Niños vulnerables y sin medicamentos

El domingo último, llegó en ambulancia al Hospital Pasteur un pequeño de casi 1 año y medio. Su cuerpito estaba flácido y su color denotaba que no estaba respirando bien. Los profesionales de la Guardia Pediátrica lo trataron inmediatamente, le administraron un anticonvulsivo, entre otras cosas, y el pequeño recuperó el color y pudo dormir. Ya había pasado lo peor.

Ese cuadro de extrema gravedad se dio porque el niño no puede tomar regularmente un medicamento indispensable. Se llama Fenorbital (15 miligramos) y cuesta algo más de 400 pesos.

“La mamá me cuenta que desde octubre no le están proveyendo la medicación en el Hospital. No les dan mucha explicación. Solo le dicen que está en falta y que no saben cuándo van a volver a tener”, explicó Luciana Tuliz, referente en  Córdoba de la Asociación Argentina de Electrodependientes.

“Ese no es el único caso. Hay una niña del barrio Los Olmos que sufre también las consecuencias de la falta de medicación”, agregó.

El pequeño al que ayer ya le iban a dar el alta -sin medicación- tuvo un problema al nacer y desde entonces necesita para sobrevivir aparatos conectados a la energía eléctrica: se alimenta con una bomba porque no puede deglutir por sus propios medios, y además requiere de manera permanente el anticonvulsivo mencionado, junto a antifebriles y omeprazol, además de hierro y vitaminas. “La mamá está sola con tres pequeños y no puede afrontar el costo de los medicamentos”, dijo Tuliz. “Una mamá del grupo de electrodependientes donó una cajita de Fenorbital y ahora ya me avisó que compró otra para que tenga cuando llegue a su casa. Pero así no se puede. Es una vergüenza que no garanticen la medicación de niños vulnerables y electrodependientes”, planteó Tuliz.

“El caso de la niña del barrio Los Olmos también es muy complicado. Ella vive conectada a un respirador, un concentrador de oxígeno, el saturómetro, el aspirador y la bomba de alimentación”, planteó. “El padre de familia hace changas y con mucho esfuerzo compran cuando pueden la medicación. Fue un golpe muy duro cuando dijeron que estaban en falta los remedios que ella necesita para vivir”, dijo Tuliz.

“Agradezco a los padres de los grupos que van donando como pueden, pero son muchas las necesidades”, agregó. “Seguiremos reclamando al hospital, porque es una vergüenza que no otorguen los medicamentos indispensables para la vida de estos niños”, planteó.

Además, quienes quieran donar, pueden hacerlo contactándose con Luciana Tuliz, al 3534116418.