La muerte del adolescente - La tristeza en la familia del chico de 16 años luego del fallo judicial

“Mis padres siempre buscaron ayuda”, dijo una hermana de Joel

Negaron que el chico haya sido abandonado por su familia. Dijeron justamente lo contrario. Creen que hubo justicia a medias, porque quedaron varias líneas por investigar
miércoles, 31 de mayo de 2023 · 08:30

Luego de que la Cámara 2ª del Crimen, de Córdoba capital, condenara a un año de prisión en suspenso e inhabilitación de cinco años para ejercer la profesión a dos médicos por el “homicidio culposo” del adolescente villamariense Joel Solá, en su familia consideran que la Justicia llegó solo a medias, y resaltan que lo sucedido con el chico es irreversible.

“Su vida no regresa más”, dijo una de sus hermanas a El Diario.

Con 16 años, a Joel lo detuvo la Policía de la Provincia en cercanías del casino villamariense, el 11 de noviembre de 2014. Lo acusaron de intentar robar un elemento que se encontraba en el interior de un automóvil.

Detenido en la Comisaría de calle General Paz, supo de la decisión de la por entonces jueza de Niñez, Cecilia Fernández, de que sea trasladado al Complejo Esperanza. Un lugar al que, por experiencia, no quería volver por nada, como le ha sucedido a muchos otros chicos que vivieron allí un infierno.

En la misma celda se tragó una tapita de gaseosa con la intención de ser llevado a un hospital.

Los policías hicieron maniobras que permitieron la desobstrucción de las vías respiratorias y partieron con Joel rumbo a Córdoba.

Al llegar a la capital, lo revisó un médico policial, quien recomendó su derivación al Hospital Neuropsiquiátrico.

En ese centro de salud mental fue asistido por un equipo encabezado por los psiquiatras Catriel Lucas Vitabile y Fernanda Prado Chamorro, quienes le suministraron, por vía endovenosa e intramuscular, varios psicofármacos.

Según el fiscal Horacio Vázquez, “ambos psiquiatras omitieron tomar las precauciones que el deber de cuidado exigía”.

Esa medicación habría sido la causa de la “depresión cardiorrespiratoria” que desencadenó una “insuficiencia cardiorrespiratoria” que determinó su muerte.

Después del Neuropsiquiátrico, Joel fue llevado otra vez a Policía Judicial, donde fue atendido por el médico Omar Francisco Hiruela, quien fue imputado por el mismo delito, dado que el fiscal Vázquez consideró que actuó de modo negligente, porque fue quien ordenó el traslado al Complejo Esperanza.

Al llegar a ese espacio, una médica comprobó que el adolescente no respondía a los estímulos y pronto establecieron que había sufrido un paro cardíaco. Lo trasladaron al Hospital de Urgencias, donde falleció a las 3.30 del 12 de noviembre de 2014.

A mediados de mayo pasado, la jueza Mónica Traballini condenó a los psiquiatras Catriel Lucas Vitabile y Fernanda Prado Chamorro, quienes sedaron con un cóctel de medicamentos a Joel, y absolvió al médico de la Policía Judicial, Omar Francisco Hiruela.

La causa judicial llegaba a su fin luego de un largo recorrido que incluyó a varios fiscales de instrucción, todos de la ciudad de Córdoba, por ser el distrito donde se produjo la muerte.

“Joel tenía problemas de adicciones y siempre se buscó ayuda. Tuvo conflictos con la Policía por ello, no estaba ni abandonado ni en estado de vulnerabilidad”, señalaron desde su familia a este diario.

“Mis padres siempre buscaron ayuda”, remarcó una de sus hermanas, recordando la entrevista que, tiempo después de perder a Joel, diera su mamá Marta a este matutino.

Para los afectos de Joel, la condena es muy injusta, y destacan que lo sucedido es irreversible. Nada devuelve la vida del adolescente.

“Algo de justicia se obtuvo, pero quedaron varias cosas” por investigar, señaló una familiar a este matutino.

Una de las hermanas confió que “pasó mucho tiempo, fue un proceso muy largo, de mucho dolor”, recordando lo sucedido con su mamá y su papá. “Se nos fue Joel, a los seis meses, mi mamá, y a los seis meses, mi papá. El tiempo ayudó mucho, pero sigue siendo algo muy triste para nosotros”, contó.

Consideran que no han tenido el tiempo de poder procesar todo esto. “Cuesta entenderlo, o a lo mejor no lo vamos a entender nunca”, dijo una de las hermanas.

Medio año después del fallecimiento de Joel en manos del Estado, su mamá Marta murió. Muchos comentan que la tristeza que la embargó fue tan grande que no pudo sobreponerse. Meses después, moría detenido el papá de Joel, Carlos, mientras se encontraba en un calabozo de la por entonces sede de la Departamental policial.

“El hombre fue llevado a la sede de la Policía en resguardo, debido a que se encontraba en estado de ebriedad y generando algunos problemas”, dijo en su momento el (ahora ex) fiscal Gustavo Atienza. Murió dos horas después de ser aprehendido. Finalizaba noviembre de 2015.

La versión oficial habló de suicidio. El hombre sostenía que a su hijo lo habían matado.

Comentarios