentó la posibilidad de la restauración”.

“El contagio y las hambrunas han acompañado al hombre en toda en su existencia. En oportunidades han sido más mortales que las guerras. La Peste Negra en el siglo XIV, fue una de las pandemias más importantes del mundo; la bacteria Yersina Pestis, que vino de Asia, se llevó casi el 70% de la población y luego se repitió en los siglos XIV y XVII. Otra fue la Gripe Española en el año 1918, con más de 200.000 muertes. El VIH, conocido en 1981, hasta 2012, tenía más de 30.000 millones personas infectadas en el mundo”, citó el organismo que preside en la ciudad el profesor Elvio Toscano, entre otras muchas pandemias sufridas en el mundo desde épocas del Imperio Bizantino y del Imperio Romano hasta la actualidad.

“Pero hubo otras plagas que no fueron provocadas por mosquitos, vampiros, ratas, mariposas, sino por el hombre mismo: la Primera y Segunda Guerra Mundial. Nos atrevemos a afirmar, por estudios científicos, que también el hombre es responsable de las tragedias pandémicas, porque en su afán del poder económico y control del mundo laceró la naturaleza, generando sin duda la presencia de nuevos virus. Es parte de la historia real y no de la ficción”, aseguró.

Apuntaló esa Afirmación con el aporte de Eric Hobsbawm, en La Guerra y la Paz en el Siglo XXI: “Los grandes problemas a que nos enfrentamos: la guerra, la paz y las posibilidades de un orden mundial, del proyecto imperial de Estados Unidos y de cómo un grupo de políticos locos pretenden implantar su propia versión de la supremacía mundial, de los efectos de la globalización que acentúa las desigualdades en el mundo, de la crisis Estado-Nación, de las inmigraciones, el racismo y la xenofobia”. “Todos, o una gran mayoría, nos preguntamos hacia dónde vamos. La realidad nos está planteando que vamos por un camino equivocado… Estamos en una encrucijada, ¿quién se anima a pensar en otro paradigma?”, expresó, para indicar que “las epidemias siempre producen efectos negativos, pero también nos permiten ver lo que antes no se veía”.

Agregó que “de pronto, descubrimos sujetos que se mueven y trabajan silenciosamente, son los que también sufren en sus cuerpos el dominio del otro y sin embargo son efectivamente los que sostienen el tejido social”.

“En ese contexto está Argentina, un país endeudado, un país quebrado en los servicios básicos de salud, educación, trabajo y en la atención de niños y adultos con problemas sanitarios y de desnutrición; toda una pesada herencia recibida de cuatro años de gobierno liberal, que profundizó y devastó la columna vertebral del país, enriqueciendo a sus amigos y a las empresas que ellos integraban”, apuntó.

Y añadió: “Desde APDH Villa María, compartimos las políticas asumidas por el Gobierno nacional y las decisiones en defensa la salud, el trabajo, la protección general de la sociedad y la vida, asumiendo el compromiso de compartir, con otras organizaciones sociales y de derechos humanos, la construcción de una sociedad que busque la equidad para todos”.

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