Día del Trabajador Panadero

“La tecnología ha llegado a nivelar las oportunidades de trabajo”

Marcelo Rodríguez, referente del Sindicato Regional Unión del Personal de Panaderías de Villa María, se refirió al lugar que ocupan actualmente las mujeres en el sector. “Compañeros y compañeras trabajan a la par”, dijo
jueves, 4 de agosto de 2022 · 08:30

Un 4 de agosto de 1887, se creó en Buenos Aires la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos, el primer sindicato de este empleo en todo el país. No obstante, fue recién en 1957, cuando el Congreso Nacional Argentino declaró oficialmente esta fecha como el Día Nacional del Panadero.

Con motivo de su conmemoración, El Diario dialogó con Marcelo Rodríguez, tesorero del Sindicato Regional Unión del Personal de Panaderías de Villa María, quien comentó la situación que atraviesa el sector. En ese sentido, destacó la labor que realizan “el compañero y la compañera”, quienes “siempre están a disposición de lo que establece la patronal”.

A su vez, Rodríguez hizo hincapié en los espacios que actualmente ocupan las mujeres que integran el rubro. “Tenemos compañeras que llevan a cabo desde la elaboración de cocción hasta la producción. La tecnología ha llegado a nivelar las oportunidades de trabajo y, hoy por hoy, tareas manuales que antes realizaban predominantemente los hombres por requerir de mayor esfuerzo o la pesadez misma, son realizadas por mujeres”, aseveró.

“Compañeros y compañeras trabajan a la par y muchas mujeres se encuentran trabajando en cada área perteneciente al sector. Si bien no hay cupo de género, la mujer ha ido ocupando un espacio muy importante”, resaltó el gremialista.

 

Salario “lejos de la realidad”

Por otra parte, al referirse a la remuneración, el tesorero señaló: “Como es de puro conocimiento, a principio de año habíamos llegado en paritarias a un incremento del 45% del sueldo, pero por la situación económica actual, en julio firmamos un nuevo acuerdo con un aumento del 15% más. Sabemos que está lejos de la realidad lo mismo y, por eso, signamos una cláusula para en enero de 2023 volvernos a reunir las partes”. “Si no hay un cambio en el rubro económico y realizamos una revisión de la inflación, lo más probable es que los sueldos deban ser de tres dígitos”, afirmó.

De igual manera, mencionó que “el empresario tiene su problemática y también sufre, como en todos los rubros, el incremento de la materia prima”. En ese marco, tras consultarle por una posible suba del pan, como la que acordó el Gobierno nacional con representantes del sector en Buenos Aires, Rodríguez indicó: “Creemos que va a haber una suba, pero el panadero no vive tan solo del pan, sino también de toda la otra elaboración que realiza. Entonces, el industrial panadero siempre va a ir acomodando los precios y si no es en el pan, lo hará con las demás variedades”.

En cuanto a la labor de un trabajador panadero, el tesorero apuntó: “Sigue siendo un trabajo insalubre, por esto estamos trabajando junto con otras organizaciones hermanas para concretar la posibilidad de presentar un anteproyecto de jubilación anticipada”. “Es un trabajo que afecta la vista, la espalda y las piernas. Uno realmente le pone el cuerpo y al llegar a los 65 años trabajando en el rubro, uno llega muy dañado”, aseveró.

Por último, Rodríguez dejó sus salutaciones a los trabajadores panaderos en su día y un especial mensaje para la patronal: “Esperamos que se acuerden de pagarlo doble”. “Les deseo un feliz día a todos los compañeros y compañeras. A seguir dándole para adelante porque sabemos que estamos en una situación del país que no es nada fácil, pero tenemos que seguir apostando a que algún día esto se pueda normalizar y tener una vida plena y mejor”, concluyó.

 

Cañoncitos y sacramentos tienen una historia detrás

El Sindicato de Panaderos nació con el sello de las ideas anarquistas que por entonces tenía un lema: “Sin Dios y sin patrón”.

Por eso es que, más allá de las medidas de fuerza que hacían para conseguir mejoras salariales, utilizaron la ironía designando, con nombres relacionados a la autoridad militar o a la Iglesia, a las facturas que amasaban cada día.

Así surgen los “sacramentos” como una crítica a la Iglesia Católica, las “bolas de fraile o suspiros de monja”, con el que ironizaban sobre curas y hermanas.

Las “bombas” representan una burla al Ejército, lo mismo que los “cañoncitos” de dulce de leche.

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