No recibe ayuda - No puede alimentarse correctamente

Reclama que hace ocho años intenta acceder a una vivienda

Cintia Soria aseguró que no le dan una respuesta y que, la semana pasada, estuvo “al borde” de un accidente cerebrovascular por los “nervios y el estrés”. Actualmente no tiene trabajo y sólo vive de una pensión con la que, además, debe mantener a dos hijas
martes, 12 de enero de 2021 · 08:30

Durante el mediodía de ayer, una mujer se acercó a una de las oficinas del Instituto Municipal de la Vivienda e Infraestructura para hacer un reclamo  y decidió instalarse allí con el objetivo de obtener una respuesta.

Ella es Cintia Soria y llegó hasta el lugar junto a sus dos pequeñas hijas. “Vengo porque estoy en la calle y no me quieren solucionar el tema de la vivienda. Hace años me vienen corriendo para darle la casa a otro y a mí no; tengo una discapacidad, y tengo dos criaturas a cargo, de 5 y 7 años”, comenzó señalando.

Posteriormente, le dijo a este cronista de El Diario que la envían a ella a buscar un alquiler, a sabiendas de que no puede porque ha sido operada de una de sus piernas.

A raíz de la situación que está atravesando, también expresó que el viernes de la semana pasada estuvo “al borde” de sufrir un accidente cerebrovascular.

“No me quieren dar una mano para nada. No me quieren ayudar porque dicen que el Estado no tiene obligación conmigo, y sé muy bien que hay leyes que me amparan y que tienen obligación tanto conmigo como con mis hijas menores, más allá de mi responsabilidad como madre”, apuntó y añadió que desde el municipio tienen que “asumir la responsabilidad”.

 

Posibilidad de desalojo y mucho estrés

Por otro lado, comentó que, si bien está alquilando en un sitio ubicado en el barrio San Nicolás que le recomendó la Municipalidad, el dueño de ese inmueble “lo vendió” y le pidió que “desaloje el lugar”, donde vive con sus niñas. En este punto precisó que, aunque sigue allí, sólo tiene tiempo hasta febrero y durante estos días debe conseguir de manera urgente un hogar a donde trasladarse.

Soria, además, no tiene trabajo. Cobra una pensión y, en este sentido, mencionó que “justamente” por eso no le permiten acceder a una casa.

Luego, insistió en que se quedaría en esa oficina hasta que alguien la reciba y le conteste. “Pedí hablar con el intendente y no viene, no aparece, no quiere venir  a dar la cara. Manda a las asistentes sociales que se me ríen en la cara. Me dicen que ellas no pueden hacer nada y sí pueden, porque estudiaron para asistir a las personas y más a una persona con discapacidad y dos criaturas menores”, indicó. Y agregó: “De acá no me voy a mover, y si tengo que venir otro día, vendré”. A la vez, reclamó que “ni siquiera son capaces de levantar un teléfono para preguntar por un alquiler”. Y dijo: “Quieren que haga todo yo”.

 

Ocho años esperando

Según relató, hace ocho años que se anotó en el Plan Municipal de Viviendas Eva Perón. Al respecto, dijo que es la tercera vez que la “meten en un alquiler” con la promesa de que en un año le darán su vivienda. “Llega ese día y me dicen que no hay novedades”, puntualizó.

Este medio, a principios de enero publicó: “Por el tiempo que pasó desde que se realizó la adjudicación de las 47 viviendas que se construyen en barrio Evita, no se descarta que puedan surgir nuevos beneficiarios del programa habitacional”. Y, en esta línea, el intendente interino Pablo Rosso sostuvo: “Transcurrido tanto tiempo, hay personas que ya no revisten las características inicialmente asumidas. Esas personas no podrán acceder a las viviendas y habrá que ver en el listado original la situación de los suplentes, o hacer un nuevo sorteo”.

Soria dijo que ella está entre las familias de emergencia desde hace años, pero nadie le da una respuesta. “Me pagan el alquiler nomás. Cuatro mil pesos me dan, de 10 mil casi que pago de alquiler. Esa es la única ayuda que me dan”, afirmó y aseguró que no la ayudan con mercadería.

Asimismo, dijo que, a pesar de que sus hijas no pasan hambre, ella a veces solamente toma mate. “No me alimento bien. Por eso me pasó lo que me pasó el viernes pasado, que me descompuse. Siempre estoy así, mal, paso muchos nervios y mucho estrés”, reflejó.

Por otra parte, lamentó la situación que está atravesando en la zona de la ciudad donde se encuentra. “Andan con armas en las calles, se drogan. No hay seguridad”, aseveró.

Al cierre de esta edición, este cronista volvió a comunicarse con la mujer, quien dijo que no pudo obtener una solución, dieron la orden de que se la “lleven detenida”, pero finalmente se retiró por sí sola.

 

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