Por la creciente, hay una mayor presencia de garzas en el río

“Es una garza blanca. También he visto garcitas blancas. Son muy parecidas, más chicas y el color del pie es amarillo en la garcita. En la garza es todo negro”.

Walter “Che Toba”, un ornitólogo aficionado, fotógrafo y especialista en aves, describió de esa manera a una de las tantas aves acuáticas que se ven en el río Ctalamochita en su paso por Villa María y Villa Nueva.

En los últimos días, varias personas compartieron en redes sociales imágenes de garzas blancas.

Soy de andar bastante por la costa local y no las he visto, pero especialistas consultados ayer me aseguraron que no es algo atípico para la zona.

“Son muy comunes en toda la zona, cunetas y lagunas. Seguro que la abundancia de agua trajo peces, que están en su dieta principal”, dijo Walter a El Diario.

Leticia Martí, bióloga, también nos comentó algo similar. “Es una garza blanca, ardea alba, bastante común”, señaló, en referencia al ave que ilustra esta página. “Podemos verla durante todo el año. Tiene una distribución muy amplia”, comentó.

Agustín, vecino de la ciudad, compartió en sus redes las imágenes de una garza que pisaba suelo de barrio Mariano Moreno.

Antonella también vio otra garza en orillas del Palermo.

Tres tipos de garzas

“Es completamente normal” que anden por acá, afirmó Che Toba.

“Hay tres tipos de garzas. La garza blanca, la garcita blanca y la garza bueyera. Las tres son blancas y a simple vista muy similares. Es completamente normal que estén, y más ahora, con el río alto, que ha traído muchos peces: cuando empieza a bajar (el nivel del agua), los peces quedan o algunos quedan aturdidos por los golpes en la represa, por lo que las garzas se están dando un banquete. Es probable que haya muchas”, describió, al ser contactado por este diario.

Explicó que “cuando las lagunas están muy bajas o el río está muy bajo también hay, porque les resulta más fácil pescar. Son netamente pescadoras”. “Donde haya mojarras habrá garzas”, acotó.

Precisó que también están en cunetas en la ruta, porque comen ranas o pequeños reptiles, y en lagunas hay muchas porque les resulta más fácil “un crustáceo, un pescadito, un renacuajo”. “En el río, al haber correntada, les es más difícil, pero ahora debe haber mucha abundancia. Son totalmente oportunistas”, indicó.

Apuntó que “cuando uno ve una laguna llena de garzas es porque la sequía va a seguir”, un contexto en que “los peces, al quedarse con poca agua, están totalmente vulnerables”.

Consultado sobre si observó especies extrañas para la zona a raíz de la creciente del Ctalamochita, dijo que no, pero contó una particularidad.

“Estuve mirando eso precisamente. Estoy en la zona de Villa Nueva y siempre camino toda la costa desde el puente de la ruta vieja hasta la laguna Unzueta. Ahí se llenó de agua porque tiene una laguna que se nutre con el río. Entonces, con el río alto, la laguna está alta y hay mucha cantidad de aves acuáticas. Vi una garza mora, esa sí es rara. O sea, no es rara en la zona, pero es raro de ver en el río”, relató.

Por otro lado, también ante nuestro contacto, Germán Tissera, el titular de Ambiente del municipio, contextualizó que “al haber crecido el río, mucho de los sistemas de lagunas en los márgenes se han reactivado y estas garzas son bichos que vuelan y se mueven por esos sectores”.