A 38 años del hundimiento - Julio Tabares, veterano de guerra, recordó la historia del buque

Un homenaje a los héroes del crucero ARA General Belgrano

Al cumplirse 38 años de su hundimiento el 2 de mayo, el veterano de Malvinas envió un escrito a nuestra Redacción, con una reflexión y contando el origen del crucero

A 38 años del hundimiento de nuestro crucero General Belgrano, les cuento una breve historia de él, antes pertenecía a la Armada de Estados Unidos, se llamaba Phoenix, y sirvió para ella en la Segunda Guerra Mundial. Fue el barco en el que se movilizaba el general Douglas McArthur, aquel de la famosa frase “Volveremos”.

Su historia dice que fue el único sobreviviente del ataque japonés en Pearl Harbor, no recibiendo ningún impacto.

Tuvo una destacadísima actuación en la guerra del Pacífico, realizando bombardeos y respuestas al fuego antiaéreo. Presentaba un temible poder de fuego. Argentina lo compró en el primer gobierno del general Juan Perón y lo bautizó 17 de Octubre. Posteriormente se le cambió el nombre por Crucero General Belgrano.

En abril de 1982 recibió la orden de dirigirse hacia la zona del conflicto, con la misión de patrullar el mar argentino, fuera de la zona de exclusión, ya que no tenía los elementos tecnológicos para detectar exactamente la presencia de la flota británica. Recuerdo los comentarios en navegación en nuestro buque Cabo San Antonio, sobre que probablemente nos estuviesen siguiendo, solo que no lo podíamos detectar.

Luego de recalar en Ushuaia, el Crucero General Belgrano se unió a los destructores Piedrabuena y Bouchard.

El 2 de mayo de 1982 la ministra Margaret Thatcher impartió la orden al submarino HMS Conqueror, que se encontraba a cinco kilómetros de distancia, de atacar al crucero. El primer torpedo impactó en la sala de máquina de popa (la sala más grande del buque), el segundo destruyó la proa, en menos de una hora del primer impacto el Crucero General Belgrano se hundía en los mares del sur llevando consigo la vida de 323 héroes de Malvinas, entre ellos un hijo villamariense: el cabo Norberto Güizzo.

El Crucero General Belgrano medía 185 metros, pesaba más de 20 mil toneladas. Al hundirse generó un vacío que supuestamente chuparía todo alrededor de él, pero fue tan noble que aún en su descenso al fondo del mar no arrastró ninguna balsa de sobrevivientes, según lo relatado por su capitán Bonzo, el último en abandonar el barco.

Abajo del puente del Crucero (sala de comandos), tenía un lema escrito “Hundirse antes de rendir el pabellón”.

Pensando en todos los hermanos veteranos que dejaron su vida en Malvinas, entre ellos dos villamarienses, el cabo Adrián Busto y el mencionado Norberto Güizzo, ¿cómo dejar pasar la oportunidad de seguir peleando por la soberanía de nuestras Islas Malvinas y nuestro eterno deseo de volver a ver flamear la Bandera argentina en suelo malvinense?

Ahora la lucha es desde otro estrado, y quizás conocer un poco más de nuestra historia sea una forma de “malvinizar” a estas nuevas generaciones para también poder decir “Volveremos”.

Julio Tabares, veteranos de guerra de Malvinas. Armada Argentina, buque Cabo San Antonio

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