Gill logró el aval para seguir en la Nación

Tal como lo había auspiciado el jefe de Gabinete municipal, Héctor Muñoz, ante El Diario, el pedido de una nueva licencia de seis meses hecho por Martín Gill encontró un apoyo monolítico y sin cuestionamientos de parte de la bancada de Hacemos por Villa María, a pesar de que momentos antes de la sesión los concejales Daniel López y Juan Carlos Cladera anunciaran su escisión del bloque (ver página 5). De esta manera, Gill obtuvo el permiso para permanecer otros seis meses fuera de la ciudad, desempeñando su cargo de secretario de Obras Públicas de la Nación. La nueva licencia rige desde el 28 de junio hasta el 28 de diciembre, inclusive.

La sesión se inició con un retraso de más de dos horas por un corte de luz que se dio ayer en más de 10 barrios de la ciudad, con la presencia de los 12 concejales por primera vez desde marzo, cuando se decretó la cuarentena por la pandemia.

El presidente del Concejo, Carlos De Falco, fundamentó el pedido de licencia de Gill, haciendo hincapié en todo momento en que se trata de una ausencia y no de un caso de acefalía.

“La nota del intendente dice que fue convocado por el presidente Alberto Fernández y por el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, para cumplir con el cargo de secretario de Obras Públicas, y habla de lo ocurrido desde su llegada a la cartera, como las circunstancias impensadas por la pandemia, que obligó a tomar medidas inmediatas con la construcción de obras relacionadas al sector de la salud”, dijo De Falco (foto) al inicio de su fundamentación.

“No ha sido una tarea normal, fue excepcional y es uno de los motivos que lo lleva a pedir la prórroga de su licencia. Lo encomendado por el presidente no ha concluido, posiblemente no concluya, queda mucho pendiente y ese es uno de los fundamentos de la solicitud de Gill: continuar con la obra encomendada por el presidente para dotar a la salud pública nacional de los medios más adecuados para enfrentar la pandemia”, afirmó.

De Falco agregó que en la nota elevada por el intendente en uso de licencia, se expresa que en la Carta Orgánica Municipal se regulan diferentes situaciones para el caso de que un intendente deba ausentarse del cargo, a la vez que distingue entre ausencia y acefalia, la primera se refiere a la acefalia transitoria y la segunda definitiva.

“En nuestra Carta Orgánica se establece que el intendente no podrá ausentarse del municipio por más de 10 días hábiles sin autorización del Concejo, en el artículo 124 se refiere a la ausencia y en el artículo 125 a la acefalia, pero a la vez haciendo la diferencia entre acefalia temporal -con un plazo de 180 días- y acefalia definitiva. Hay dos cuestiones claras y diferentes, una es la ausencia y otra la acefalia”, precisó.

En ese punto definió que la acefalia “es la falta de cabeza”, la ausencia es “la no presencia”, mientras que la licencia “es el permiso para hacer algo” o ausentarse temporalmente de una obligación.

“Estamos ante dos institutos distintos, acá estamos tratando una licencia. La acefalia temporaria proviene de un acto involuntario, como una enfermedad, para eso se otorgan 180 días, si permanece se debe dejar el poder. No requiere la autorización del Concejo; en cambio, la ausencia no habla de los motivos, pero necesita la autorización del Deliberante si es por más de 10 días”, indicó.

“No estamos frente a un caso de acefalia, sino de licencia, si no, no estaríamos reunidos acá”, insistió.

Citó ejemplos de varios intendentes de distintas ciudades que pidieron licencia durante su mandato, para ocupar otros cargos.

“La legalidad surge clara de las normativas que mencioné, y existen sobrados antecedentes”, añadió.

“La situación que se vive es preocupante, Gill no puede abandonar este barco donde van 40 millones de argentinos procurando zafar de la pandemia”, sostuvo De Falco.

“Los del interior nos quejamos de la falta de participación, y Villa María tiene gente muy capaz que puede estar al frente de un ministerio. Ahora que tenemos la suerte de tener a dos personas, al ministro Eduardo Accastello, en uso de licencia, y al secretario de Obras Públicas, no podemos negarle a un hijo de esta ciudad que esté dándole una mano al presidente en la pandemia. Sería un acto de injusticia”, opinó para cerrar una intervención de casi 50 minutos.

“Gill no puede abandonar este barco donde van 40 millones de argentinos procurando zafar de la pandemia”.