LAS CALLES - César “Titina” Bravín
Una calle pesada de rock
El 1 de diciembre de 2017 el Concejo Deliberante remplazaba el nombre de la calle pública Nº 1 del citado barrio Parque Norte, por el nombre del rockero y pintorUn día como hoy, pero de 1971, había nacido César “Titina” Bravín.
La iniciativa de nombrar dicha calle con el nombre del artista villamariense fue por iniciativa de su hermano Hernán, quien llevó adelante una campaña de juntada de firmas.
Juan Ramón Seia, de nuestra Redacción, había escrito oportunamente sobre él: “Su arte tuvo repercusión no solo en nuestra región y en el país, sino que también adquirió relevancia internacional”, concretamente en Estados Unidos y en Europa (sus cuadros habían sido requeridos desde España en 2001).
A mediados de la década pasada, Bravín estaba preparando un lienzo especial para regalárselo a Pappo, cuando se entera de que su ídolo fallece en febrero de 2005. En 2012, Bravín logró viajar a la casa materna del creador de Riff, en el barrio bonaerense de La Paternal, para colgar el cuadro terminado gracias a una invitación de Liliana Napolitano, hermana del “Carpo”.
Deslumbrado por el heavy metal en los 80, desandó sus primeras experiencias en bandas como Post Mortem (luego renombrada Brass), pasando por su ingreso a la mítica Sudaca de “Monky” Tieffemberg, Vicealmirante Morgan (junto al Turco Meinardi y Pepo Lucero), y Carroñero, donde también militaba Lucero.
Luego ya con el blues, sería parte de Mr. Mojo, integrado también por Alexis Verde, con quien había compartido escenarios en Carroñero, hasta que lo abandonó definitivamente en 2001 para formar, poco después, su propio grupo.
Con Motorblues editó tres álbumes: “Sillazo por el lomo” (2008), “Buscador de sueños” (2011), y “Polvos”, (2016). Estructurada siempre como un “power trío”, la banda la completaron Gastón Nigro en guitarras, mientras que en batería se sucedieron Marcelo “Pelado” Gómez, Darío Vasconi y, en la última etapa, Alejandro Argüello. Logró conocer y actuar junto a íconos como Adrián Otero, Miguel “Botafogo” Vilanova (quien grabara en el último disco), Alejandro Medina (quien hizo lo propio en “Buscador”), Víctor “Vitico” Bereciartúa y el ya mencionado Pappo.
Entre las participaciones más destacadas de la banda se recuerdan su apertura del escenario principal del Cosquín Rock 2009 (único caso en la historia local), y en las ediciones del Festiblues en Bolivia, donde era altamente valorada.
Vale decir que en la cancha de fútbol, Titina también la “rockeaba”. Con su extensa cabellera rubia, se destacó como lateral izquierdo en el recordado Alumni de 1993, con el cual el Fortinero salió campeón de la Liga Cordobesa de Fútbol y del cual fuera hincha desde pequeño.
Tras padecer una penosa enfermedad, falleció 21 de octubre de 2017.
El rockero y artista recordado por su querida familia
Su padre, Oscar Bravín, reconocido artista, fileteador y bandoneonista lo recordaba así, al ser consultado por elDiario y Las Calles. “Titina de muy chiquito fue siempre igual, aplicado, educado, amigo de sus amigos, amante del fútbol, del dibujo y la música. Un creativo nato, todo eso lo cultivó siempre. En el fútbol, llegó a la primera de Alumni y fue campeón en la Liga Cordobesa. Con el dibujo y la pintura fue docente por 20 años, expuso sus cuadros en Barcelona. En la música alcanzó un gran nivel, tanto él y su banda, como así también como solista.
Lo llamaba Pappo para tocar en Buenos Aires. Fue amigo de Botafogo, Alejandro Medina, Viticus y muchos más. Siempre con el blues y el rock, pero hasta llegó a hacer tango conmigo. Se dio el gusto de tocar en Nueva Orleans, la cuna del blues; fue un gran compositor y autor. Entre otras obras, también restauró la capilla del colegio San Antonio, el frente de la Municipalidad Vieja, el Monumento de San Martín y muchas cosas más. Trabajó en la Sociedad Española, hoy cerrada (un enorme trabajo desperdiciado). Fue Ciudadano Destacado de la ciudad, grabó varios discos, tenía proyectos a futuro...; en fin, un gran tipo, pero el destino le marcó otro camino, se fue de gira al infinito y se transformó en leyenda.
¡Feliz Cumpleaños, Titina!, siempre en la memoria de tu familia y de tus amigos”.
Su compañera de la vida, la docente Fernanda Repetto, recordó, en primer lugar, unos dichos de Titina en una nota:
“En un principio, cuando uno tiene 15, quiere ser famoso, quiere salir en las tapas de las revistas, quiere ganar plata... Después, con el tiempo, empezás a ser más realista, vas creciendo, vas madurando y aprendés que tenés que disfrutar el día a día y no estar esperando algo para adelante, que posiblemente no llegue.
Uno eligió también tener una familia, tener un lugar en el mundo… Eso es parte de las elecciones y tiene su costo, si uno analiza los resultados me puedo sentir exitoso en todos esos rangos”.
Y ella acotó: “Eso dijo Titina en una entrevista que le hicieron hace muchos años… Eso de ser rockero y tener una familia, éramos jóvenes, teníamos muchos sueños. Fue el mejor compañero de vida y un padrazo. Quedaron las huellas de haber compartido tantos momentos buenos y de los otros también. No existe un día en el que no lo recordemos. Anécdotas, sus cuadros en casa, sus hijos Rodrigo, Ramiro y Santiago, los instrumentos en el living donde los chicos siguen haciendo música. Y la vida siguió y la ternura de sus padres Oscar, María Elena y sus hermanos Hernán, Marcos, Juanito y tanta sobrinada nos abrazan y nos abrazamos todos cuando flaqueamos su ausencia o cuando honramos tanta buena vida que tuvo.
Y lo extrañamos, pero sabemos que está. Y estará siempre”.