Crece el interés por la lengua de señas

En 2015, Tania Ferrato, 39 años, presentó en la Tecnoteca, donde trabaja, una propuesta para dictar lengua de señas. “Como espacio público me parecía muy valioso para que la gente acceda a esta forma de comunicación”, escribe prolijamente en un archivo de Word que envía a un periodista de El Diario.

Luego, cuenta:?“Con el correr del tiempo, la propuesta fue tomando difusión y muchas personas se fueron acercando para anotarse y aprender”.

Ella, nacida en Puerto Madryn, Chubut, vive en Villa María -de donde son oriundos sus padres, que vivieron en el sur casi una década- desde los 8 años y será la encargada de dictar, entre el 11 de abril y el 21 de noviembre, de manera presencial, el curso “Lengua de señas argentinas: nivel 1”, iniciativa que cuando se lanzó se agotó en un par de horas.

Ferrato nació hipoacúsica. “Aprendí a comunicarme en forma oral desde pequeña. A su vez, asistía a una escuela de sordos y estaba integrada a la escuela común”, escribe. Y agrega:?“Es decir, siempre interactué con niños sordos e hipoacúsicos y con personas oyentes.?Y fui aprendiendo, paulatinamente, lengua de señas. Hace algunos años la fui perfeccionando en cursos de la UNVM y en 2021 me recibí de Técnica Universitaria en Lengua de Señas en la Universidad de Entre Ríos (UNER)”.

El taller, explica después, se desarrolla en tres niveles de enseñanza -durante tres años- y abordan diferentes temáticas: alfabeto manual, números, meses, datos personales, trabajos, profesiones, provincias y etcétera y etcétera.

Las clases -que comienzan el 11 de abril- son de dos horas semanales para el primer nivel -y de dos horas cada 15 días para segundo y tercer-. “Son propuestas prácticas del aprendizaje de lengua de señas y luego les envío a los alumnos videos de apoyo para reforzar lo hecho en clase”, describe.

Interesados dedistintos ámbitos

Con respecto a los inscriptos para el curso que empieza este mes, señala que los estudiantes tienen entre 18 y 65 años, y precisa que provienen de distintos espacios.?En esta dirección, comenta que hay personas vinculadas con establecimientos educativos -como docentes, psicopedagogas y psicólogos-, empleados públicos, bomberos y personas de la comunidad en general.

“Hay un mayor interés por aprender y esto se evidencia, entre otros aspectos, en que la gente se acerca a la Tecnoteca a consultar en forma temprana para saber cuándo empieza la inscripción y el cupo se agota en un día”, escribe. Y añade:?“Esto es muy valioso, porque significa que se ha creado mayor conciencia en la importancia de poder comunicarse con las personas sordas. La sociedad, poco a poco, va comprendiendo que las personas sordas tienen la necesidad y el derecho de poder comunicarse con su lengua en diferentes ámbitos: cuando va al médico, a hacer un trámite, en la escuela, en su vida diaria”.

El escenario actual

Con relación a lo que sucede en la actualidad, Ferrato cuenta que a pesar de que hoy se los reconoce como “personas con derecho a que se conozca y difunda”?su lengua, queda “mucho camino por recorrer”. En esta dirección, se refiere a lo que ocurre con los espacios públicos -como hospitales, tribunales, bancos, escuelas y municipios- donde “no hay personas capacitadas para comunicarse”.

“Es una limitación muy grande para todos nosotros”, señala. Y apunta:?“Estamos en un proceso de reconocimiento. La accesibilidad implica mucho más y tiene que ver con acciones en diferentes espacios públicos y privados”.