Otras voces, otra historia
Participación política de mujeres: ¿por qué aún somos minoría?
Escribe Carina Ramírez Rossetto* ESPECIAL PARA EL DIARIO
Desde 1947, cuando se promulgó la Ley 13.010 que otorgó los derechos políticos a las mujeres para poder elegir y ser elegidas, a 2017 con la Ley 27.412 de paridad de género, que establece que las listas deben alternar una mujer y un hombre o viceversa, hubo un gran avance en los derechos de igualdad para las mujeres, pero a pesar de los progresos ganados por las luchas de los movimientos que respaldan las normas nacionales, la situación de las mujeres en la política argentina nos muestra una realidad atravesada por la desigualdad.
La igualdad entre la mujer y el varón debe ser planteada en términos reales, mediante un diseño, implementación y monitoreo de mecanismos que garanticen que las voces de las mujeres sean parte de la toma de decisiones en los asuntos públicos.
Por eso, la plena garantía del principio de igualdad entre varones y mujeres requiere de medidas de acción positivas para promover la participación igualitaria de mujeres en roles de decisión.
Las mujeres tenemos derecho a participar en condiciones equitativas en todos los espacios de la vida política, ya no a partir del establecimiento de cupos, sino en condiciones de plena paridad.
Una democracia plena requiere de la participación de las mujeres en todos los espacios de toma de decisión.
Avancemos con condiciones que posibiliten vidas políticas libres de discriminación y violencia basada en género #MásParidadMásDemocraciapic.twitter.com/dyzt1GYSR1—ONU Mujeres (@ONUMujeres) May 22, 2023
La paridad ya no se plantea como una medida transitoria como era el caso de las cuotas, sino como un principio rector de la democracia, que va más allá de la representación formal de varones y mujeres, y que aspira a una democratización de las relaciones entre los géneros.
Pero aun en este contexto de igualdad, en nuestro país y en el ámbito local, vemos que los varones son mayoría en cargos públicos. Así, la ley no alcanza para disminuir la brecha entre varones y mujeres en política. Y en un año electoral, el panorama es poco favorable; todo indica que la poca participación de mujeres en espacios de representación política será un problema. Incluso también para aquellos que integran el colectivo de la diversidad, la posibilidad de ocupar cargos jerárquicos en la política aparece como un horizonte todavía más lejano.
La participación de las mujeres en la vida pública, en la vida política, en los espacios de decisión, si bien ha tenido un crecimiento, todavía está lejos de ser igualitaria.
Ante esta perspectiva, las mujeres debemos redoblar esfuerzos para a?anzar la participación política femenina y garantizar nuestro derecho, promoviendo e impulsando en diferentes espacios políticos, condiciones de igualdad en una sociedad más inclusiva.
*mujeresotrasvoces@gmail.com