Jardines maternales se movilizaron implorando por la flexibilización

Las propietarias de los jardines maternales de la ciudad se movilizaron ayer para pedir por la apertura de sus puertas, rogando volver a trabajar tras más de 110 días de inactividad y ante la incertidumbre de cuándo podrán ser flexibilizadas. Esta iniciativa se replicó en diferentes puntos de la provincia de forma simultánea.

La caravana de autos llegó a ser de más de tres cuadras. Comenzó frente a la plaza San Martín, y recorrió las calles de la ciudad pasando frente al Centro de Operaciones de Emergencias (COE) Regional, frente a la Municipalidad, y rodeando la plaza Centenario. Allí, las más de 25 propietarias de éstos espacios descendieron de los vehículos para trasladarse caminando hacia el COE nuevamente. En el lugar se manifestaron con aplausos, cánticos y el pedido firme de volver a trabajar, dejando lleno de globos y carteles el frente del Centro Cultural Leonardo Favio, donde tiene sede el COE.

“Necesitamos volver a trabajar, ya no hay más margen para tener las puertas cerradas porque nos estamos fundiendo, hay quienes debemos meses de alquiler, otras que no han podido pagar los servicios, la situación no da para más”, manifestó una de las jóvenes.

Vale recordar que la decisión de no flexibilizar los jardines maternales está afectando en la ciudad a casi una treintena de mujeres que son las propietarias, pero además a un importante número de docentes que allí se desempeñan. Casi la totalidad son mujeres.

De la iniciativa participaron también familias que llevan a sus hijos a estos espacios, quienes ratificaron que “apoyamos que vuelvan a abrir sus puertas porque es una actividad fundamental; las familias estamos trabajando y no tenemos con quién dejar a nuestros hijos, viéndonos obligados a contratar a una niñera, lo cual significa un gasto mucho más importante, y teniendo que dejar que ingresen a los hogares”.

“El protocolo se entregó hace casi dos meses, tuvimos reuniones con el COE Regional, con gente del COE Central, ya no sabemos a quién acudir para pedir que nos dejen trabajar; encima al mismo tiempo vemos cómo hay gente que se está amontonando en los bares, en los restaurantes y en la misma costanera, lo que hace inexplicable que con ese panorama seamos nosotras de las pocas que no hemos podido volver a la actividad”, planteó otra de las jóvenes.

Cabe destacar que de la caravana participaron también propietarias de jardines maternales de la región, quienes vinieron exclusivamente para sumarse a este pedido, puesto que comparten la problemática y están en idéntica situación.