Coronavirus - Darío Quinodoz habló del escenario actual de la pandemia

“Hay que ver el problema como una cosa de todos y no del otro”

El infectólogo se refirió a la situación de la pandemia a nivel local. “Esto es algo esperado”, aseguró respecto al cuadro actual. Por otra parte, habló sobre el impacto de las marchas y expresó: “Atendemos a todos por igual, lo que no significa avalar prácticas autodestructivas”
lunes, 21 de septiembre de 2020 · 08:00

El infectólogo Darío Quinodoz, director médico del Sanatorio de la Cañada, tras ser consultado por El Diario se refirió al escenario de la pandemia de Covid-19 y a diversas cuestiones sociales que atraviesan el quehacer cotidiano a nivel medicina local.

Respecto al cuadro de situación que se está vivenciando, aportó: “Esto es algo esperado. Es algo que venimos viendo, previendo y anunciando desde hace unos meses. En realidad, lo anunciamos desde que empezó el problema en marzo y claramente, a partir de julio… no es algo que nos sorprenda en lo absoluto”.

En ese tono, referido a las cifras y las camas en los espacios privados, aseguró que “es algo muy dinámico, pero en líneas generales la ocupación de las camas es alta y todas las instituciones durante varios días por semana tienen su ocupación al 100%; por ahí, alguna cama se desocupa con un alta, pero permanentemente se está generando un recambio. Se trabajaba, como vulgarmente se dice a ‘cama caliente’ y se cambia paciente sobre paciente”.

“Todas las instituciones, con alguna salvedad o diferencia, están en la misma situación”, sostuvo.

 

Sobre las movilizaciones

En otro punto de la conversación, consultado directamente sobre el impacto que tienen sobre el personal de salud las marchas o movilizaciones que se desarrollan, expresó: “A esas cosas ni las registro. Ni pienso en eso, porque si no, no iría más a atender a nadie”.

“Si pienso que yo, tanto como mi grupo de trabajo, tenemos que cambiarnos, vestirnos como si fuéramos astronautas, ponernos en riesgo, atender un paciente, intubarlo, ventilarlo, y es alguien que se contagió en ese contexto de una marcha, fiesta o haciendo lo que sea… no podríamos seguir trabajando”, se sinceró, al mismo tiempo que aseguró: “Nuestra profesión exige elevarnos un poco y atender a la gente por igual… lo que no significa avalar conductas o prácticas autodestructivas”.

“El entendimiento de la pandemia es complejo. Claramente el virus tiene una capacidad de adaptación biológica que es mucho más rápida y se comporta de una manera mucho más inteligente que nosotros, la sociedad. La población tal vez carece de conciencia sistémica e inteligencia social para adaptar la respuesta frente a una nueva realidad. Entonces, en vez de llevar a la discusión a ver cómo sobrevivimos (y que se muera la menor cantidad de gente) se platean otras discusiones que afectan y condicionan la evolución de la pandemia, sin dudas”, remarcó. En tal sentido afirmó que tal vez organizar alguna protesta por medio de las redes sociales sería más acertado.

Respecto a las últimas medidas dispuestas desde el COE Regional (que entre otras cuestiones modifican los horarios de los trabajadores del rubro gastronómico) el especialista aseguró comprender los contextos y refirió: “Es un intento de atrasar la cadena de contagio. Una herramienta que trata de atenuar todo de alguna manera… ya sabemos lo que significa liberar todo e ir por la inmunidad del rebaño… generaría una cantidad de muertos muy alta. Entonces todo lo que trate de proteger a la gente lo veo como una buena medida sanitaria, pero es una mirada sanitaria. Cuando digo que no hay inteligencia social, significa que predomina la mirada individual sobre la colectiva. Si uno habla con el dueño de un restaurante, él seguramente diría que es una pésima decisión cerrar desde las 20 porque le afecta su economía, que tiene cinco empleados, cinco familias y es otra mirada. De la unión de todas estas miradas hay que tomar decisiones que siempre terminan siendo políticas, no son técnico-sanitarias”.

Asegurando que “lo que nos tiene que estar preocupando hoy es que muera la menor cantidad de personas posibles” como objetivo superior, reiteró: “No avalo ninguna actividad ni juntada de ninguna naturaleza, absolutamente. Me parece que es algo que en este momento no habría que hacerlo… estamos en una curva ascendente y vamos camino a una situación muy mala. Hay que ver el problema como una cosa de todos y no del otro”.

 

La deshumanización de los números

Finalmente, ante la cantidad de muertos e infectados que se dan diariamente, cifra que es conocida públicamente por los medios de comunicación durante cada jornada, apuntó que de cierto modo se está mudando todo hacia una deshumanización. 

“Los muertos no son un número, son personas que han tenido una historia detrás. Los muertos tienen nombre y apellido. Este tipo de comunicación ‘de muerte’ la venimos escuchando hace años y más allá de deshumanizar puso a la muerte en un plano natural que la ve como una estadística, como si fuera un partido de fútbol… eso hace que la gente no lo registre más y nadie se entere… la naturalización del número hace que la gente no lo identifique como una persona, sino como un dato”, redondeó.

 

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