Desigualdades en el trabajo, la calle y hasta en la vida política

La consultora cordobesa Zuban Córdoba decidió realizar una encuesta nacional para identificar “los temas de agenda de género, no sólo de los colectivos feministas, sino de toda la sociedad”, indicó Ana Paola Zuban a El Diario, explicando que fue a manera de adhesión a las actividades del Mes de la Mujer.

“También buscamos identificar esas violencias que no son visibles, pero que se manifiestan en la vida cotidiana”, agregó.

El sondeo tuvo cuatro ejes y se basó en mil respuestas de mujeres de distintas edades residentes en todo el país. Los ejes son: inseguridad, brecha laboral y salarial, representación política y, finalmente, la violencia física y las respuestas que da el Estado frente a esa problemática.

De los resultados se advierte que el 75% de las mujeres se sienten inseguras en los espacios públicos y que el 71% aplica estrategias como las de ir acompañadas, cambiar recorridos y horarios y también mantener avisados a amigos y familiares del lugar donde están.

“Obviamente que todas y todos nos sentimos inseguros en la calle, pero hay un diferencial en las mujeres que podamos identificarlo muy rápido, planteándonos qué nos da más miedo a las mamás o a los papás, si dejar salir de noche a un hijo varón o a una hija mujer. Las mujeres tenemos temor al acoso callejero, a que nos ataquen en el transporte público, a transitar en un espacio oscuro. Eso hace que haya un diferencial, dado que el 60% de los varones siente inseguridad en la calle y en el caso de las mujeres, ese porcentaje asciende al 75%. Por eso hablamos de que hay diferencia de género en el tema de la inseguridad en los espacios públicos”, dijo Zuban.

Brecha salarial

Por igual trabajo, las mujeres perciben un 24% a un 27% menos de salario que sus pares varones. “En las encuestas encontramos que las mujeres identificaron esa diferencia no solo en salarios, sino además en obstáculos que se presentan en la vida laboral”, indicó.

A la hora de dar ejemplos señaló que hay mayor porcentaje de precarización y que a la hora de buscar trabajo, a las mujeres les preguntan si tienen o piensan tener hijos, algo que a los varones no les pasa.

“Además, llega cierto momento en la vida de las mujeres en que han podido obtener un trabajo formal o profesional y deben decidir si se dedican más a la familia o al trabajo, algo que a los varones no les pasa. Esto no es porque estemos menos capacitadas, hay más matriculación y egresos en las universidades de mujeres, pero parece que todo el tiempo tenemos que estar mostrando capacidades”, dijo.

“Las exigencias hacen que jamás lleguemos a esos objetivos: porque nos piden que cuidemos a los adultos y niños, que dediquemos tiempo a nuestro cuidado personal para estar perfectas, y que además estemos 12 horas diarias en el trabajo. El varón no tiene que elegir, siempre alguien le resuelve esas cuestiones”, agregó.

¿Y en política?

El otro aspecto que indagó la encuesta realizada en febrero fue el de la participación política. Un dato interesante es que el 84% de las respuestas asegura que votarían sin problema a una mujer para cualquier cargo. “De todas maneras, la política sigue siendo un mundo masculino y se exige que la mujer se adapte, cuando, en realidad, la política debe adaptarse a nosotras, que representamos el 51% de la población”, dijo.

Destacó que “después de mucho pelear”, en 2017 se aprobó el cupo para participación política en el Congreso de la Nación, “sin embargo, no hay paridad”.

El caso de Córdoba es singular: “Tenemos Ley de Paridad aprobada en el año 2000, pero la representación política en la Legislatura tiene una trampa, porque entra un solo legislador por departamento, que casi siempre es varón y en la lista sábana se alterna el nombre de un varón con el de una mujer. Por lo que, pese a la Ley de Paridad, de cuatro bancas, tres son ocupadas por varones”, dijo.

“Todavía tenemos obstáculos culturales, independientemente de no tener una prohibición formal. Hay una estadística a nivel de Latinoamérica que indica que el 51% de los militantes políticos son mujeres y sólo el 16% accede a cargos partidarios. Esto revela que a las mujeres nos interesa la política, pero hay un modo de hacerla muy masculino, donde se resuelven temas centrales, por ejemplo, después de un partido de fútbol, en el que participan solo varones”, agregó.

Sumando al análisis, la doctora en Psicología Virginia Beadoux agrega que es una buena noticia el alto porcentaje de aprobación para mujeres en política, sin embargo, detecta en los resultados que las consultadas otorgan capacidades como la de “resolución de conflictos” más a mujeres que a varones, y cuando se trata de atribuir “liderazgo” van por ellos antes que por ellas.

Por otra parte, Beadoux agrega que le llama la atención que más del 60% considere “absurdo o ridículo”, que se nombre en femenino los cargos como jueza o presidenta, lo que habla de un lenguaje que sigue reproduciendo la lógica de que esos cargos son para hombres.

Volviendo a la entrevista con Ana Paola Zuban, en este punto dijo que le llamaba la atención que “el feminismo no goza de buena prensa: hay un rechazo y una resistencia fuerte, pero cuando preguntás sobre igualdad de género, como si fuera algo diferente, la cosa cambia. Es como si se asociara el feminismo solo a reclamos a través de una manifestación violenta, pero jamás vi que midieran con la misma vara a los varones que salen de la cancha y rompen todo”, planteó.

Violencias

Finalmente, la encuesta ahonda sobre las situaciones de violencia hacia las mujeres y la respuesta del Estado frente a la problemática.

En ese punto, el 97% considera que durante la pandemia aumentó la violencia de género.

Analizan las respuestas del Estado, y en este punto las respuestas dan una sorpresa. Entre las organizaciones más valoradas para acompañar y dar ayuda a las víctimas y sobrevivientes están las ONG, con más de un 50% de valoración positiva. En el final de la tabla está el Poder Judicial, con un magro 34% de aprobación.